28-El combate por la séptima medalla

8 0 0
                                    

En cuando acabaron su llamada, Pegaso tomó el teléfono y llamó a Elm para darle la noticia. Aníbal se había levantado diciendo que tenía que volver a la isla para asegurarse de que todo estaba volviendo a la normalidad, mientras Débora le estaba intentando dibujar en un papel a Eco como era la guarida dragón y lo que podrían hacer para que Gyarados se sintiera cómodo.

-Cuando quieras Aiko-. Dijo Fredo levantándose y empezando a andar hacía la salida de la casa.

-¿Podre usar a Charizar?-Preguntó Aiko mientras lo seguía de cerca.

-¿Te han dejado los otros líderes?

-Solo Aníbal, pero la medalla ya la tenía de antes.

-Entonces, ¿A ti que te parece?-Aiko se quedó algo confundida, y ante el silencio, Fredo se giró con la mano en el pomo de la puerta.- NO.

-Vale.- Dijo Aiko en seguida, poniéndose firme ante el mal carácter que le estaba saliendo al anciano.

Pegaso, Eco, Débora y Saya se pusieron en las gradas para ver como Aiko patinaba en el hielo del gimnasio, intentando llegar a la plataforma de Fredo, pero solo hacía que chocar contra los entrenadores que ya la esperaban para empezar un combate.

-LUCHAR ASÍ ES IMPOSIBLE.- Gritó al final Aiko de culo al suelo mientras Meganium caía encima de ella, al ser impulsada hacía atrás por el ataque hoja mágica. -Aiii

-Un entrenador tiene que aprender a luchar en todo tipo de condiciones.- Dijo Fredo con tranquilidad mientras los otros líderes se partían de risa sin poder evitarlo.

-Uf...-Susurró al ver que al menos el Delibird enemigo caía debilitado y Meganium podía volver a la pokeball. – Pasar por esto debería tener mayor recompensa que una que una medalla, no sé, algo como un pase VIP a la enfermería.

-Venga Aiko que lo estás haciendo muy bien dentro de lo que cabe.- Dijo Saya, intentando animar a su amiga dentro de lo que podía.

Aiko ya llevaba tres entrenadores ganados, de echo, el único entrenador al que aún no había ganado en esa sala, era Fredo.

Se quedó sentada en el suelo, notando como el cuerpo se le iba congelando, pero al menos pudo analizar la situación sin estar pendiente de si se caía o no.

-A ver, piensa, piensa, piensa.- Susurró mirando a su alrededor mientras iba dando vueltas sobre sí misma, ayudándose de los pies.

Fredo estaba justo en medio, rodeado de hielo, los limites eran las paredes y unas bolas de nieve en medio de las pistas, aparte de los entrenadores. En que precisamente Aiko suspiró, puesto que si no hubiese una bola de nieve justo en medio entre la entrada y Fredo, se podría acceder directamente.

-Probemos.- Cogió impulso y su cuerpo se movió sin parar hasta llegar a la pared, mirando a su alrededor y notando un leve dolor en la espalda.

-Que bestia, eso ha tenido que doler.- Dijo Débora con la mano en el hombro.

-Yo hubiese ido hacía la bola.- Dijo Eco.

-Es que se tenía que ir a la bola, no a la pared.- Dijo Pegaso apoyado en la barandilla.

Aiko se giró y con los pies cogió impulso y se lanzó en diagonal, chocando de lleno contra la bola de nieve que había en medio del recorrido, en que del impacto se rompió en trozos y le cayó todo de nieve y hielo encima, haciéndola toser y abrazarse a si misma.

-Joder... pero ahora y lo tengo.- Aiko se puso de espaldas a Fredo y cogió impulso y se lanzó directamente hacía él, cerrando los ojos para el impacto.

Pokemon. Atrapados en Jotho (Completa)Where stories live. Discover now