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Su piel se erizó y un frío aterrador subió desde su columna hasta su cuello, ¿que estaba pensado? ¿Por qué le estaban sucediendo esas cosas? Pero no estaba dispuesta a seguir aguantando, ya no

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Su piel se erizó y un frío aterrador subió desde su columna hasta su cuello, ¿que estaba pensado? ¿Por qué le estaban sucediendo esas cosas? Pero no estaba dispuesta a seguir aguantando, ya no. Iba a saber quién era ese desconocido hoy.

Tomó su abrigo y se lo puso, salió de su habitación y se paró en seco al escuchar el sonido de algo rompiéndose contra el suelo y de nuevo... esa canción.

Corre, corre sin parar. Salta, salta o te atrapará.

Siguió la voz hasta llegar a la sala y no podía creer lo que veía ¡La puerta estaba abierta! ¿Cómo? Acababa de pasar por la habitación de su padre y él no estaba, y era la única persona que tenía llave de su casa. Se asustó mucho en ese momento y corrió a cerrar la puerta. Apoyó la cabeza en la madera y volvió a escuchar los pasos, se giró hacia atrás pero no vio nada. Estaba segura de que había alguien detrás de ella, se escuchaba demasiado cerca, pero no había nadie.

Miró por la ventana de abajo y allí seguía aquella persona, pero la valentía que había tenido hace un momento SunJi se había desvanecido. Sus ojos picaban, quería llorar porque no entendía qué era lo que estaba pasando.

Necesitaba llamar a alguien, no quería estar sola allí y volver a escuchar ruidos raros, se acercó al teléfono y marcó el número de su mejor amigo. SunJi se estaba odiando por tener que llamar a NamJoon tan tarde por una estupidez como aquella y tras el primer sonido colgó, no lo molestaría más, debía aprender a cuidarse sola.

Marcó otro número y esperó a que contestara. Nunca le había pedido un favor a Jin, él también era su amigo. Pero nunca habían sido como ella y Nam, tal vez era por los sentimientos que ella tenía por él. Desde que lo conoció le había gustado, era el chico de sus sueños. Pero nunca había dicho nada y actuaba como si no sientiera nada de lo que sentía por el pelinegro.

¿Si? — SunJi apretó las manos al sentir su voz adormilada. Estaba realmente apenada.

— Jin, soy yo SunJi — su corazón se aceleró — Es que, pasó algo en casa y no quiero quedarme aquí, ¿podrías acompañarme a los dormitorios de la Universidad? Creo que me quedaré allí.

Claro, ahora mismo salgo para allá, ¿pero qué fue lo que pasó SunJi? ¿Estás bien?

— Estoy bien, no te preocupes. Solo es que estoy sola y no quiero quedarme en casa.

Voy para allá enseguida, espérame.

Y colgó, SunJi dejó el teléfono a un lado y subió para cambiarse y guardar algunas de sus cosas. Nunca le había gustado quedarse fuera de casa, por eso no se quedaba en la residencia de la Universidad como casi todos. Pero ahora quería hacerlo, no quería quedarse en casa para nada.

Luego de unos minutos sintió un auto estacionarse, Jin había llegado. Tomó su mochila y bajó.

— ¿Estás bien? — volvió a preguntar el chico. Estaba realmente preocupado por ella.

— Si — asintió sonriendo — Perdón por llamarte a esta hora, es que...

— No tienes por qué disculparte. Somos amigos — ayudó a su amiga con la mochila — Iba a llamar a Nam, pero algo me dijo que si lo hubieras querido lo llamarías a él antes que a mí, así que no lo hice ¿Pasó algo entre ustedes?

— No, para nada. Solo no quería molestarlo tanto, siempre tiene que cargar con mis cosas y ya no quiero que lo haga. Es mi amigo y siempre está a mi lado ayudándome, debe estar cansado de eso — bajó la cabeza apenada.

— Sun no digas esas cosas, nada de eso es así. Mira, para NamJoon eres una de las personas más importantes del mundo, él haría cualquier cosa por ti — Jin posó su mano en la barbilla de la chica y alzó su rostro. Observó sus ojos cristalizados — Además como te dije, los amigos están para ayudar. Estoy seguro de que tú también estás ahí cuando él te necesita.

Salieron de la casa y Jin abrió la puerta del auto para poner la mochila. SunJi miró hacia el lugar donde estaba su desconocido pero ya no había nadie ¿Debería llamar a la policía? Antes le parecía bien, ni siquiera le importaba. Pero ahora estaba asustada y no quería seguir siendo seguida por aquella persona.

— Vamos — le abrió la puerta y ella subió.

Jin era demasiado hermoso para ella, pensó al mirarlo conducir. Él se merecía algo mejor que ella, alguien que pudiera hacerlo feliz. Por eso, se dijo así misma que lo olvidaría.

Llegaron a la residencia, SunJi enseñó su identificación de estudiante y le dieron las llaves de una habitación. Jin la acompañó hasta arriba y esperó a que viera si todo estaba bien.

— Si necesitas algo estoy en la planta de arriba — dijo él — Por favor, no dejes de llamarme por sentir que molestas. Tú nunca me molestarías — sonrió y se dio la vuelta para irse, pero vio la máscara — Ya vamos a vender eso.

Bromeó y salió luego de ver a SunJi sonreír por sus ocurrencias.

Acomodó las cosas que había traído y decidió salir un rato, bajaría para tomar algo de aire. Abajo siempre habían estudiantes a cualquiera hora así que estaría bien, lo sabía porque había venido con Nam un par de veces a estas horas. Se sentó en una banca y miró hacia arriba, no había estrellas. La noche estaba realmente oscura. Se entretuvo buscando al menos una estrella y no se dio cuenta cuando alguien se sentó a su lado.

El chico que la había visto desde su cuarto, bajó solo para volver a estar cerca de ella al menos un rato y poder observar su belleza. Era la chica más especial que había visto nunca y por supuesto, haría cualquier cosa para tenerla para él. Porque Park Jimin siempre tenía lo que quería, a cualquier precio.

SunJi se dio cuenta de que había alguien a su lado y giró su rostro encontrándose con un chico muy guapo, la primera vez que lo había visto la había impresionado, pero al verlo más cerca y en esa oscuridad le parecían aun más bello. Además, las estaba mirando tan fijamente que hizo que sus mejillas se tiñeran de un rosa suave.

— Hola — saludó ella — ¿Park Jimin, cierto?

— Si — contestó sin agregar nada más.

Era verdad lo que decía su amigo, era raro ¿Cómo podía seguir mirándola de esa manera? Era como si estuviera viendo muy dentro de su ser.

— Estoy trabajando en una investigación y está basada en tu antigua casa, ¿crees que podrías contestarme algunas preguntas?

SunJi sabía que no debía hablar de aquello, tal vez a Jimin no le gustara o presentara una demanda por inrumpir en su casa sin su consentimiento. Pero de verdad quería saber de donde provenía esa máscara tan especial y saber los secretos que guardaba su compañero de clase.

— Por supuesto —  respondió él con una sonrisa.

— Por supuesto —  respondió él con una sonrisa

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Mask; pjmजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें