Capítulo 38

266 29 20
                                    


Me desperté y fui a darme una ducha.

No tenía idea de que hora era y probablemente terminase resfriada por ducharme con agua helada a tan temprana hora. Pero no sabía cuándo seria mi próxima ducha y a decir verdad, sentía que necesitaba unas 20 duchas para quitarme toda la suciedad que había juntado en los últimos días.

Fui nuevamente a la habitación para ponerme el cinturón de armas. Si algo había aprendido era que jamás tenías que estar con la guardia baja y mucho menos desarmada. No tenía por qué ponerme el arco, con mi espada de fuego era suficiente. Pero ahora trataría de no seguir quemando lo que nos quedaba de cabaña.

Fui a la cocina a calentar agua que tuve que sacar de la ducha del baño claro. Las cañerías debían de estar tapadas con suciedad y no teníamos tiempo para ponernos a revisar cada tubería interna de la casa. Además de que tampoco nos quedaríamos mucho tiempo allí.

Prepare dos tazas de té caliente y sin azúcar claro. Pero en tiempos de apocalipsis una bebida caliente era mejor que nada.

-Buenos días- Dijo Ethan entrando desde el pasillo a la cocina. Traía puesto el uniforme de la base y tenía el cabello castaño húmedo cayendo sobre sus hombros ligeramente, necesitaba un corte con urgencia.

-Buenos días- Dije sentándome frente a él y tomando un sorbo de té amargo. Hice una mueca de asco- ¿Tú no eras rubio natural?- Pregunte burlona.

-Que graciosa- Dijo Ethan tomando un sorbo de té. Yo hice lo mismo y el segundo no supo tan mal como el primero.

-Luego de esa ducha helada, este té caliente es grandioso. Si no me aniquila un Zadoc la hipotermia lo hará- Dijo Ethan.

-Sería mejor si tuviese azúcar-

-Me gusta el té sin azúcar- Dijo Ethan- También bebo el café amargo-

-Que gustos tan extraños tienes-

-Me gustas tú- Dijo Ethan encogiéndose de hombros.

Quise responder algo, pero no se me ocurrió nada que decir.

-Te has puesto colorada- Dijo Ethan riendo.

-No te burles, no es gracioso- Dije fingiendo estar enfadada.

-Tienes razón, no es gracioso, es tierno-

Di un suspiro.

-Cambiando de tema, quería decirte algo- Dije poniéndome un poco más seria.

-¿Qué ocurre?-

-Sé que en esta cabaña estamos un poco más protegidos y cómodos. Pero no creo que debamos quedarnos más tiempo, tenemos que seguir buscando la base-

Ethan me miro serio.

-Ya sé que no planeábamos quedarnos, pero apenas hemos llegado ayer. Podríamos estar dos días más ¿Quién sabe cuando volvamos a dormir en una cama? ¿O tener un techo sobre nosotros?-

-Lo se Ethan, pero no podemos negar nuestro alrededor como si nada. No estamos de vacaciones, estamos sobreviviendo y tenemos que enfrentarlo. En mi opinión tenemos que almorzar y dejar la cabaña-

Ethan dio un resoplido.

-No quiero discutir- Dije rápidamente- Hago esto por nuestro bien-

-Está bien, Edeline, confió en ti- Dijo Ethan con una sonrisa de lado.

Las horas pasaron y ya era hora de marcharnos, me coloque el uniforme y todas mis armas, me ate el cabello en una coleta alta y di un respiro, la verdad era que hubiese preferido quedarme unos días más en la cabaña. Pero era consciente de que teníamos que seguir, teníamos que encontrar la base subterránea cuanto antes.

La Tormenta AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora