4.

301 40 89
                                    

Estaba confundido, Shijima en vez de ayudarlo le empeoro más las cosas, ahora sabia que tenia competencia para ganarse el corazón de ese escorpión rojo si no hacia algo se lo ganarían.

Negó, Écarlate no era un objeto que podía ir y ganar, pero su hermano llamaba mucho la atención siempre tenia más de una mirada sobre si, miradas que no le gustaban para nada solo él podia  mirarlo descaradamente para los demás estaba prohibido. Vio la hora en su celular 04: 23 de la mañana y seguía dando vueltas sobre la cama.

Decido bajar a la cocina o a la sala hasta que le bajara el sueño. Pero cuando iba saliendo su curiosidad fue más fuerte al ver la puerta de la habitación del pelirrojo abierta, la abrio más hasta que pudo entrar. Écarlate dormía profundamente todo desparramado en la cama con las sabanas casi en el suelo, dejando su cuerpo al descubierto. Tuvo la tentación de entrar y tocar su piel, sabia que si lo hacia pasarían cosas que no quería, aún.

Se sonrojo como nunca antes en su vida al darse cuenta de las cosas que estaba pensando. Olvidándose por completo de a donde iba dio media vuelta y volvió a su habitacion con el corazón latiendole a mil.

- Por los dioses Mystoria cálmate, tienes 18 años puedes controlar esto. No, no puedo.

Volvio a su cama para tratar de dormir las pocas horas que le quedaban. La mañana llego había dormido tan poco que estaba seguro que parecía un zombie, se vistio como fuera iba a bajar a desayunar pero al abrir la puerta se encontró de frente con Écarlate solo en boxer, mirándolo con una expresión que decia que no sabia si quedarse o salir corriendo. Estaba seguro de que huiría antes de que lo hiciera  reunió todo el valor que tenia y le robo un beso al mayor.

Su cuerpo no reaccionaba, quería apartarlo, salir corriendo y no volver jamas las cosas estaba pasando demasiado rápido que no tenia tiempo ni para pensar. Cuando se separo de él podía jurar que el rostro de ambos estaba más rojo que sus cabellos.

- ¿Que fue...?

- ¡Lo siento, no quise... no, si quise. Dioses que fue lo que hice! - dio la vuelta para esconderse en su habitación pero una mano tomo la suya deteniendolo.

- No hiciste nada que yo no quisiera. Voy a hacer algo que espero no arrepentirme después.

Cargandolo como si no pesara nada, entro al cuarto dejando al menor de los dos sobre la cama, Mystoria lo miraba entre aterrado por no saber que iba a hacer y ansioso queriendo saber que le haría. No espero que Écarlate acunará su rostro entre sus manos, acercandose de a poco al mismo hasta volver a unir sus labios, estaba vez en un beso más profundo y duradero.

- Creo que sentimos lo mismo.- se sento a su lado, mirándolo de reojo para no incomodarlo más.

- ¿Lo mismo?- no lo podia creer a su mente le costaba procesarlo- ¿Desde cuando?.

- Desde mi infancia, desde antes de que volvieras a Francia.- le sonrió de una manera dulce, una sonrisa que nunca había visto en su vida -cuando era niño creía que solo era cariño de amigos de hermanos, cuando estaba por preguntarle a mi mamá que era lo que sentía te fuiste y una semana despues me secuestraron. Créeme que cuando te vi en ese lugar lo primero que me dijo me mente fue "Protegelo" creó que no lo hice muy bien.

Rió nervioso, dándole mucha ternura a Mystoria, siempre pensó que fue una carga en ese lugar para él que lo usaban de chantaje para que hiciera lo que le ordenaban, pero tambien vio muchas veces que lo protegió con su vida, que aguantaba palizas fuertes solo para que a él no le tocaran un solo pelo. No podía pedir a nadie mejor. Sin que Écarlate se lo esperara lo rodeo con sus brazos y cayeron en la cama uno encima del otro, los cabellos rojos caían por su rostro dándole una apariencia aún más hermosa.

- Gracias a ti y a todos esos sentimientos que guardas por mi estoy vivo y contigo. Nadie hubiera hecho lo que tu hiciste por mi. Ademas te habias ganado mi corazón desde mucho antes.

Esta vez fue él el que unió sus labios con los contrarios, disfrutando una vez más de su sabor y el calor que desprendian sus manos viajaban por la ancha espalda recorriendola completa, mientras sentía las manos griegas recorrer cada rincón de piel que podía acariciar. Hubieran seguido en su mundo de no ser que sintieron la puerta abrirse y la voz de su madre.

- ¡Santos Dioses, otra vez no! Maldita sea mi costumbre de no tocar la puerta- las escenas raras la perseguían eso era seguro, no era la primera vez que le tocaba ver algo parecido. - Los quiero a los dos en el comedor en cinco minutos, y Écarlate ponte un pantalon al menos.

Dicho eso se fue para esperar a sus hijos. Una vez los tres juntos Kardia los miraba de una forma que no sabían como interpretar, ¿Estaría enojada?, esperaban que no porque no estaban haciendo nada malo.

- Quiero que me expliquen que estaba pasando ahí.

Para que negar lo obvio, si ella no hubiera entrado en ese mismo momento estarían haciendo cosas para adultos. Al no recibir respuesta bufo frustrada.

- Lo sabia par de conejos. - sus hijos la miraron aterrados  ¡Esa mujer tenia el don de leer la mente! - Bien les voy a decir varias cosas y poner reglas. Primero, ¿Eso fue cariño de verdad o solo calor del momento?

- Fue de verdad mamá.

- ¡Perfecto! Hagan lo que quieran, amense como quieran que mientras yo no se los impida nadie puede hacerlo, solos los une el apellido como hermanos no la sangre, no tengo nada en contra de su relación.- ambos suspiraran aliviados al ver que tenían el visto bueno de la única persona que les importaba- Ahora, ¡Regla número uno! No quiero ver cosas raras tiradas por ahí. Regla número dos: besos y caricias permitidas pero no se pasen cuando yo este presente, lo que me lleva a la tercera regla: su van a hacer cosas para mayores de edad asegúrense que no este en la casa o por lo menos ponga el seguro de la puerta, conocen mi maldita costumbre de entrar sin tocar, ya me traume por lo mismo con Milo y Camus, no lo quiero volver a repetir. ¿Quedo claro?

- Sí, mamá.

- Muy bien, Écarlate de castigo te toca servir el desayuno.

- ¿Porqué yo?

- Por que yo lo digo. Muévete que tengo hambre.

Esa había sido una mañana de muchas sorpresas, pero estas aún no terminaban.

💫

Hola!

Triunfo el mal! Estos niños van a estar juntos y Kardia no hizo tanto drama 😅

Me vino un ataque de inspiración y la actualización se adelanto una semana. 😃

ScorpioNoMilo.💕

Después del adiós. Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora