Capítulo 5

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Toco el timbre de casa de Mercy y me abre en pijama y con el pelo mojado.

—Pasa, estamos solas, mi madre está trabajando y Titan está con unos amigos —me explica nada más entrar y sube corriendo a su habitación, así que la sigo. Nunca había estado en su dormitorio antes pero no es el momento correcto para analizarla. Hasta que no se tumba en su cama y me hace una señal para que me siente a su lado no me mira a la cara—. Dios, ¿qué te pasa?

No he llorado ni nada por el estilo, aún, así que mi cara debe de estar anticipándolo. 

—Ya sabes que me he mudado de España para estudiar aquí —digo y asiente con un "ajam"— Pues mi familia no lo sabe, piensan que estoy volviendo ahora mismo.

—Wow. —Mercy se queda mirándome sorprendida y no dice nada más.

—No sé cómo explicárselo, ellos no querían que viniera así que lo hice a sus espaldas.

—¿Por qué lo hiciste? 

—Solo necesitaba irme de ahí y mis padres nunca lo entenderían, ni siquiera yo lo entiendo, pero tenía que hacerlo.

—Bueno, la mejor manera habría sido decírselo antes. —Suelta una risita pero se corta— Pero como no podemos cambiar el pasado, vamos a tener que hacerlo bien ahora. Llámalos y se lo dices, sin excusas, solo hechos. Seguro que se les acabará pasando con el tiempo. —Se me queda mirando pero yo no digo nada— Voy un rato al salón y así te dejo privacidad, aunque no entendería nada de todas formas.

Sale de su habitación cerrando la puerta detrás de ella y me tumbo en su cama mirando al techo. Solo llama y no habrá vuelta atrás, así te obligarás a hablar, me digo a mi misma. Comienzo a marcar el número de mi madre y suspiro mientras escucho los pitidos.

—¿Mamá? —pregunto cuando me coge la llamada.

—¿Se puede saber qué te pasa? ¿Has aterrizado ya? —Está menos enfadada de lo que pensaba, tal vez era solo preocupación.

—¿Puedes poner el manos libres? Quiero que papá también escuche. —La voz me comienza a temblar y no me puedo sentir más estúpida.

—Ya está.

—Vale... ¿Recordáis que desde muy pequeña he querido venir a Londres a estudiar? Tenía todo con la bandera, incluso el cuadro tan grande en mi cuarto del Big Ben.

—Sí. —Me quedo esperando a que digan algo más pero no están habladores, cualquiera lo habría dicho con todos sus mensajes.

—Pues lo he conseguido, empiezo en una semana la universidad —contesto con una pequeña esperanza de que se alegren por mi.

—Por Dios, qué has hecho —escucho de fondo a mi padre pero queda tapado por los gritos de mi madre.

—Espero que esto sea una broma y estés volviendo ahora mismo a casa. —Casi me tengo que apartar el teléfono de la oreja, debería haber estado preparada.

—No es una broma, mamá, es de verdad. Me quedo a vivir aquí. —Esta vez me preparo para que siga gritando pero no lo hace.

—Eres increíble —responde en el mal sentido de la palabra y cuelga el teléfono. Me la puedo imaginar ahora mismo insultándome de todas las maneras posibles como ya la he visto hacer muchas veces con otras personas y finalmente, comienzo a llorar. Guau, he aguantado muchísimo.

A los pocos minutos la puerta de la habitación de Mercy se abre.

—Hey, te he traído algo que he pensado que podría animarte —dice mientras Diesel se me lanza encima— Bueno, Diesel es el plato principal pero también te he traído Oreos de postre. —Se ríe y se sienta a mi lado mientras acaricio a su perro sonriendo, es demasiado adorable para resistirme— ¿Cómo ha ido?

—Sinceramente, mejor de lo que esperaba. No creo que me vuelvan a hablar en mucho tiempo, de todas formas. Solo seré feliz con que no se presenten aquí y me arrastren de vuelta a casa. —Le quito el paquete de Oreos de las manos y lo abro, apartando a Diesel para meterme una galleta en la boca sin que él me la quite antes.

—No pueden hacerlo, eres mayor de edad. Además, tendrían que arrancarte de mis brazos y eso es imposible —dice mientras se lanza encima mío y me abraza. Nos quedamos un rato así, en silencio, con Diesel reclamando atención a nuestro lado.

—Gracias, de verdad.

—No es nada, para eso están las amigas. Por cierto, Titan ha vuelto y está haciendo la cena así que no tienes escapatoria.

La verdad es que Titan cocina bien de verdad, y toda la familia Fiennes, al menos la parte que conozco, es maravillosa. Me hacen reír durante toda la cena y creo que es porque me han tenido que oír llorar, que vergüenza

Mercy insiste en hacer una fiesta de pijamas y me deja en su habitación esperando a que haga palomitas para ver una película juntas. Es entonces cuando comienzo a mirar su habitación. Está pintada de azul cielo muy claro pero prácticamente no se puede ver porque hay fotos por todos lados, incluso en las puertas de los armarios. Las miro por encima y comienzo a reconocer las caras de sus amigos. Me llama la atención la que hay en su escritorio, porque es la única enmarcada, así que me acerco a mirarla y me devuelven la mirada Mercy, Titan, Diesel y otro chico.

—¿Es este tu otro hermano? —pregunto a Mercy cuando la escucho entrar por la puerta.

—Sí, Hero. Está fuera del país trabajando. —Suena triste pero salta a su cama de todas formas y me hace reír.

—Es lindo —respondo, consiguiendo que ponga cara de asco.

—Ew, no, de ninguna manera. —Me río aún más fuerte.

—Tranquila, obviamente tú eres mucho más guapa, nadie te va a quitar tu puesto en mi corazón.—Bromeo.

—Aww. —Me mira con una cara fingida de enamorada y me manda a callar porque empieza la película, cambiando drásticamente su expresión.

Me gustaría decir que me enteré de toda la película y que fue una de las mejores que vi en mi vida pero cuando se acabaron las palomitas y no tuve nada más que hacer, me quedé dormida.

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