99 días sin ti | adaptación Emiliaco |

Día diecisiete-veinte

Lo siento por haberme olvidado en escribir los últimos días. Para ser honesto, me siento muy cansado y no he dejado mi cama. Creo que tú debes entenderlo, ahora que estás durmiendo por una eternidad. ¿Fue algo rudo eso? No lo sé, no sé qué pasa desde que te fuiste, pero, si algo puedo decir, es que es un mundo muy oscuro. Dios, espero que no estés sentado por ahí Joaquín, mereces cantar con los ángeles. Apuesto que te escucharías muy bien en sintonía con ellos. Siempre he pensado que tienes una voz como de ángeles. Tal vez podrías ser mi ángel guardián y cantarme mientras duermo, ¿sí?

Regresando a los últimos días, como te dije, he estado muy cansado. No he dejado mi cama, toda la compañía que tengo es mi Laptop. La cual sé que hay muchas cosas que hacer en internet, pero, trato de evitar las redes sociales, aún no estoy listo para afrontar el mundo.

Ale ha estado muy callada últimamente, de hecho, es la que más está preocupada por mí que los demás. Solía ser el que siempre sonreía y alegrar el día de los demás, ahora ya no soy esa persona. Ale siempre trata de estar ahí y hacerme sonreír, aprecio mucho su esfuerzo.

Simplemente no sé si seré capaz de volver a sonreír.