Mean Girl ⋆ Draco Malfoy, Ron Weasley

17| the morning after

🍃━━━ CAPÍTULO 17 ━━━🍃
LA MAÑANA DESPUÉS

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          LO ÚNICO POSITIVO que tuvo el hecho de que Harry interrumpiera su encuentro amoroso con Ron, fue que, por primera vez, cumplió con su promesa de llegar temprano a su sala común. O al menos ir más temprano que Pansy, quien siempre terminaba molestándose con ella (Daphne era más liberal y no le importaba que llegara tarde por quedarse con Ronald).
Después de ese incómodo momento y de la escandalosa escena que su hermano montó, Rœle no pudo volver a conciliar el sueño.
Pasó una hora entera dando vueltas en su cama, buscando una posición que le ayude a dormir, pero no lo logró. Luego de eso se rindió y bajó a su sala común.

Sentada sobre el sofá de cuero frente al sillón, la ojigris comenzó a darse cuenta de las miles de diferencias que tenía su sala común con la de Gryffindor. La sala común de la casa antes mencionada era más hogareña, cálida, familiar.
Rœle miró detenidamente su sala común y se dio cuenta de que no estaba ni cerca de ser como la de Gryffindor, no con esos sillones oscuros hechos de cuero y la fría ambientación.

Por más que odiara admitirlo, prefería estar en la casa de su hermano.
Al principio odió haber sido clasificada en Slytherin porque sentía que eso la distanciaría de Harry, algo que descartó cuando notó que el azabache comenzaba a buscarla más en lugar de dejarla de lado como ella pensaba.
Aún así, nunca pudo parar de imaginarse en Gryffindor, sentándose todas las mañanas, tardes y noches en la respectiva mesa de su casa sin que nadie la mire mal por portar el uniforme de Slytherin.

Rœle cerró los ojos y se recostó en el sofá, apoyando sus manos debajo de su cabeza para mayor comodidad. Estaba demasiado aburrida y cansada como para ir al Gran Comedor.
Además no sabía con qué cara miraría a su hermano después de lo que sucedió la noche anterior.

—Debo admitir que me sorprendió que llegaras antes que yo.

Rœle se sobresaltó levemente al oír aquella voz.
Giró la cabeza en dirección a las escaleras, encontrándose con su buena amiga Pansy. La pelinegra bajó el último peldaño y se cruzó de brazos.

—¿Qué hiciste? —inquirió Parkinson, acercándose al sofá donde Potter estaba sentada.

La susodicha la miró mal.

—¿Cómo?

—Algo debiste haber hecho para llegar más temprano a dormir. ¿Te descubrieron con tu noviecito el babas?

La mestiza puso los ojos en blanco.

—No lo sabes todo, Pansy —murmuró la de largo cabello ébano.

—¿Eso quiere decir que sí los atraparon? —rió la Slytherin. Rœle resopló.

—Fuimos a su habitación, lo hicimos y un rato después llegó Harry —explicó Rœle.

Pansy no tardó en emitir una carcajada. Rœle volvió a mirarla mal, haciéndole gestos que indicaban que hiciera silencio. Aún había gente durmiendo, lo cual era razonable teniendo en cuenta que ni siquiera eran las nueve de la mañana.
Parkinson tapó su boca con sus manos, tratando de permanecer seria.

—¿Ya terminaste? —Potter levantó una ceja, cruzándose de brazos mirando al frente. Por más raro que sonara, sentía una leve vergüenza contándole a su mejor amiga lo que sucedió en la sala común de Gryffindor.

Pansy fingió secarse una lágrima falsa, gesto que Rœle no pasó por alto. Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de la mestiza, haciéndola olvidarse por un momento la penosa situación.
Pansy se quedó en silencio, conteniendo la risa, haciéndole saber a su amiga que siga hablando.

—No sé con qué cara voy a ver a mi hermano ahora, Pans —manifestó la Slytherin, subiendo sus pies al sofá y chocando sus piernas contra su pecho, rodeando a las mismas con sus brazos.

—No conozco muy bien a tu hermano, pero creo que hará de cuenta que nada pasó. No debes ser la única que está avergonzada por lo que pasó anoche, Lee —le hizo saber Parkinson.

Rœle comenzó a pensar seriamente cada palabra que su amiga emitió.
En cierta forma tenía razón. Tenía toda la razón, de hecho.
El más incómodo con toda la situación siempre sería Harry.

—¿Y? ¿Crees que tengo razón o no? —inquirió la sangre pura, elevando las cejas.

—No alimentaré tu ego, Parkinson —le hizo saber la de ojos grisáceos.

La de corto cabello negro sonrió ampliamente, sintiéndose orgullosa de sus dotes como psicóloga, algo que no quería admitir debido a que cualquier oficio muggle le parecía un insulto.

Rœle apoyó sus pies sobre el alfombrado negro y se levantó del sofá, dejando a Pansy con más espacio del que ya tenía.
La de ojos verdosos frunció el ceño.

—¿Adónde vas? —preguntó—. Faltan diez para las nueve, ningún lugar está abierto todavía.

—Me quedaré afuera del Gran Comedor. Quiero hablar con Jonas —contestó Rœle.

—¿El búlgaro de ojos bonitos? —inquirió la chica apellidada como la enfermedad.

—El mismo.

—¿De que hablarás con él?

—No tengo idea. Anoche, antes de ir a la habitación de Ron, me dijo que necesitaba hablar conmigo. Dijo que era importante.

—Te envidio, Rœle. Ese chico es hermoso —Pansy hizo un puchero, dejando caer su cabeza sobre el apoyabrazos del sofá.

—Quédatelo. Yo ya tengo al mío.

━━━AUTHOR'S NOTE: MAN NO SÉ QUÉ PASÓ. Me puse a revisar los capítulos del fic y encontré este abajo de todo. No sé por qué no lo publiqué antes #shameonme