Elena era una princesa, más conocida como la hija de la Reina Elsa.
Educada, gentil, amable y con un gran corazón, ¿eso podría cambiar cuando conozca a un pirata malvado, arrogante y odioso?
Lo único que podemos decir, es que del odio al amor, sólo...
—¡Uma! Tardaste más de lo que espere. —Elena contestó mientras sentía como su rostro se tornaba cada vez más rojo.
Harry miraba la escena elevando su ceja y en sus labios se encontraba una sonrisa burlona. Se notaba que disfrutaba ver el nerviosismo de la chica.
—No es cierto... tarde como tres minutos. —Uma miró a ambos con cierta sospecha. —¿Que hacían?
—Hablar
—Besarnos
Ambos respondieron. Elena maldijo en su interior mientras que la sonrisa de Harry crecía aun más.
—Quise decir, hablabamos sobre... eh... ¿nuestros primeros besos?. —Elena dijo tratando de arreglar la situación.
Uma sonrió y Elena detectó su sonrisa como una "burlona", al parecer, no era tan tonta.
—Mmmm —Uma se acercó a ambos y los abrazo —Digamos que les creo.
Elena llevo sus ojos hacia Harry y el continuaba sonriendo.
Este chico iba a acabar con su paciencia y probablemente, con su control.
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—Y aquí es el salón, normalmente acá se hacen los bailes reales. —Elena señaló. —Dentro de poco tendremos un baile real. Como ya sabes, será la boda de Mal y Ben.
—Este lugar es realmente grande, me perderé. —Uma y Elena rieron. —La isla no era tan grande como este lugar, era como tres veces más pequeña.
—¿Como era vivir en la isla? — Elena se animo a preguntar.
—¿Quieres que te sea sincera? —Elena asintió —Era...... horrible, no encuentro otra palabra para describirla. Todos los días era una constante lucha para obtener respeto, y si no tenías respeto, no eras nada.
>>Las violaciones o los robos eran algo normal, la vez que yo hechice a Ben para que este "enamorado de mi" fue por que yo quería que los niños tengan un mejor futuro, yo solo quería romper la barrera y poder darles una oportunidad. —Elena la miró con tristeza. —Se que nuestra adaptación no será fácil.... pero lo intentaremos.
—Yo se que lo intentan. —Elena le dio una sonrisa tranquilizadora. —También se que no será fácil, pero... este tiene que ser un trabajo de ambos, gente de la Isla y Auradon. —Elena puso su mano encima de la de Uma y la última miraba al suelo. —Y tu ahora tienes una amiga que te ayudara en esas cosas de adaptarte: Yo.
Ambos sonrieron y ese día, fue que se formó una gran amistad.
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