Capítulo 36

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La cabaña no era muy grande. Contaba con dos dormitorios, una cocina y un baño.

La puerta estaba trabada cuando llegamos frente a ella y con una sola patada pude derribarla. Entre primero con mi espada de fuego flameando frente a mí, por si había algún Zadoc. Solamente había uno y no era el gran adversario. Media un metro y se encontraba bajo una mesa gruñendo como un gato, cuando nos vio entrar a la cocina se lanzó sobre mí y con una sola estocada lo hice cenizas.

La cabaña podría haber estado en peores condiciones; solo tenía unos cuadros y jarrones quebrados en el piso, las ventanas estaban cubiertas con tablones de madera y por supuesto, el moho y la humedad comenzaban a tragarse las paredes. Algunos pequeños yuyos comenzaban a crecer del piso. Pero aún se podía habitar aunque fuese unos días solamente, para recargar energía.

-¿Revistaste las habitaciones?- Pregunte a Ethan.

Él Asintió.

-No había más Zadocs que el que encontramos en la cocina. Solo unos cuantos insectos que ya mate- Dijo dejando la espada de hielo en su cinturón- Las dos habitaciones cuentan cada una con una cama, tú puedes dormir en una y yo en la otra-

-Claro- Dije- encontré una lata de arvejas y algo de arroz que le falta un mes para caducarse, podemos cocinar algo con eso-

-¿Te has fijado si hay agua?- Preguntó él.

Estire la mano y abrí la canilla de la mesada, hizo un chirrido pero no salió ni una sola gota de agua.

-Maldición- Dije por lo bajo.

-¿Qué tal el baño?-

Lo mire un segundo y camine unos pasos para entrar al pequeño baño, había una rana escondida detrás del lavabo. Decidí no molestarla.

Abrí la canilla del lavabo pero al igual que en la cocina, no salió nada de agua.

-Prueba con la ducha- Dijo Ethan.

Me acerque esperando que sucediera lo mismo que antes, pero para mi sorpresa el agua comenzó a salir. Me apresure a cerrar rápidamente la canilla para no derrochar.

Una sonrisa se formó en el rostro de ambos.

-Bien, podremos cocinar algo- Dije. Hacia demasiado tiempo que no comía algo caliente.

-Sería bueno si también pudiésemos darnos una ducha- Dijo Ethan.

-No sabemos si alcanzara el agua- Dije.

-Podríamos subir al techo de la casa, seguramente hay un tanque arriba y de ahí viene el agua-

Me pareció una buena idea, por lo que ambos fuimos al patio de la casa y nos alejamos un poco, al centro de la casa en el techo se encontraba un tanque grande. Ethan tenía razón.

-Yo subiré- Dije por tirar una de mis flechas con gancho para poder subir. Per Ethan me detuvo rápido.

-¡No!-

-¿Qué ocurre?-

-No sabemos qué tan podrida esta la madera ni si podrá soportar la flecha con tu peso, si está demasiado podrida se derrumbara y volveremos a dormir sobre los arboles-

Tenía sentido lo que argumentaba. La cabaña si bien no estaba destrozada estaba construida con madera, y como pasa con la madera cuando no es cuidada como se debe, comienza a podrirse y ablandarse.

-Cárgame- Dije- Ayúdame a subir-

Ethan se posiciono detrás de mí y puso sus manos delicadamente sobre mi cintura. Hizo un poco de fuerza y me levanto un poco hasta que mis brazos alcanzaron el borde del techo de la cabaña y pude impulsarme con fuerza para subir.

La Tormenta AzulWhere stories live. Discover now