Día 6 - Tranquilo

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Día 6: Tranquilo

Autor: Shinobu Rei

"Es difícil distinguir de cerca lo que es impuro"

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—Tranquilo.

Jin GuangYao abre sus labios, los balbuceos se escapan, el aire le falta y sus músculos se tensan.

Llora, duele, quema.

Lan Xichen lo besa, lo anhela, lo tranquiliza.

La única mentira que oculta, el borde de las emociones que lo lleva a mancharse de tinta.

Er-ge —Nunca creyó que el anhelo y unión fueran tan dolorosos y aún así, aunque su piel grite y se agriete y su carne se expanda ante el paso de Lan Xichen, Jin GuangYao no puede negar el deseo, uno que aprende a consumar, que supera el trauma que desde la niñez lo acompaña.

Fiestas, vino, gritos, golpes. Su boca siendo violentada por clientes molestos con su madre y un grito sordo que jamás fue escuchado. ¿Cómo alguien siquiera pude pensar en sexo cuando el único paso que dio fue un pecado?

Cómo, cuando el sexo mata a su madre ¿por qué si el sexo le dio la vida? Una aspiración, un asco consumido en acciones que marcan sus manos en sangre contra su propio padre. ¿Cómo puede considerarse un esposo si la única vez que toca a una mujer resulta ser su hermana? Su sangre.

Todo gira en dos verdades repulsivas y nauseabundas que repudia. Un llanto se manifiesta en sus pecados y llora. Sufre por las risas que rebotan en las paredes de una vida. De la vida de un hermano mayor que no le pertenece.

Pasan años e ignora, fluye la tranquilidad, la muerte pinta su rostro y oculta su propia miseria y destino en sonrisas forzadas y pretextos vacíos hacía su mujer (y hermana) su esposa. A quien no podría castigarla con más de la pérdida de un hijo. De un pecado que late en el sexo erróneo.

No es que no desee complacerla. No es que no pueda desearla. No debe

Solo puede protegerla, amarla, atesorarla. No puede hacerla pagar por pecados de su padre.

Y sin embargo A-Su lo ama, le habla y manifiesta un temor, una verdad, un deseo que ha quemado en los ojos y el deseo de la pureza que jin GuangYao jamás podría tener.

Un pretexto, una visita y la voz suave de su esposa que manifiesta en una pequeña reunión. Lan Xichen y él beben, los preparativos para las próximas reuniones de grandes clanes están casi listos. Pero como siempre, su hermano jurado, el que danza en opulencia y bondad, está ahí. Mostrando una preocupación tan real y palpable que hace a su corazón latir con la tibieza del aire. Con su inmaculada sonrisa y sus diminutas y dulces carcajadas que se cuelan entre líneas.

Cuando la seriedad los envuelve, Lan Xichen no se atreve a verlo a los ojos. Jin GuangYao quien siempre lo observa alza la ceja. Un hombre tan enaltecido como ese no puede simplemente negarle la mirada a alguien. Mucho menos a él, que es el hijo de una prostituta.

La punta de sus orejas están rojas.

—A-Su me ha contado de tu reciente problema—Jin GuangYao alza la ceja. La voz clara y cada vez más baja de Lan Xichen sigue: —Sobre... El Sexo A-Yao.

La boca contraria se abre, cree haber escuchado mal. Su pulso se acelera.

—Yo no se por que A-Su te dijo... O que piensa, yo —La pena lo come vivo, ahora es él quien desvía la mirada.

Fictober XiYaoWhere stories live. Discover now