19.

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Akutagawa estaba sentado en la sala, leyendo un libro tranquilamente acompañado de una taza de té. Usaba su gabardina y Rashomon estaba presente en la sala. Los gemidos se extendían en toda la sala, el agente estaba en medio de Rashomon, o más bien listones de Rashomon, atrapado en el aire por sus muñecas y tobillos mientras la tela negra lo penetraba. – ¡aah! ¡Ya, ya! – Atsushi era comido por la tela en un vaivén

― Esté capítulo está interesante

― M-me si-siento una pe-pelota de ping pong

― Las pelotas no gimen cariño

― ¡Aaah! ¡aaah!

― ¿quieres dejar de gemir tanto? Intento leer

― ¡aaah! ¡Ryunosuke haz que paré!

― No, dijiste que podías aguantarlo – sonrió amplio – y eso harás. Pero necesito leer –

Rashomon se alzó con un listón más, un quinto para ser precisos y se metió en la cavidad bucal del chico – ¡mmgh! ¡Sammgcammglo!

― Te escuchas tan adorable.

La velocidad aumentaba, el albino más gritaba. Akutagawa siguió leyendo, otro listón de Rashomon apareció para tomar su miembro por enfrente y un par más para sus pezones. Atsushi ya no sabía que más podía llegar a él. Unos minutos después, Atsushi se dedicaba únicamente a gemir, Rashomon no paraba – prepararé la cena ¿quieres algo en especial?

― Summgelmmtamehg

― ¿sushimi?

― ¡Mmmfdh!

Akutagawa sonrió – ooooh, ¿más grande? – menciono sonriente mientras el hilo de Rashomon crecía en su interior

― ¡AAH! MGH

― Música para mis oídos

Akutagawa se levantó, los hilos de Rashomon lo seguían al igual que el cuerpo de Atsushi. Le miro mejor y aparto la tela de su boca un momento – mmgh Ry...u n-no si...ent...o mi cu-cuerpo

― ¿no dijiste que podrías tener un frenesí fácilmente? No me dejaste dormir nada la semana pasada, creo que el calmarte antes sería bueno Jinko

― Aaah n-no soy un a-a-¡aaah!

― ¿animal?

― S...si, ¡sí!

― Yo creo que si – menciono haciendo que el albino se acercará, beso sus labios y el agente rápidamente saco su lengua – lo vez, no puedes estar calmado

― Ry-Ryu, y-ya no si-siento na-nada, t-te quiero a ti

― Lástima, Rashomon seguirá por mi

― Pe-pero

La tela volvió a entrar en su boca, la velocidad había acelerado, así como la posición, estaba vez la tela había volteado el cuerpo para dejarlo boca arriba. Akutagawa calentaba algo de agua mientras lo miraba extasiarse por su habilidad – hey si le cae algo a la comida, prepararas otro pero desnudo

― ¡Mmmgh!

Akutagawa suspiro. Rashomon envolvió todo el cuerpo del albino, apretando cada centímetro de su piel, frotándolo y penetrándolo. Atsushi no podía ver nada, lo único que salía de la tela era su nariz para respirar, no sabía cuánto tiempo llevaba allí o cuantas veces se había corrido ya, solo sabía que Rashomon no lo iba a soltar, lejos de preocuparle, estaba a gusto.

De un momento a otro la luz lo cegó, pudo ver al mafioso frente a él, Rashomon lo había soltado y el albino fue sostenido por el mayor, aunque Atsushi no podía sentir su cuerpo cayo de inmediato – Jinko, ¿estás bien?

― Y-yo... ¿qu-que año es?

Akutagawa intento no reír – tonto

― Ry-u...

― Te corriste como 7 veces – menciono alegre – y con eso... ¿ya ni sabes en que mundo vives?

― Ry...u

― ¿si?

Atsushi lo miro, y junto sus labios, cerró sus ojos y el azabache sonrió. Beso al albino y esté sonrió, después de besarse, el albino cayo completamente noqueado en los brazos del mafioso

― Eso sí estuvo bueno

El agente despertó un día después de lo sucedido, miro alrededor, la luz lo molestaba, se levantó de la cama pero sus piernas no respondieron, habia caído al suelo. Akutagawa entro a la habitación para verlo en el suelo - ¿estás bien?

― Ryu... no siento mi cuerpo

― Si, dormiste un día

― ¿eh? Es-espera... - lo miro nervioso - ¿es lunes?

― Si, mande un mensaje desde tu celular, no te preocupes. Yo también pedí permiso... ¿fue mucho para tu cuerpo?

― Es-estoy bien, mi cuerpo aun siente cosquillas

― Quédate recostado, traeré unas almohadillas para que estés cómodo

Atsushi tomo su muñeca – no te vayas, que-quédate, aprovechemos el día

― ¿quieres más?

― No tonto, abrázame

Akutagawa sonrió ladinamente, se acostó en la cama y el albino lo abrazo con fuerza – rayos... saber que te pondrías así, me siento celoso de Rashomon

― Ryu – el albino sonrió abrazándolo con más fuerza – eres tan lindo

Akutagawa trago saliva, realmente el lindo era él. Abrazo con las fuerza al albino, podrían descansar todo el día juntos. 




...

Uno pequeñito para terminar su fin de semana

Espero que les gustará

¡Gracias por leer!

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