Epilogo

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Tiempo después.

La vida en el campo era tan pacífica y relajante, que no sentía para nada la necesidad de regresar a la ciudad. Donde todo era una rutina y donde no se podía disfrutar de un atardecer con tanta tranquilidad y terminar el día con broche de oro, con una noche llena de estrellas. Todo en compañía de sus dos caballeros.

Caminar por el pasto, respirando el aire puro, acompañar a Derek en ciertas ocasiones en que se enfadaba estando en casa. Ir al pueblo y saludar a todos, platicar y disfrutar de una buena taza de café casero, mientras las horas pasaban.

Esperar a que llegara Isaac de la escuela y comer con el mientras el menor le contaba cómo había estado su día entre libros y cuadernos. El tiempo se le había ido como agua, ya dos años desde que se habían mudado y Stiles nunca se podría arrepentir de dejar todo atrás.

-Gracias por acompañarme, es un poco difícil estas cosas, a la mujer de Boyd le ha hecho bien verte y platicar con ella. – el castaño asintió abriendo la puerta de la camioneta, para salir, no sin antes tomar a su marido de las mejillas y darle un pico en los labios.

-No me lo agradezcas amor, sabes que me gusta ayudar a las personas en sus momentos difíciles. – el chico bajo del carro, acomodándose el cabello.

-Nos vemos más tarde cariño, tengo algunas cosas que hacer de trabajo y regreso, Jordan ira por Isaac a la escuela y lo traerá a casa. – Stiles asintió, viendo como la camioneta se alejaba y dejaba un camino de humo.

Pobre Boyd, su mujer había tenido un embarazo complicado, cuatro meses después de muchos cuidados, el pequeño que crecía en su vientre se había malogrado. Derek con el corazón en la mano y los sentimientos a flor de piel al final le había contado la situación de su compañero de trabajo. El castaño decidió en ese momento que tenía que visitar a la pobre Ericka.

Pasaron muchas horas en las que Ericka y el platicaron, la mujer había llorado en sus brazos, por la pérdida de aquel niño. Stiles la reconforto y la acompaño diciéndole muchas cosas, tenía que ser fuerte por sus demás hijos y por Boyd. Cuando Derek paso por el, la señora ya estaba más tranquila.

Stile se dirigió a su casa, para limpiar un poco antes de que su hijo llegara, de un tiempo a la fecha, su hijo dejaba la sala llena de hojas y lápices y alguno que otro juguete. Daba gracias al cielo, que no fuera de esos niños que quisieran videojuegos y cosas modernas.

Sus estudios en psicología, le ayudaban de cierta forma a sobrellevar ese tipo de cosas con el menor y en caso como el de Boyd y Ericka, con la pérdida de su bebe no nato. Derek lo sabía muy bien y cada oportunidad que tenia de que su chico adorado saliera al rescate, el mismo barbado le decía las cosas en la privacidad de su habitación antes de irse a dormir y desearse buenas noches.

...

Justo ahora se encontraba en la cocina mientras cuidaba que su hijo, porque si, Isaac lo consideraba su padre, el sentimiento era reciproco. Derek estaba a punto de llegar, después de un dia lleno de trabajo, con ganas de un buen plato de comida y la compañía de su familia. El barbado siempre llegaba y buscaba a su esposo para abrazarlo y oler su aroma, para asegurarse de que todo fuera real, que nada de lo que pasaba, era un sueño.

El castaño había apagado la estufa, cuando escucho el sonido de la puerta principal siendo abierta. Su marido ya estaba en casa, podía escuchar las fuertes pisadas aproximándose a la cocina. Stiles se quitó el mandil, dejándolo colgado en el perchero que tenía y se arregló el cabello para verse presentable, sonaba tonto hacerlo, pero era algo que no podía evitar.

Vio al hombre entrar con una cara de cansancio quitándose la sudadera y el cinturón de trabajo dejándolo sobre la barra. - ¿Cómo está mi hermosa familia?

Me Cambiaste La VidaWhere stories live. Discover now