CAPÍTULO 7

6K 391 486
                                    

ADVERTENCIA: Si eres un religoso... 

¡NO SE NI QUE HACES LEYENDO ESTÁS HISTORIAS!
¡ARREPIENTETE MALDITO PECADOR!

A los que ya tenemos nuestro lugar aparto en el infierno...

Continuen.


...

― ¿Qué hacemos aquí?

― Jinko ¿Qué llevas puesto?

― Un vestido negro

― Eres una monja idiota

― ¿Qué es una monja?

― ¿es en serio? Es una mujer religiosa que dedica su vida a un Dios

― ¿Cuál Dios?

― Supuestamente el creador del mundo

― ¿eh? ¿hablas de la biblia y los hebreos?

― Si, esos

― Ya veo... conozco de eso

― Entonces, se una monja

― ¿pero qué hacemos aquí?

― Es una antigua iglesia

― Da miedo ¿en verdad oraban aquí?

― Si, ¿te sabes el padre nuestro?

― Si

― Dedícate a decirlo y obedecer

― Bien, haré mi papel

― Haz tu mejor esfuerzo chico.

Atsushi dejo sus rodillas en el suelo frente al altar, cerro sus ojos y junto sus manos ― padre nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal

― Amen – agrego el azabache a su lado ― lo haces bien

― Gracias padre – sonrió el albino pero el azabache tomo su cabello con fuerza ― ¡aagh!

― Pero puedo ver que tienes una mente pecaminosa, eso no es permitido aquí. Tendré que enseñarte a rezar bien

Atsushi lo miro con ojos llorosos ― s-si padre, sa-santifiqueme

Akutagawa tomo al albino dejándolo en el suelo, estaban solos, no cambia decir que aquella iglesia estaba abandonada y los únicos que los veían eran aquellos cuadros religiosos. Atsushi se sentía nervioso, el azabache tomo su cuello ― ¿Qué miras? ¿Te sientes culpable ante Dios? Deberías mejorar ese pensamiento sucio tuyo

― Lo la-lamento padre

― Ahora reza 5 rosarios antes de que termine

― S-si padre

Atsushi fue puesto sobre el pulpito, la pitad de su cuerpo estaba recargado en aquel santo lugar mientras de la cadera estaba suelta, el azabache aprovecho para acariciar sus piernas delicadamente mientras el albino apretaba el crucifico y rezaba – pa-padre nuestro...

― Más fuerte

― Pare nuestro que estas en los cielos ¡aah!

― ¿reaccionas solo con eso? Debes entender que mi mano no te toma por placer, esto es una lección que debes entender, no debes pensar en esos sucios sentimientos

Couple RollWhere stories live. Discover now