"A mis pies, su alteza." » Kookgi

Odio ser príncipe.

Yoongi no podía dejar de darle vueltas al dia en que el jardinero lo defendió del alfa arrogante. Sentado en la cama matrimonial sujetaba el clavel ya marchitado, y de reojo miraba hacia el ventanal que daba salida a los jardines reales. ¿Estaría él otra vez ahí? ¿Podando los rosales o regando los claveles amarillos? Yoongi no lo sabía, y tampoco entendía el porqué de la profunda necesidad de saberlo.

Últimamente notaba a su lobo más despierto que en los últimos tres años, considerando que aún estaba saliendo de su depresión. Lo notaba inquieto, más movido. Y lo único que hacía era darle vueltas y más vueltas al asunto solo porque se negaba a aceptar la realidad. Se negaba a aceptar que lo que hizo el jardinero por él le había afectado de una manera más profunda.

Y era tanto el empeño a convencer a su lobo de que solo estaba confundido, que lo llevó al punto de enfadarse consigo mismo y con el jardinero. Por haberse metido en un asunto que no era suyo. Y por confundir a su lobo, que no hacía más que lloriquear noches enteras por la falta de presencia del alfa. ¡Era insoportable!

Desde el incidente del príncipe extranjero, no habían acudido más pretendientes a palacio, y junto a eso, Yoongi reunió el valor suficiente como para esperar que el jardinero llegase y dejar las cosas claras. O más bien para aclarar las dudas que invadían su pobre cabeza, pero eso no lo admitiría.

Preguntó a las criadas por los horarios de los trabajadores, y se quedó con que el jardinero venía por las mañanas y a últimas horas de la tarde para hacer un repaso del jardín. El sol comenzaba a caer y el cielo comenzaba a cambiar a tonalidades más oscuras cuando Yoongi, con la elegancia que le caracterizaba, se asomó al balcón y corroboró la estancia del joven alfa.

Un cosquilleo agradable le recorrió el cuerpo; su lobo aullando de felicidad y agitación al reconocer al otro lobo. A pesar de ese inesperado sentimiento, Yoongi lo ignoró e intentó mejor ceñirse a lo que había venido.

— Jardinero. — espetó, esperando haber sonado lo suficientemente firme. Quería sonar imponente. Sin embargo, cuando al fin el jardinero se dió la vuelta, ya no se sintió igual. No llevaba su sombrero puesto, y se veía jodidamente precioso con las hebras negras cayendo por los costados de su rostro. Quería bajar y tocar su pelo para ver si era tan suave como parecía.

— Su alteza. — saludó el jardinero, sin esperarse en absoluto que el príncipe lo llamase.

Yoongi asintió a la reverencia y se dispuso a empezar su interrogatorio.

— ¿Usted recuerda al joven príncipe que asistió a palacio hace poco? — "directo" pudo pensar el jardinero, pero en verdad que no se vino venir la pregunta. Tardó un poco en dar respuesta, pero la dió, que era lo que quería Yoongi.

— Si, si me acuerdo alteza — y haciendo puntillo, también añadió — y también diré que me acuerdo de su insolencia.

El lobo de Yoongi saltó emocionado, "él se acuerda, de verdad lo hace." celebrara, pero Yoongi no se dejó dominar por esa absurda emoción.

— Bien. Y usted sabe quién es, ¿verdad? – habló, a lo que el jardinero asintió. — y sabe quien soy yo, ¿no? — y el hombre con delantal volvió a asentir. — perfecto. ¿Y que le parece si a partir de ahora usted se queda en sus asuntos y yo me quedo con los míos?

Al jardinero no le costó entenderlo. Podía notar el ligero tono mordaz en sus palabras. Pero solo le hizo reír.

— Su alteza. ¿Insinúa que la próxima vez que alguien intente hacerle daño y yo sea consciente de ello simplemente haga como si no existiera? — preguntó, la burla viéndose entre líneas. Ese príncipe era gracioso, de una manera que le hacía enfadar.

