scary to love (myg + jjg)

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y tal cual como aquel día de noviembre hace tres años unas lágrimas cayeron de nuevo por las mejillas de yoongi una noche antes de partir a la ciudad de corea del sur. no sabía qué tanto dolería el golpe si tardaba en recibirlo, pero a pesar de todo, se arriesgaría.

y allí se encontraba, en el tren rumbo jogno-gu; seúl. la noche anterior no quería pensar mucho en el tema, ni en jungkook o en nadie, pues eran muy pocas las veces que viajaba, lo había hecho a los 20, de busan a daegu junto a hobi y de nuevo a la primera ciudad para las instrucciones de piano que jungkook le pidió al pálido alguna vez; una de las últimas veces que ambos se vieron, puesto que el menor se mudó a seúl por sus estudios de música y la verdad había sido mejor. claro, era inevitable pensar que hoseok no extrañaría a su novio pero los egoístas sentimientos de yoongi se aproximaron lo más que pudieron para intentar no pensar en eso.

hoseok con esa sonrisa brillante agitó su diestra en forma de adiós desde la parte exterior del cristal del autobús, ese día el terminal estaba totalmente desierto, habían un grupo de amigos los cuales tomaban el mismo rumbo que yoongi, pero el ambiente estaba tan frío que así las risas de aquellos jóvenes resonaran en el espacio, seguía sintiendo todo muy triste. ver a hoseok tan jubiloso despidiéndolo mientras que de sus labios salían un "nos vemos en una semana" lo hizo pensar que sí, por supuesto, sería solo una semana. expulsó todo el aire contenido en sus pulmones alivianando su mente pesada, cerrando los ojos sabía que no había otra opción.

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— realmente espero con todo mi corazón que puedas visitarme en las vacaciones de fin de año, hyung...— recordó jungkook a hoseok el cual limpiaba sus lágrimas con los pulgares.— y por favor no sigas llorando, no sabes qué clase de corazón sensible me has dado.

seguido de aquello el menor le dio un tierno beso en la comisura de los labios al chico que seguía llorando un poco más fuerte, abrazándolo después por un minuto; yoongi lo contó, luego se hizo un nudo en su garganta. había pasado una semana desde lo ocurrido en la sala de prácticas de piano, no es que todo estuviera raro porque no era así, yoongi había hecho de todo para que no fuera incómodo para ninguno de los dos... bueno, para que no fuera incómodo para jungkook porque el pálido lloraba siempre que recordaba el momento. los ojos grandes y expresivos del menor volviéndose cristal y a punto de derramar lágrimas por culpa de la crueldad en las palabras de min.

«yo no estoy enamorado de ti, no puedo corresponderte de la manera que quieres.»

lamentaba tanto el hecho de pensar que dañó a el menor. jungkook no lastimaba a nadie, de seguro ni siquiera pasaba por su mente, por eso imaginar que el joven jeon se encontraba tan triste por las palabras de un idiota que no medía lo que decía le producía un agujero negro en el pecho.

— no crea que no me despediré de usted... yoongi hyung.— se acercó kook con un semblante totalmente serio, tanto que daba escalofríos ver de esa forma a alguien que siempre sonreía.— espero sea feliz, en serio le deseo mucho bien a usted y que también cumpla sus sueños y nunca deje de tocar el piano... por favor.

yoongi quiso llorar por la manera en la que el contrario se dirigía a él. quiso llorar porque supo que no habría más "yoonie hyung" de parte de su pequeño.

— fuaa, jungkook, ¿por qué tan formal? siempre bromeamos con que yoongi podría llegar a golpearnos pero sabes que no es cierto.— intervino hoseok bromeando sin saber cuánta tensión había entre aquellos dos seres.— yaah~ ¿están conscientes de que tal vez no se verán en mucho tiempo? dense un abrazo, ¿sí?