✧ 08; ❝ʟᴀɢʀɪᴍᴀs.❞

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KHALEN

Ha pasado casi un mes desde que desperté en Paradise, desde que Eren Jaeger atacó mi hogar y desde que no veo a Porco, ni siquiera a Gabi o Falco.

Lo único que hacía era tocar objetos y personas todo el día como parte de un experimento del Comandante de la Legión, una poderosa fuerza militar de la Isla.

Todo había cambiado de un día para otro, mi vida estaba al borde de un hilo y lo único que me consolaba eran las canciones que dedicaba a Porco.

Al caer el alba, justo antes del amanecer, me encontraba junto a algunos miembros de la Legión, discutían sobre la misteriosa muerte de un tal "Zackley".

—Justo antes de entrar, había un extraño sillón, dijo que había solicitado a los nuevos reclutas colocarlo en su oficina -

—¿Nuevos reclutas? ¿De qué rama? -

—De la Legión -admitió apenado el rubio de ojos azules.

Alguien estaba a punto de hablar cuando otro miembro de la milicia ingreso a la sala gritando que Eren Jaeger había escapado de la prisión subterránea y utilizado su poder titánico -

—Debemos investigar todo sobre este caso, Armin, Mikasa, Jean, Connie y Khalen vendrán conmigo -ordenó Hanji.

—¿Por qué debe ir ella? ¡Es una maldita marleana! -se quejó Connie

Estaba a nada de responderle cuando el rubio habló.

—Te equivocas Connie, ella es eldiana como nosotros, ¿acaso no recuerdas la banda de las nueve estrellas de su brazo? -

—No confío en ella -

—Ni yo en ustedes, destruyeron mi hogar y me utilizan como experimento, ¿Cómo podría hacerlo? -

—Basta, irán conmigo y se mantendrán callados si no quieren que los arreste -

"¿Y acaso no soy prisionera ya?"

Emprendimos camino para hablar con los demás miembros de otras ramas militares, aunque había una persona que no había visto nunca pero sus rasgos me parecían conocidos: una asiática.

Durante la charla que tuvieron los miembros de la Policía Militar, La Guarnición y la Legión de Reconocimiento, se llegó a la conclusión de que Eren Jaeger estaba actuando junto a un numeroso grupo de seguidores, a quienes llamaron "La Facción Jaeger", ademas de que la tal Yelena estaba actuando por cuenta propia, así que Hanji decidió investigar un restaurante donde trabajaban algunos marleanos.

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Cuando ingresamos al restaurante, fuimos recibidos por Nikolo, un marleano que solía cocinar para el Cuartel General hasta que fue reclutado para un viaje de exploración del que nunca volvió.

—¿Khalen? ¿Qué haces aquí? -

—Hola a ti también -

—Necesitamos hablar, Nikolo -inquirió el castaño.

—Por ahora no puedo, tengo algunos invitados -

—Es sobre los voluntarios que fueron arrestados, esperaremos el tiempo que sea necesario -

—De acuerdo, pueden esperar aquí -Nikolo nos condujo a una habitación elegante, rodeada de vinos y otros majares de los altos mandos militares.

Cuando él se dio la vuelta, Jean tomó una botella de vino, cosa que puso nervioso al marleano y en un acto de reflejo se la arrebato, diciendo que los demonios no podrían disfrutar de esas bebidas, aunque parecía enojado trataba de ocultar su nerviosismo.

—¿Puedo hablar con él un momento? Parecía no sentirse bien -

—¿Y qué harías tú? No eres más que una prisionera -Connie volvió a insultarme.

—Soy médico, guerrera, candidata al Titán Mandíbula y eldiana, deja de tratarme como si fuese una estúpida porque, a diferencia de ti, soy más útil en casos de emergencia -

—Ve, en caso de que trates de traicionarnos te meteré a prisión -

—A diferencia de cualquier otro en esta Isla, Comandante, yo no le tengo miedo a eso, perdí lo poco que tenía hace mucho. Estar encerrada un par de días no me afectará en absoluto -

Reté con la mirada a Connie y salí del lugar, siguiendo los posibles pasos del chef, quien a su vez, era perseguido por dos pequeña siluetas.

