Capítulo 25: Alya

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Esta taza roja con puntitos negros podría cambiarme la vida completamente, arrojarla al aire y pronunciar unas simples palabras hará que regrese Marinette, aquella adolescente de catorce años que deje de ser hace tiempo... pero la idea me resulta tan repelente como la propia muerte ¿Seré yo misma? ¿Sin mis recuerdos quedara algo de Bridgette? Nunca me ha interesado la filosofía pero desde que me dieron la opción de elegir entre mi antiguo yo y mi yo de ahora, miles de preguntas me abruman, ¿Si eligiera volver a ser Marinette? ¿Sería acaso un suicidio? Sin mis recuerdos y mis experiencias ¿Cómo estaré segura de que soy yo misma? ¿Cómo sé que Marinette no es alguien completamente ajeno a mí, alguien que si lanzo esa copa al aire regresara al cuerpo y yo dejare de ser consiente como algunas vez lo dejo de ser ella cuando todo lo que la volvía que era, excluyendo su cuerpo, desapareció? Miles de preguntas, tantas incógnitas que su falta de respuesta me generan miedo ¿Seguiría siendo yo si las vivencias que me hacen ser quien soy desaparecieran?

Félix está a unos cuantos metros de mí, finge leer un libro, el que tenga la taza de té en las manos le atemoriza tanto como a mí, pero no me lo dice... quisiera que me lo dijera, quisiera que se levantara de esa silla caminara hacia mí y dándome un largo beso en los labios me diga que me deshiciera de esa taza porque no quería que con un simple acto borrara todo lo que hay entre nosotros... pero no lo hará, nunca me lo pedirá porque cree que debe dejarme la elección a mí, que no debe influir, tampoco lo hará porque aunque a lo largo de nuestra relación he logrado que sea más abierto con algunas cosas, sique costándole expresar sus sentimientos, más aun cuando podrían parecer una súplica, por eso me observa disimuladamente, sin regresar los ojos a su libro desde hace ya media hora.

- ¿Me quieres Félix? – le pregunte con ánimo de jugar un poco.

- Te quero, y mucho.

- Yo también, y siempre lo haré – dije y seguí jugando con en el taza un rato más hasta que de un último golpecito en un extremo del recipiente, este cayo fuera del balcón, los ojos de Félix se agrandaron y pareció estar a punto de decir algo cuando un grito nos hizo a ambos acercarnos a mirar debajo del balcón.

- ¡¿Qué...?! – dijo una voz, debajo de mi balcón, eran una pareja de jóvenes como de nuestra edad y me parecía que los había visto antes... esquivaron la taza por pocos centimetros.

- Brid... creo que había mejores maneras de deshacernos de la taza que tirándosela encima a alguien – comento Félix.

- Lo siento – susurre rascándome la cabeza con los ojos clavados en la taza hecha trizas debajo de mi balcón, luego centre mi atención en las dos personas a las que casi rompo la cabeza -. ¡Lo lamento! Fue un accidente.

Las dos personas se me quedaron viendo y luego corrieron dentro de la tienda.

- Creo que estoy en problemas – le comente a Félix, al asintió sin decir nada. Luego de unos segundos apareció la chica que estaba abajo y lejos de reprocharme, se abalanzo sobre mi rodeándome con los brazos.

- ¡¿Chica, donde te habías metido?!

- ¿tú quién eres? – pregunte intentando respirar.

- Soy Alya... respóndeme ¿Por qué no me habías buscando hace tiempo?

Luego de que ella me soltó pude pensar con más calma... ¿Alya? ¡Era el nombre de mi mejor amiga segun mi antiguo diario! Al parecer Adrien les llamo esta mañana avisándoles que yo estaba en casa de mis padres, no le dijo nada más por lo que tuve que explicar desde mi amnesia hasta como regrese a París, no les conté como perdí la memoria porque sé que se culparían.

Hablamos mucho y aunque Félix parecía algo incómodo por estar rodeado de dos desconocidos, se quedó acompañándonos.

Cuando tuvieron que marcharse creo que habíamos vuelto a ser amigas, no sé si alguna vez regresemos a ser las mejores amigas porque ese puesto ya lo llene, Allegra ha sido mi mejor amiga durante muchos años, pero estoy segura de que podre retomar relaciones con Alya.

- ¿Félix? – pregunte una vez se hubieron marchado.

- ¿Si?

- ¿No crees que ya va siendo hora de que elijamos una fecha para la boda?

La chica que una vez fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora