✧ ᴋʜᴀʟᴇɴ's ʟᴜʟʟᴀʙʏ [ᴘ.ɢ] ✔

✧ 06; ❝ғᴇsᴛɪᴠᴀʟ ɪɪ. ᴅᴇᴍᴏɴɪᴏ ᴅᴀɴᴢᴀʀɪɴ.❞

—A partir de las 7:30 de esta tarde se requerirá su presencia en las gradas, habrá un lugar designado para ustedes y cerca de ahí para sus familiares -

Aquellas palabras hicieron que algunos sonrieran y otros suspiraran, tal vez de alivio.

Los guerreros y algunos soldados marleanos salimos del Cuartel General, algunos conversando con otros soldados y otros simplemente sonriendo.

Por las calles marleanas, ya se encontraban algunos stands de comida y juegos, la mayoría eran extranjeros, algunos nos miraban con odio mientras que a otros poco les importaba nuestra sangre maldita con tal de que comprasemos sus productos.

—¿Quieren ir a comer algo? -preguntó Colt

Miré distraidamente a Khalen, quien había estado evitando mi mirada y presencia toda la mañana. Pero me sorprendí al ver que ella se colgaba del brazo del rubio. ¿Qué carajos?

—¡Claro! Acuerdate que me debes una apuesta -

—Por supuesto. Además quiero hablar contigo un par de cosas -

Ella asintió y poco a poco se alejaron, me quedé confundido y molesto a mitad de la calle junto a Pieck.

—¿Qué le hiciste ahora, Pokko? -preguntó divertida.

—¡Nada! Habíamos estado perfectamente bien estos últimos días, sin embargo desde esta mañana ha estado evitandome... -suspiré con enfado.

—Bueno seguro fue por lo del hospital... Fuf, si no hubiese sido por Zeke y Colt seguramente la habrían golpeado con más fuerza -

—¿Qué has dicho? -pregunté con temor, dejando de lado mi molestia.

—¿No te lo dijo? Cielos... -suspiró derrotada y cerró los ojos —Por lo que Zeke me contó... En la madrugada, un extranjero solicitaba la presencia del Capitán Magath, en su lugar envió a Khalen y el "cariñoso y simpático" sujeto, de idiota y demonio no bajó a mi amiga... la situación estuvo fea, ella ni siquiera respondió a sus insultos y por ignorarlo la abofeteó... -

》En ese momento, Zeke y Colt ingresaron al hospital y vieron el golpe que le dio ese sujeto a Khalen, Zeke intervino diciendo que él era el Jefe de Guerra de Marley y que la presencia del extranjero era más bien de prisionero de guerra y que no estaba en condiciones de exigir nada o podría morir. Al parecer el ambiente se había relajado pero en un momento de furia, el hombre llamó a todos demonios, tanto a marleanos como eldianos del hospital y su víctima, nuevamente, fue Khalen. Logró tirarla al piso y darle un par de patadas, Colt ayudó a Khalen mientras que Zeke sacó al hombre con ayuda de soldados marleanos.

Al terminar su relato, suspiró mientras cerraba los ojos y hacía una negación.

—No le des vuelta al asunto. Si no te lo dijo fue por algo importante. No hagas esto algo problemático -

—¡¿Que no haga esto más problemático?! ¡Un perfecto idiota golpeó a mi novia y no pude hacer nada! -

—Seguramente fue una sugerencia de Zeke para proteger a Khalen y Colt. Ahora deja de pensar en esto y vamos a comer, por la noche estaremos ocupados -

Y sin más, comenzamos a caminar.

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Una hora antes del evento, encontré a Khalen, estaba sola y parecía meditar en el balcón del Cuartel General.

Me acerqué a ella sin decir nada, acto que ella continuó al recargar su cabeza en mi hombro.

—Lo siento... -dijo con voz nerviosa.

—¿Sobre qué? ¿Ignorarme toda la mañana o irte con Colt después? -

—Por engañarte con él, ya sabes, será el futuro Titán Bestia -

—¡Y yo SOY el Titán Mandíbula! ¿Qué tiene él que no tenga yo? Es más, soy mejor que él porque tengo tu...-

—Mi amor, mi confianza y mi vida entera -me interrumpió con voz calmada.

Al escuchar sus palabras, una calidez surcó mi pecho y pasé uno de mis brazos para rodear su cuerpo y abrazarla con cariño.

De pronto, una extraña y lenta melodía comenzó resonar por los altos parlantes del lugar, ella soltó una risita y yo me separé de su lado mientras le extendía una mano.

—Siempre tan encantador -

—Por supuesto -le sonreí mientras nos acomodabamos para bailar aquella pieza de baile.

La música era lenta pero sabía bailarla gracias a mi madre y su inparable deseo de aprender a hacer otra cosa que no sea pelear, los movimientos eran suaves y lentos, nos mirábamos a los ojos con sonrisas pequeñas que demostraban nuestro amor y fidelidad.

—Te protegeré de todo y todos... Aún si no me encuentro a tu lado, velaré por tu bienestar... ¿De acuerdo? Puedes contar conmigo y lo sabes. -dije con tranquilidad.

—Lo sé, solo que no quería preocuparte, estaba tan agotada que no me sentía bien... Aún si los demás nos consideran demonios quiero que sepas que eso no cambia nada en nosotros -

—Pues somos los mejores demonios bailando, tenlo por seguro -animé a modo de broma.

Ella rió un poco y besó tranquilamente mis labios.