Siempre...

321 44 124
                                    

" - ¡Écarlateeeeee!

Un torbellino de cabellos azules entro gritando en su habitación, se dio la vuelta para encontrarse con un pequeño Milo de 8 años corriendo con un libro entre sus manos, ¿Que hacía ese niño con un libro, si lo que menos le gusta hacer es leer?

- ¿Que pasa mocosito inquieto?

- Mira lo que me encontré.- le mostró el supuesto libro, era un álbum de fotos. La abrió en una pagina que ya traía separada- ¿Quien es él? ¡se parece mucho a Camie!

Su dedo apuntaba a una foto en la que Milo aparecía junto a Camus, era de las pocas fotos que tenian de ellos dos juntos. Sonrió con algo de tristeza. Su hermanito conocía perfectamente a su tío Milo, pero de Camus sabia muy poco, porque ellos mismos lo conocían poco. Tomo el álbum entre sus manos, mientras daba palmaditas en la cama para que se sentara con él.

- Él se llamaba, Camus. También es nuestro tío. Era la pareja del tío Milo, se querían mucho ¿sabes? Tanto que cuando uno se fue el otro lo siguió.

El niño no entendio muy bien al principio, sabia que su tío había tenido una pareja que amo como a nadie, que como decía su mamá seria capaz de hacer lo que fuera por él.

- ¿Como lo siguió, si el tío está en el cielo? ¡Le salieron alitas y se fue con él!

Adoraba la imaginación de su hermano, salia con cada cosa pero de repente eran tan tiernas como esa.

- Se puede decir que sí. Ahora están los dos juntos en el cielo y nos cuidan.

- Me hubiera gustado conocerlos, ¿Crees que les caería bien?

Acaricio su cabecita con cariño, para luego despienarlo, recibiendo pequeños manotazos como defensa.

- Creeme mocosito, te hubieran amado. Ahora a dormir, que si mamá llama y te encuentra despierto cuando vuelva te va castigar.

Kardia y Manigoldo estaban de vacaciones por una semana celebrando un nuevo aniversario, y él como buen hermano mayor se había quedado con el revoltoso de Milo para que ellos puideran disfrutar. Lo acompaño a su habitación, si no lo hacia ese pequeño bichito no se quedaría dormido jamas. Cuando vio que ya estaba apunto de dormise se levanto de su lado para volver con Mystoria, pero la voz de su hermanito lo detuvo.

- Écarlate, ¿La cigüeña traera pronto a mis sobrinos?

Junto con Mystoria habían adoptado a un par de gemelitos de no más de siete meses de nacidos, tenían todo listo para su llegada solo faltaba que el horfanato los dejara llevarlos por fin a su nueva casa.

- Muy pronto, ¿Me vas a ayudar a cuidalos?

- ¡Sí!

- Bien ahora a dormir."

¿Cuanto habia pasado de esa conversación? Casi 17 años, ahora Milo tenia 25 años. Mystoria y él tenian una vida prácticamente hecha, administraban juntos un pequeño hotel que estaba comenzando a ser reconocido, sus hijos los ayudaban cuando salían de clases, Lugonis y Luco son su orgullo, mejores hijos no podía pedir, pero con su tío se desordenaban por completo.

- ¡Écarlateeeeee!

Milo entro corriendo a su oficina, con una sonrisa en su rostro que no sabia si era de alegria o nerviosismo.

- ¿Que pasa mocoso inquieto?

¡Alto! Es había sido un dejá vù, y cada vez que esas cosas le pasaban era por algo muy bueno o muy malo.

- Tengo que decirte algo... a ti, a Mystoria, a Mamá y Papá, pero contigo primero sé que no me vas a gritar tanto.

- ¿Que hiciste ahora Milo?

- ¡Nada malo te lo aseguro! Es lo más bueno que me ha pasado en la vida pero necesito un consejo.

- No estoy entendiendo nada.

- Es que...- ¿como demonios se lo decía? Le tenia una confianza infinita a su hermano mayor pero esto le estaba costando demasiado decirlo. Se armo de valor- Vas a ser tío.

- Ah eso no es tan... Espera ¿¡Embarazaste a Camie!?, no que pregunta más estúpida estoy haciendo, eso obvio que sí. Bueno creo que se te adelanto su regalo de matrimonio.

Eso ameritaba celebracion por todo lo alto, ya era momento de que ese niño revoltoso le diera sobrinos. Lo abrazo con fuerza olvidándose por completo que le había pedido un consejo, aunque no había mucho que decirle, solo que fuera feliz con su hermosa francesita, la que se notaba era la mujer de su vida, quien le dio la mayor felicidad al aceptar ser su pareja, ahora madre de sus hijos y muy pronto su esposa. La historia de amor mas bella que habia conocido volvió a surgir pero esta tuvo un final mucho mejor que anterior. Se notaba que seria igual o más duradero.

Al caer la noche, volvió con su propia pareja. Había extrañado a Mystoria todo el día, uno de sus gemelos estaba enfermo y ni loco lo dejaba solo. Se abrazo a él por la espalda para besar su mejilla con amor, logrando que riera un poco. Le encataba escucharlo, por él escucharia la risa de Mystoria un día completo y no se aburriría.

- Llegas tarde.

- Lo siento, fui a celebrar con Milo, vamos a ser tíos.

- ¿De verdad?- asintio- ya era hora. Aunque no veo la hora de ser abuelo.

- Eres muy joven para ser abuelo aún.- se apodero de sus labios, disfrutando de su sabor.

- ¿Acaso estas seduciendome? Lamento decepcionarte pero hoy no, mañana te complazco.

- Oigan los estoy escuchando, vayan a hacer sus cosas melosas a otra parte, me puede cuidar Luco.

No iba a desaprovechar esa oportunidad, llamo a su hijo menor, para tener el resto de la noches solo para su cubito y él.

~•~

Milo se abrazaba la cintura de la que pronto seria su esposa, con una de sus manos acaricia su pancita aun plana. Amaba tanto a esa bella mujer que comenzaba a pensar que no era normal. Le dio la vuelta para tenerla de frente, mirando con detalle cada una de las facciones de su rostro, las pequitas que casi no se le notaban pero que le encantaban, todo de ella le encantaba.

- ¿Que has hecho conmigo, Camie? Eres la mujer que he amando toda mi vida. ¿Que tipo de hechizo me lanzaste?

Ella rodeo su cuello con sus brazos robándole un beso antes de contestar.

- El hechizo más poderoso que tengo a caído sobre ti, el de amarte como nadie y veo que funciona muy bien.

Esa mujer conquistaba cada pedacito de su corazón con cada uno de sus gestos. Su historia termino bien, sin nada ni nadie que quisiera impedicela, solo retomamdola donde la habían dejado.

La mujer, a la que siempre y por siempre amaría.

💕

¡Se me salio lo cursi bien feo!
Un final romantico en toda su regla como estos niños bellos se lo merecen.

Los amo por leer esta cosita bella y media triste hasta el final 💕

ScorpioNoMilo.❤

Después del adiós. Where stories live. Discover now