• i hate him • [joshler] pt. 2

[42] sacrifice.

⚠️ contenido delicado.

8 años atrás.

Casi no hablamos en el trayecto, preferimos disfrutar del agradable clima de la media tarde, como las hojas de los árboles moviéndose con el viento, las calles silenciosas y el brazo de Tyler enganchado con el mío.

Calle abajo se encontraba la cafetería, no era muy moderna, tal vez no se encontraba en el centro de la ciudad, pero era bonita y muy hogareña. Unas flores amarillas en una maceta junto a la puerta llamó la atención de Tyler, sus dedos tocaron la flor y una pequeña sonrisa bastó para matarme, y es que con él es imposible no morir lentamente.

― Tómala si quieres ―alenté con la cabeza para que tomase la flor que con tanto entusiasmo la observaba.

― ¿Pero y los dueños?

― No te dirán nada, está bien.

― ¿No es linda? ―cortó la flor y me la extendió, casi poniéndose de puntillas para que el olor de esta llegara a mi nariz.

― Muy linda ―sonreír― póntela.

― ¿Qué? ahg no, me quedará feo. ―negó con la cabeza, frunciendo el ceño, disgustado. Yo odiaba que se menospreciara de esa manera, pero con una sonrisa le dije:

― A ti nada te puede quedar feo.

Y él sólo río nervioso, cubriendo la vergüenza con la gorra que llevaba puesta. Lo invité a pasar, la campanilla hizo ruido y apenas Bonnie me vió entrar, hizo un gesto con la cabeza, dándonos un lugar en la fila de la caja, junto a las estanterías de cristal con pasteles de diferentes sabores.

Nuestros pedidos llegaron al instante, los cafés, batidos, pasteles y muffins de este lugar eran deliciosos, creo que siempre elegiría este lugar como uno de mis favoritos. Tyler le dio el primer sorbo al café con leche que pidió, la taza era algo grande, haciendo que sus manitos se vieran pequeñas, noté que algunos chicos lo miraban mucho, y empecé a analizar la armonía de las facciones de su cara, era lindo, era muy lindo.

Dejó la taza sobre la mesa y pinchó un pedazo del pastel de almendras, me miró, esta vez con afectación... o curiosidad, no sabría definir esa mirada, pero yo no sonreí, sin embargo, estaba encantado de que estuviéramos juntos en esa cafetería. Aclaré mi garganta antes de hablar:

― No voy a culpar a Brendon por lo que pasó anoche, tampoco a tí, en real...-

― No, si fue mi culpa ―interrumpió― nunca debí ir, pero yo le insistí a Brendon. ¿En que estaba pensando?

― Tyler... ―más que pronunciar su nombre fue cómo un reproche― ¿Recuerdas que dije que no iba a dejar que nada malo te pasara? Sé que no cumplí con eso, pero ahora, y te lo juro por mis bolas que nadie volverá a lastimarte, no si yo estoy a tu lado.

― ¿De verdad lo prometes?

― Lo juro ―lo miré a los ojos― por mis bolas, eso... nunca lo hice por nadie, mierda, eres el primero.