Si fueses pretendiente.

4.6K 604 123
                                    

Un día más amaneció en palacio. Yoongi recibía visitas casi todos los días y cuando dos empleadas llegaron esa madrugada a despertar al joven para comenzar a vestirlo con trajes hechos a medida, Yoongi simplemente se dejó hacer. Sin voluntad para nada.

— Joven Min cierre los ojos porfavor. — pidió una maquilladora. La misma que llevaba viendo las últimas dos semanas desde que los pretendientes comenzaron a llegar a palacio. Yoongi hizo lo que pidió, sintiendo como la brocha se paseaba con suavidad contra su párpado.

Literalmente, Yoongi se sentía como un muñeco. Las diseñadoras acomodaban su traje con tal de que quedase totalmente amoldado a su cuerpo mientras la estilista peinaba su pelo con mucha precisión y la maquilladora hacia de lo suyo con todos los productos que guardaba dentro de los maletines de maquillaje. Era asombroso, y Yoongi reconocía el duro trabajo de las omegas, pero bajo la circunstancia en la que estaba no podía evitar sentir un poco de odio hacia todo lo que hacían.

Él aún recuerda la noche que su padre llegó tras él. Esa en la que creyó que realmente lo había perdido todo y lloró desconsolado.

[-]

¿Yoongi? — el señor Min preguntó a lo largo del pasillo, sin respuesta. El hombre avanzó y abrió puertas hasta que dió con una que al abrirla, se escucharon sollozos. El temor de que su hijo estuviese llorando se arremolinó en su pecho, haciendo que sus cejas se frunciesen y las alarmas de su lobo interno se encendiesen. Yoongi lo necesitaba. Y lo supo cuando lo encontró de cara al balcón que daba al jardín. La luz de la luna que entraba por la ventana haciéndole sombra.

No dijo nada, y simplemente se acercó, agarró a su hijo por los hombros con suavidad pero determinado en el acto para que lo encarase. Y se le rompió el corazón en trocitos cuando dió con la evidencia.

El señor no perdió un segundo más cuando las lágrimas descendieron por sus mejillas y abrazó a su hijo. Yoongi enterró su rostro en el cuello de su padre y le salió un sollozo roto. Sin embargo, ninguno de los dos se esperó que Yoongi hablase tan pronto.

— No estoy listo papá... — le dijo Yoongi en un tono lastimero. — sigo demasiado herido como para sentir algo más por alguien. — la mano de su padre subiendo y bajando por su espalda en un intento de reconfortarlo, consiguiendo el efecto que quería en Yoongi, que habló más seguido. — aún me duele mucho lo de mamá.

Eso hizo que el hombre se tensase. Ya habían pasado tres años desde la pérdida de su mujer. Desde que la separaron de su compañera de por vida y desde que se lobo había perdido la mitad de si mismo. Siendo un lobo cojo, un alfa con incapacidad para governar y protejer a los suyos. Y eso podía verlo en Yoongi, sangre de su sangre que llevaba sufriendo el martirio de la muerte desde el primer día. Ya no se sentía digno de su puesto. Solo quería renunciar y estar con Yoongi, pero no podía, por mucho que quisiese.

— Yoongi — las ásperas manos del hombre amoldaron las mejillas húmedas de su hijo — te juro que nadie te hará daño, pequeño. Pero necesito que tú también me ayudes con esto. Ya no puedo hacer esto solo. — A pesar de las lágrimas nublándole la vista, Yoongi pudo ver la súplica en los ojos grises de su padre.

"Así que no hay otra opción." Pensó Yoongi, y a partir de ahí, ya no pensó en nada más que en encontrar al alfa adecuado para él, para que pudiese hacer el bien y sustituyese a su viejo padre, que había sufrido lo mismo que él. Con la diferencia de que su padre era más fuerte. O al menos, que demostraba ser más fuerte de lo que realmente era.

Y fijándose en los detalles Yoongi casi olvida uno importante.

— Padre, ¿y qué pasa con Mishelle? — cuestionó. Recordando a la insoportable señora. — ella no estará de acuerdo con esto. A ella no le importa mi cuidado. — el tono adolorido en su voz.

"A mis pies, su alteza." » KookgiWhere stories live. Discover now