Bajando las escaleras y escuchando con atención supe que eran Gabi y Falco, se habían infiltrado en el dirigible de la Legión. Después de que la mocosa declarara que ella había acabado con la vida de la chica llamada "Sasha", un horrible estruendo resonó, acompañado de gritos horribles y lamentos desenfrenados.

Terminé de bajar las escaleras de piedra y vi el cuerpo de Falco tirado en el suelo junto a Gabi.

—¿Tú sabías de esto? ¡Responde Khalen! -

—No sé nada, ellos habían escapado tan pronto los pusieron en una celda. Dejame revisarlos -

—¡Mató a Sasha! Ella no merece perdón alguno... -

Tomó el cuerpo de Falco como si fuese un costal de papas mientras que jalaba del cabello a la pequeña azabache, parecía mareada.

—¡Kaleli-san! -gritó aterrada, no pude ayudarla.

Mientras los llevaba a cuestas y abría una puerta lujosa, arrojó el cuerpo de Gabi al suelo, quien soltaba quejidos de dolor.

—¡Esta niña fue quien le disparó a Sasha! Aún es joven pero fue entrenada para matar... Ella mató a su hija -

Yo miraba la escena con dolor, por un lado podía sentir el dolor de Nikolo sobre perder a quien más amas y por otro la necesidad de defenderte de extraños.

Me acerqué lentamente al marleano para separarlo de Falco pero al ingresar los de la Legión a la habitación, él lo tomó como un rehén.

—¡Nikolo basta! Tengo una misión con ese niño al que acabas de golpear, por favor déjalo. Es lo único que puedo tener ahora... No lo lastimes -imploré detrás de él.

Cuando finalmente lo soltó, el hombre de traje negro y yo sujetamos el cuerpo de Falco, comencé a limpiarle las heridas y aquel vino tan raro.

—¿Mía, te encuentras bien? -preguntó el hombre a Gabi, quien parecía sorprendida.

—¿No me odian? -al pronunciar aquellas palabras, una niña de más o menos su edad tomó un cuchillo y quiso apuñalar a Gabi sin embargo Mikasa detuvo el ataque protegiendo a la menor de los Braun.

—¿CÓMO PUDISTE? ¡TÚ LA MATASTE! ¡ASESINA! ¡CREÍ QUE ERAS MI AMIGA! -la otra niña gritaba y lloraba desconsolada. También la entendía.

Terminé de limpiar a Falco y me acerqué a ella bajo la mirada de todos.

—Cariño, ven. -me agaché a su altura pero dejé al menos un metro de distancia entre nosotras.

Ella me miró desconfiada. —No conocí a Sasha pero puedo decirte que te entiendo... Hace tiempo perdí a quien me salvó y fue como un hermano para mí, un titán lo devoró y yo... no pude hacer nada -solté un par de lágrimas.

Ella giró completamente hacía mí y me abrazó con fuerza mientras lloraba desconsolada y acariciaba su cabello.

"La primera campanada
será para nosotros.
Mañana ven a encontrarme.
En el verdadero nombre del amor,
Irás sin miedo"

Canté lentamente para después oir las terribles palabras de Nikolo, junto a su mirada llena de culpa.

—Es posible... Que haya ingerido el vino que contenía el fluido espinal de Zeke -

La sangre se me heló, miré el pequeño cuerpo inconsciente de Falco.

—Nikolo, ¿qué has hecho? -comenté aterrada.

Si eso había pasado, todo estaba perdido.
No podría protegerlo.

✧ ᴋʜᴀʟᴇɴ's ʟᴜʟʟᴀʙʏ [ᴘ.ɢ] ✔Where stories live. Discover now