✧ ᴋʜᴀʟᴇɴ's ʟᴜʟʟᴀʙʏ [ᴘ.ɢ] ✔

✧ 05; ❝ғᴇsᴛɪᴠᴀʟ ɪ. ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴍᴇᴅɪᴀ ɴᴏᴄʜᴇ.❞

Con el paso de las semanas, se dio a conocer el evento principal que se realizaría en menos de una semana en el ghetto Liberio: un festival.

Esa noche, mientras los niños aspirantes al Titán Acorazado trabajaban sirviendo comida para los marleanos y sus invitados, el padre de Khalen había sido llevado al hospital por mis padres, tenía una cita con un buen médico eldiano que lo ayudaría, mientras Khalen y yo descansabamos en su casa.

Ambos estabamos acostados en su cama. El calor que emanaba el cuerpo de mi chica era reconfortante al grado de acurrucar mi cabeza sobre su vientre.

—¿Porco? ¿Estás bien, cariño? -

Me estremecí al escuchar el mote que me había asignado, comencé a acariciar su vientre sobre la tela de su blusa mientras ella acariciaba mi cabello.

—Sí.

Poco a poco, sus manos acariciaban mis hombros y mejillas, provocando miles de sensaciones en mí.

—Khalen... -

—Cariño... -

Me acomodé mejor en la cama, quedando sobre ella sin aplastarla con mi cuerpo.

—¿Podemos...

Deje incompleta la frase, quería a Khalen y ella lo sabía, no era necesario decir nada más porque sus labios comenzaron una suave danza con los míos.

La vestimenta comenzó a sobrarnos, la temperatura del cuarto subía demasiado rápido y aquellas sensaciones en nuestros cuerpos nos exigía sentirnos lo más cerca posible. Sin darme cuenta en qué momento, solo nos separaban las prendas que cubrían nuestros sexos.

Miré su rostro sonrojado y con ligeras gotas de sudor, su respiración era irregular y su cabello castaño se esparcia por la sábana beige. Mandé al diablo las últimas dos prendas, casi arrancandolas de nuestros cuerpos.

En un ágil movimiento, y digno de una guerrera como ella, terminé debajo de su cuerpo mientras su intimidad rozaba contra la mía, era una tortura.

Sin dudarlo, me incorporé mientras ella acomodaba mejor sus piernas al rededor de mi cuerpo, definitivamente era muy excitante. Justo como la primera vez.

Tomé sus caderas con fuerza, acercando aún más mi pelvis contra su entrada, besando sus labios en el proceso.

—Cariño... -jadeó cuando nos separamos por falta de aire.

—Dime -

Posó sus manos sobre mis mejillas y me hizo mirarla a los ojos. A pesar de la situación tan acalorada, me sonreía con mucha ternura.

—Te amo -dijo finalmente para besar mis labios y montarse sobre mí en un solo movimiento.

Tomé con más ganas sus caderas y comencé a moverme dentro de ella con fuerza, soltando jadeos llenos de placer y amor provocados por la chica de bellos ojos azules.

Me separé de su boca mientras besaba su cuello y clavícula con deseo, nada podía mejorar el momento, solo eramos ella y yo.
No Marley, no Eldia, no titanes, no guerra.

Solo ella y yo.

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Ambos estabamos recostados en su cama, descansando de aquel momento tan intenso y tan secreto.

Khalen había caído dormida al poco tiempo y me quedé admirandola, parecía un ángel: aquella paz y tranquilidad que emitía era singular de ella.

Mientras acariciaba su rostro, de alguna manera pude ver un recuerdo. Una memoria de Khalen.

Era de noche.
Khalen se encontraba cerca del prado que estaba a las afueras del ghetto y miraba las estrellas con una sonrisa.

De pronto, me vi a mí acercandome a donde estaba ella y tomó mi mejilla herida con una de sus manos mientras acercaba suavemente sus labios y besaba con ternura.

Se separó de mí mientras me acurrucaba sobre su regazo y ella comenzaba a cantar su melodía:

"Cariño, ¿podemos volver a encontrarnos en el cielo más azul?
Donde un mañana espera por ti y por mi
Abrazame fuerte una vez más, pero no me digas adiós"

El amor que teníamos por el otro nació a media noche.