CAPÍTULO 30.

3.8K 204 23
                                    

Era un lugar bastante oscuro, alejado de todo, se podía escuchar el agua chocar contra las rocas a lo lejos. Las pisadas llamaban su atención – aaah – gimió delicadamente mientras aquella persona entro y dejo sus cosas en el mueble frente a él

― ¿Cómo estás?

― Aah... in...creíble...

― ¿quieres quedarte allí un rato más?

― No... te quiero a ti

― Lástima, te quedarás otro rato

― Yuki aaah chi...

― Gran y poderoso jefe de la mafia... ¿Cómo se siente al estar atado y sumiso ante mí?

― Es... es increíble Yukichi... - El mayor se sentó en el mueble - ¿Yukichi? ¿Si-sigues aquí?

El mayor no hablo, se deleitaba viendo al menor frente a él. El líder de la port mafia, y su amante, estaba colgando del techo en una atadura perfecta que dejaba su cuerpo de manera horizontal en el aire. Atando cada rincón de su cuerpo y sobre todo ajustando su entrepierna y glúteos. Mori estaba en lo último, llevaba ya varias horas atado. Cuando horas atrás su espadachín comenzó a practicar nudos y el doctor clandestino no se negó en la curiosidad.

Lo que comenzó como una atadura de manos en la espalda termino de esa manera, y el presidente de la agencia se deleitaba viendo a su presa colgando del aire. – Yu...kichi... Ya...

El presidente sonrió ligeramente, tener al jefe de la mafia suplicándole era bueno. Toco al jefe de la mafia haciendo a esté gemir con fuerza, fue desatándolo lento hasta que pudo sostener su cuerpo, desato sus ojos y esté sonrió – Yukichi, eso fue grandioso...

― ¿Cuántas veces te corriste?

― No lo sé, me quede dormido en algún punto y al despertar volví a hacerlo

― Eso habla bien de ti

― Soy médico, tengo buena condición

Aunque el mayor sonrió de ello, dejo al menor sobre el mueble – te quitaré la ropa

― Es-espera, puedo hacerlo yo, es vergonzoso... - miro a otro lado sonrojado – mi ropa... está llena de semen...

― Eso habla del buen doctor que eres ¿no?

― Tonto...

― Está bien, desnúdate. Lo que haré te gustará

El jefe de la mafia trago saliva, se levantó y aunque lo hizo sintió su cuerpo débil, comenzó a desvestirse mientras el mayor acomodaba una cuerda nueva. El azabache se quedó parado y en bóxer – también el bóxer

― Pe-pero

― Solo hazlo, ¿Qué no te he visto en todos estos años?

El mafioso se sintió rechazado y ofendido y aun así se quitó el bóxer. – Siéntate – pidió el presidente.

― Yukichi...

― ¿No dijiste que querías esto?

El jefe de la mafia se sentó en el mueble. El presidente se arrodillo entre sus piernas y el mafioso simplemente se sonrojo. Tomo sin descaro el miembro del mafioso, sujetando sus testículos con delicadeza – Yu-Yuki

― Silencio – pidió el mayor

Comenzó su atadura dejando una besa en la parte externa de la base del miembro y sujetando sus testículos – aaah, aaha no espera no – pidió el mafioso pero el agente continuo su atadura, siguió dando vuelta en sus testículos de forma homogénea hasta envolverlos. El jefe de la mafia no solo estaba duro, estaba a punto de correrse pero con aquella atadura se sentía incapaz – no es-espera no – pidió el mafioso. El presidente de la agencia suspiro y dio un ligero y casto beso a la punta del miembro. El líder de la mafia tapo su boca con sus manos.

Las contracciones se hacían más rudas mientras el presidente de la agencia iba atando el miembro del jefe de la mafia, ahora solo se encargaba del pene dándole vuelta con aquella cuerda suave. El jefe de la mafia había continuado sus gemidos aun cuando usaba sus manos para tapar su boca, sus piernas lo traicionaban intentando cerrarse aunque el presidente en medio lo evitaba.

Termino el amarre hasta la punta del miembro dejando la cabeza libre – que duro estas – menciono alegre el presidente

― Yu-Yukichi...

― Sigamos con la otra atadura

― ¿Qué? n-no ya no

El presidente tomo al jefe de la cintura. Esto lo éxito más, la atadura en el dejaba su miembro recto, duro y firme haciendo cada movimiento más sensible. Acomodo al jefe de la mafia boca abajo y a lo largo del mueble. Ato sus manos primero dejándolas juntas mientras el jefe gemía. Puso al jefe de la mafia con su cadera y trasero levantados haciendo que sus rodillas se doblaran y su miembro rosara su vientre. Paso las manos atadas por lo largo de su torso y por debajo de su cadera hasta la altura de sus tobillos. Con la misma cuerda que ataba sus manos ato las manos a sus tobillos dejándolo completamente indefenso – Yu...ki...chi

― ¿ya no lo soportas?

― No, creo que me voy a desmayar

― Aguántalo un poco más

El presidente jugo un poco para provocar al menor, aunque esté estaba más que preparado al estar en lo húmedo por algunas horas. El jefe de la mafia no paro de gemir aun con la atadura sin dejarlo correrse podía sentir como todo se acumulaba y quería explotar. – Ougai

― ¿S-si?

― Voy a entrar

― Me mataras

― Tranquilo, el jefe de la port mafia no puede morir

Entro en el jefe de la mafia con cuidado pero aun así abriéndose paso entre sus paredes anales. Ougai gimoteo mientras movía sus pies, era lo único que podía mover. Fukuzawa tomo sus hombros mientras llegaba al fondo, el jefe de la mafia siguió gimiendo mientras el presidente de la agencia lo penetraba – Yu-Yukichi, no. Es raro – pidió sintiéndose abrumado una masa caliente estaba molestándolo dentro de él y una sensación interna que quería salir

― ¿quieres dejarlo salir?

― No, si pero no, no

― Ougai, déjalo salir

― No, no

Fukuzawa se acercó a su oído – déjalo salir... - le hablo seductoramente.

Ougai grito con fuerza, Fukuzawa tiro de un ligero hilo que desato su miembro por completo, esto hizo que el jefe de la mafia no solo se corriera con una impresionante cantidad de semen si no también orina avergonzándolo completamente. Fukuzawa no lo soltó, siguió tomándolo entre sus brazos mientras lo penetraba con fuerza. Ougai gemía débilmente ya había gritado mucho para su garganta.

Fukuzawa aumento la velocidad y con ello logro terminar

El mayor limpiaba el lugar mientras dejaba a Mori dormir en una pequeña cama que tenían cerca, aquella pequeña pero rustica caballa la habían comprado para poder estar a solas. Para cuando el líder de la mafia despertó, el presidente terminaba de hacer un poco de udon – Fukuzawa-dono – le llamo el líder de la mafia y el presidente de la agencia se asomó en la habitación

― Buenos días

― ¿dormí tanto?

― Solo 4 horas

― Me siento devastado y avergonzado – hubo una pequeña pauso y sonrió - ¿Cuándo lo volvemos a hacer?

― Come primero, piensa en sexo después

― Yukichi

― ¿si?

― No me puedo levantar

El presidente soltó ligeras carcajadas, llevo la comida a la cama donde pudo disfrutar de una comida en pareja. Sus días juntos eran de rejuvenecimiento y total amor. 



...

¡Gracias por leer!

Couple RollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora