6-Las ruinas Alfa

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Pero de eso ya hacía tres horas, la ruta 32 era una ruta de lo más tranquila, limitada por campos de hierba baja, con varios árboles llenos de bayas y bonguris de varios colores que recolectaron e iban lanzando a sus pokemon para que fueran cogiendo fuerzas tras sus peleas.

También vieron un pequeño lago dónde varias personas estaban pescando o entrenado sus pokemon, en que al verlo, sus pokemon se pusieron a correr hacía allí, mirando los combates en busca de retadores.

Por mala suerte para los entrenadores, varias personas se dieron cuenta de las ganas de luchar de esos pequeños, en qué los tres no pararon de luchar una vez tras otra. Ellos pensaba que cuando Totodile y Cynndaquil evolucionasen, se cansarían y lo dejarían por hoy, pero no, incluso después de convertirse en un Croconaw y en un Quilava siguieron con ganas de combatir al igual que Bayleef, por lo que al final tuvieron que ser Aiko, Saya y Eco quienes dijeran basta a tanto combate y reanudasen la caminata, con tres pokemon con mala cara detrás de ellos.

Por otro lado, en lo que habían estado combatiendo, Charizar y Gengar se habían puesto a entrenar por su cuenta, llamando la atención de varios pokemon que los miraban fascinados, por lo que el entrenamiento fue perdiendo seriedad hasta que lo convirtieron en un espectáculo. Tras recibir los últimos aplausos y ver como sus entrenadores les hacían señas para indicar que se iban, Charizar había alzado el vuelo y ahora planeaba encima de sus cabezas con Gengar en su lomo, tomando el sol como si se estuviera relajando en la playa.

A pesar de que habían salido con energía a las diez de la mañana de la ciudad, ya estaban agotados, los pies ya les dolían, y los estómagos hacían de las suyas, por lo que, en cuando vieron que llegaban a las ruinas Alfa sintieron un enorme alivio puesto que significaba que la entrada a la cueva unión estaba cerca y tras cruzarla, salías casi a las puertas de pueblo Azalea.

-Propongo coger fuerzas antes de entrar en la cueva.- Dijo Eco mientras levantaba la mano, en que como respuesta Aiko se sentó en una piedra y empezaba a abrir su mochila.

-Pienso igual.- Dijo Saya, sentándose al lado de Aiko, y Eco entre ambas, haciendo un triángulo mal hecho, con los demás pokemon rodeándolos con hambre.

-Anda tomad, que no sé de dónde sacáis tantas ganas de luchar. – Dijo Saya mientras tiraba al aire un monguri y Quilaba saltaba para cogerlo, pero Croconaw saltó antes y se llevó el monguri de Saya y el de Eco, comiéndoselos a la vez.

-CROCONAW, esto no se hace.- Le riñó Eco, pero Quilaba ya había encendido su lomo y le lanzó un fuerte lanzallamas que lo dejó bastante chamuscado, y antes de que reaccionase, le hizo un placaje que lo tiro por los suelos.

-Quilava, te has pasado.- Gruñó Saya, mientras miraba enfadada a su pokemon.

-Qui...la...va...-Murmuró el pokemon abajando la mirada, por ello la pistola agua de Croconaw le pilló desprevenido y le dio de lleno des del costado, y todos los entrenadores se giraron al ver como Croconaw se había levantado con la ayuda de Eco y lo primera que había hecho era atacar al pokemon de tipo fuego.

-Croconaw basta. Tenéis que parar, o te dejaré sin comida.

-Croco, croconaw.- Reclamó el pokemon mientras señalaba a Quilava, pero le hablaba a su entrenador.

-Sé que él te ha atacado antes, pero tú le has quitado la comida, llévale esto anda.- Dijo Eco mientras le daba un monguri a Croconaw, que con cara de pocos amigos se acercó a Quilava para dárselo, pero a último momento también se lo comió, haciendo que el pokemon de tipo fuego se enfadase y se le lanzara encima para morderle la cabeza.

-QUILAVA.-Gritó Saya mientras se levantaba y lo cogía para separarlo de la cabeza de Croconaw, mientras Eco cogía a su pokemon de tipo agua y tiraba en la otra dirección.

Pokemon. Atrapados en Jotho (Completa)Where stories live. Discover now