Chapter 11

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Después todo fue de maravilla, la pareja de recién casados, se acoplo tanto a ese hábitat, que pronto le encontraron. Cada día era diferente, desde entregarse al amor, al fundirse en una sola persona, hasta salir a caminar por el pueblo y andar en carretera.

Una semana ya había pasado desde que se encontraban ahí en la isla, Stiles suspiraba cansando, después de hacer el amor, ese día despertaron con ganas de saciarse de sus cuerpos, y Derek no había permitido que Stiles saliera de la cama. Ya pasado el tiempo, mientras solo tonteaban acariciándose y besándose, empezaban a sentir como el hambre empezaba a cobrar factura.

-Iré a la cocina, para ver que rescato de la alacena – Derek se paró de la cama, enrollándose una de las sabanas a la cintura – esto a sido fantástico.

-Y que lo digas, creo que sería mejor idea salir a comer al pueblo, tengo ganas de volver al restaurante del otro día – su esposo sonrió asintiendo al cambio de planes – últimamente, haces que me de mucha hambre, apenas y me dejas salir de aquí.

-Perdón, pero al parecer es reciproco, últimamente estas muy intenso al igual que yo – Stiles rodó los ojos tapándose con la sabana hasta la cabeza – no seas flojo y levántate, que me has antojado aquel platillo al que le tengo ganas.

El barbado agarro a su esposo y le hizo cosquillas, para después cargarlo y llevarlo al baño, para darse una ducha rápida y salir con rumbo al pueblo. Todos los habitantes del pueblo, ya los reconocían y no tenían problema con que fueran una pareja del mismo sexo. Incluso los trataban como uno más de la isla. Los esposos incluso habían comentado, con regresar con su hijo, para que también conociera el paisaje.

La pareja sin pensarlo, estaba cayendo enamorada, también de todas las atenciones que recibían de los pueblerinos. Aparte de que el tiempo se les empezaba a ir como agua, las dos semanas, se iban muy rápido al parecer del par.

Los últimos días, empezaban a sentir, ese pequeño tirón de tristeza, por dejar aquel lugar magnifico. Incluso Derek parecía irse en sus pensamientos, mientras miraba el atardecer que le regalaba la playa, desde la habitación. Era algo totalmente nuevo, a pesar de tener dinero y no utilizarlo, para darse el lujo, amos antes, nunca le llamo la atención ir a un lugar con mar.

Él era más de estar en el bosque, o en efecto en la ciudad. Pero esto era aún mejor, de lo que ya conocía. Extrañaría demasiado estar ahí, abrazado a su amado, el regresar a la ciudad seria un poco difícil al parecer.

Los últimos dos días, estuvieron fuera, descubriendo todos los lugares que tenía la isla y maravillándose de la hermosa cascada que caía en un manto de agua clara, de la que no pudieron huir, metiéndose y disfrutan del agua cálida, todo de la compañía de los amigos que habían hecho en su estadía en el pueblo.

También estuvieron de escalada, donde Derek tuvo que asegurar a su chico con palabra y con alguno que otro beso que todo iría bien. Que él lo protegería de lo que pasara, aunque todo estuviera en orden y bajo control.

-Esto es hermoso – Derek tomo de la cintura a su chico, mirando como desde la cima se miraba toda la isla – desde de aquí puedo ver la casa donde nos estamos quedando.

-Mira quién lo diría, antes tenías miedo de subir y ahora andas como si nada – sintió como Stiles le daba un codazo y le sacaba la lengua, en un gesto demasiado infantil – oye, debo decirlo, porque casi me arrancas el brazo, cuando hemos escalado.

-Eso es porque te quería cerca de mí, tu nunca me soltarías – el barbado se sintió feliz por ello y abrazo con más fuerza al castaño.

Así duraron buen rato, conviviendo con todo el grupo de excursión. Antes de que anocheciera, bajaron en menos del tiempo que habían hecho para alcanzar la cima. Dirigiéndose de nueva cuenta al lago con su inmensa cascada, para meterse una última vez.

Me Cambiaste La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora