LA CHICA QUE NO LO QUIERE 🌺 (Jotaro x Reader)

C u t e 🐝

El reloj marcaba las 7 am. Me levanté de la cama al ver que Jotaro ya no estaba a mi lado. Levanté la mirada y lo vi ahí.

- Buenos días, _____ - Me sostuve del marco de la puerta al verlo. Tenía el pelo mojado y se estaba vistiendo.

- H-hola. - Le sonreí.

Me fui a la cocina tratando de no mirar mucho. Con confianza, saqué de la nevera unas fresas y una cerveza, Volví a la habitación con tranquilidad. Al llegar lo vi completamente vestido, mirándome.

Me senté en la cama, viéndolo desinteresada. Tomé una fresa de la caja.
Nos seguíamos viendo mientras él estaba apoyado en la pared.

- ¿Qué? - Dije divertida. El se rió y se acercó a la cama.

- Nada, es que eres muy linda. - Me sonrojé y puse varias fresas en mi boca a la vez.  Pasado un momento, se tiró en la cama haciéndome pegar un pequeño salto del que caí mirándolo fijamente. Él estaba recostado en la cama apoyado en la pared y yo estaba a un lado sentada sobre mis piernas.

Nos quedamos un momento viéndonos sin más, le sonreí. Dejé las fresas a un lado y me disponía a abrir la lata de cerveza sin embargo rápidamente Jotaro la tomó de mis manos con agilidad.

- ¡Ey! -

- No te puedo permitir tomar esto - Soltó una pequeña risa al verme confundida.

- Sólo soy un año menor a tí - Abrió la lata y empezó a tomar. Me puse encima de Jotaro para coger la lata, luché para conseguirla sin embargo no lo lograba.

Tomé el brazo de Jotaro con el que sostenía la lata y simplemente aún con su mano en ella, tomé de esta.

Ambos reímos. Y, entonces me di cuenta de la posición en la que estábamos, sin embargo no me moví de ahí, aunque estaba avergonzada. Al parecer, mi vergüenza fue evidente.

Jotaro puso sus brazos al rededor de mi espalda haciendo que nos juntáramos aún más. Estaba claramente inmóvil. Me veía con tranquilidad. Cada vez estaba más alarmada.

La risa de Jotaro interrumpió.
- Te avergüenzas muy fácil - Dijo entre risas soltándome.

- ¡N-no te rías! - Rápidamente me hice para atrás, a un lado de él. Sin embargo, el cogió mis brazos y cayó encima de mí. Estábamos cara a cara.

Traté de mantener mi compostura, era obvio que sólo lo hacía para molestarme. 
Era tan difícil tenerlo cara a cara sin sonrojarme, sin tratar de besarlo.

Como si me leyera la mente, me besó con amabilidad, poco a poco profundizándose más. Su respiración estaba más agitada que la mía, pero se veía tan tranquilo.

- Quiero saber, ¿Qué quieres en este momento? - Dijo soltándose del beso

- Quiero que hoy hagas lo... que tú quieras - Volteé la cara evitándolo, repitiendo en mi cabeza una y otra vez lo que acababa de decir.

- ¿Estás segura? Si me dices eso no me podré contener - Algo avergonzada, asentí evitándolo.

Tomó mi mentón con firmeza levantándolo, y cuando me iba a besar, la puerta se abrió rápidamente.
Un pelirrojo apareció del otro lado, atónito al ver la escena. Los tres nos miramos entre nosotros.

- Creo que llegué en un mal momento. Lo siento, ___ y Jotaro. Mejor me voy.

- Kakyoin, ¿no?

- Si... Es cierto que no recuerdas.

Me miró con tristeza. Sólo sabía su nombre después de todo.

- Si, Kakyoin. Puedes irte ahora que se recordaron, ¿no? - Dijo Jotaro ciertamente molesto.