✧ ᴋʜᴀʟᴇɴ's ʟᴜʟʟᴀʙʏ [ᴘ.ɢ] ✔

✧ 01; ❝ғɪɴ ᴅᴇ ʟᴀ ɢᴜᴇʀʀᴀ❞

PORCO

Después de lanzar los paracaídas, transformar traidores en titanes y vencer al ejercito de Medio Oriente, Marley finalmente nos concedió la autorización de regresar a nuestro ghetto: Liberio.

Durante los preparativos para la vuelta a casa, estuve todo el tiempo alejado de los Braun, una peste para mí.

—¿Porqué esa cara? -

Me sorprendí al escuchar aquella suave voz, giré mi cuerpo en busca de quien -supuse- me había llamado.

—Khalen... -murmuré sin poder creerlo.

Aquella preciosa chica de ojos curiosos y cansados sonreía mientras sus labios tiritaban, presionó el inferior con su dentadura y siguió sonriendo.

Corrí hasta tenerla entre mis brazos, aflojé un poco su cuerpo y miré su rostro, lo tomé con cuidado, como si ella fuese de cristal, y besé con ternura sus labios heridos.

—¿Estás bien? ¿estás herida? ¿necesitas descansar? Pero qué digo ¡Necesitas descansar! -

Hablé tan rápido como el leve dolor en mi quijada me lo permitió, haciendo que ella riese bajito.

—Estoy bien. Por la emoción de haber participado en el fin de la guerra, Gabi me ha dado un golpe. Pidió disculpas pero debo admitir que es fuerte -

Señaló su pómulo, que estaba rojizo pero se camuflajeaba como un sonrojo.

—¿La niña Braun lo hizo? -pregunté con enojo.

—Fue un accidente -

—¡Qué le tire los dientes será un accidente! -tomé su mano y comenzamos a caminar hacia el grupo de niños que eran acompañados por algunos soldados.

—¿Viene a felicitarme, Galliard-san? -preguntó la menor con una sonrisa.

—No. -abracé por los hombros a Khalen y señalé su herida, ya comenzaba a tornarse violeta.

—¿Qué le pasó, Khaleli-san? -preguntó Falco, el peor de todos los aspirantes.

—¡Gabi, eso fue lo que pasó! -grité --Khalen está aquí para curar a los heridos de guerra. ¡No para ser una de ellos! -

—Galliard, fue un accidente -repitió la castaña.

—¡D-de verdad lo siento! -contestó la menor.

—Lo que sucede es que, a pesar de
tú seas una buena candidata al Titán Acorazado de tu primo, no tomas riesgos y tu orgullo te va a desquiciar -

—¡Porco! -me reprendió frente a ellos, pellizcando mi mejilla derecha.

Solté un gemido de dolor.

—¡Discúlpenlo, chicos! Está un poco cansado y no sabe lo que dice... -sonrió --Gabi, olvida lo que dijo.

Hizo una ligera reverencia y pronto me sacó de ahí. Caminamos unos minutos en silencio, tomados de las manos.

—Qué malo fuiste con ella, te dije que fue un accidente -

—Nadie golpea a propósito o accidentalmente a mi chica y sale libre -declaré.

—Esto me recuerda... la vez que golpeaste a Berthold por rozar una bala en mi muslo -

—¡Se lo merecía! -

Ella giró los ojos y volvió a sonreír. Al parecer ya estabamos solos, así que me abrazó por el torso y refugió su rostro en mi pecho.

—Tenía miedo de perderte... -sollozó con dolor.

—Ahora estamos aquí. Juntos -

—Me alegro de que la guerra terminara... -

—Sí. Logramos ponerle un fin a la guerra -

Seguimos abrazados unos minutos, realmente me llenaba de energía estar a su lado. Por ella, daría pelea hasta el final.