— Es exactamente lo que le estoy pidiendo que haga. — y Yoongi sonrió, apoyando su mejilla en la palma de su mano. A pesar de que su lobo estaba gruñendo y reprendiendo a Yoongi. — oh, que tarde se me ha hecho. Bueno, si me disculpa me iré a cenar, jardi-

— No.

La negación hizo a Yoongi parar en seco y fruncir el ceño extrañado.

— ¿No, qué?

— No pienso ignorarle cuando alguien quiera hacerle daño y esté en mi mano evitarlo. — Yoongi contempló como a pasos lentos, desde abajo el jardinero se había acercado, y a pesar de haber estado ya a centímetros de él, nunca había visto el brillo determinado de esos ojos café. Yoongi se sintió embelesado por semejante alfa, su corazón latía rápido, pero también se negó a complacerlo y chasqueó la lengua.

— ¿Y por qué haría eso? Solo sois el jardinero. — espetó Yoongi. Le desesperaba que no le entrara en la cabeza.

— Porque es lo que haría cualquiera por usted, su alteza. — y ahí estaba, la razón por la que Yoongi no quería creer en nada. Él era un príncipe, todos estaban a su servicio. Aunque lo odiasen y lo repudiasen con toda la amargura de su alma, tenían un deber. Que era mantener al príncipe bien. El solo pensamiento, le hizo sentir vacío de emoción, su lobo tumbado y esperando a que la marea se lo llevase de una vez, con tal de no estar más en ese sube y baja de emociones que nunca le llevaban a nada. La rabia carcomió a Yoongi por dentro.

— Entonces no lo hagáis, os lo exige vuestro príncipe.

Entonces Yoongi lo vió. Enfrente suyo, a milímetros de su rostro. Un lobo enorme de ojos amarillo asomándose por encima de su balcón. Por un momento, el mundo pareció dejar de dar vueltas, y Yoongi solo podía mirar con admiración sus ojos brillantes. El pelaje negro, que parecía espeso al tacto. Yoongi quería aferrarse al cuerpo del gran lobo y abrazarlo. Sin embargo, la intensidad con la que lo miraba, la fijeza en sus ojos que escondía algo más detrás de ellos no le permitió moverse. Iba a estirar su mano para intentar acariciarlo, pero fue como si también el gran licántropo también se hubiese quedado tan asombrado que también le costó reaccionar.

Agitó la cabeza, gruñendo y finalmente sopló a Yoongi en la cara, sacándole de su ensoñación y despeinándolo. Esa vez tampoco dijo nada, se sintió profundamente mal por haber sido así con el jardinero, y sabía que estaba enfadado cuando salió corriendo en su forma animal saltando la muralla, aunque razón no le faltase.

Yoongi no volvió a verlo en lo que parecieron semanas.

***

Jungkook está enfadado con Yoongi uwu. Es gracioso porque no se sabe ni su nombre y ya ha hecho que se cabree pERO no pasa nada todo irá relativamene  bien. 

DOS PALABRAS:  AMO ESTO.

Por cierto quiero pedir perdón por no haber actualizado ayer. :( Me sentía muy bien y tenía ganas de hacerlo pero repentinamente me dio un mental breakdown y no pude escribir literalmente NADA. Esta mañana me he despertado mejor y pues bueno aquí está. :,D 

Este capitulo es cortito per creo que habéis tenido bastante con que se hayan peleado y la tensión que hay entre ellos.

Sin más espero que tengáis un bonito día uwu y que os preparéis porque en el próximo capítulo narraré sobre Jungkook. Sabréis unos pocos detalles más sobre él y YA ME SIENTO IMPACIENTE PARA ESCRIBIRLO. 

Creo que lo haré el jueves. Cuidáos y quered mucho a long haired Jungkook w/ tattoos. SED AGRADECIDAS PORQUE ESTAMOS VIVIENDO SU PELO LARGO Y SUS TATUAJES JUNTO A ÉL. RWEFERKJ.♡♡

Amén. :"