Día cuarenta y cinco

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Hoy tuve un sueño, vi tu cara. Dios Joaquín, estoy empezando a olvidar como eras. Claro, puedo ver fotos, pero las fotos no se mueven, ríen o pestañean. Sólo son recuerdos capturados. Pero mis recuerdos se están desvaneciendo. Tal vez sólo sea el efecto de tantas medicinas, pero están desvaneciendo. No puedo perder fragmentos que tengo de ti. Cuando desperté, me encontré con Niko sentado junto a mi cama, las lágrimas se deslizaban por sus mejillas mientras me hablaba tranquilamente. No se dio cuenta que estaba despierto, ya que seguía hablando. No lo podía escuchar, pero no importaba.

99 días sin ti | adaptación Emiliaco |Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt