Fictober XiYao

Día 25: Animales / Criatura / Bestia

Día 25: Animales / Criatura / Bestia

Autor: Shinobu Rei

"La primera bruja nació del amor corrompido y la rebeldía de un hada bajo el yugo del hombre"

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1.

Lo primero que se encuentran los ojos dorados de Meng Yao y los pardos de Wei Ying, son un par de bultos de carne y huesos sobre lodo y hierbas.

Meng Yao tuerce una mueca de molestia, pensando que de nuevo han dejado cadáveres en su prado. Suspira, Wei Ying rueda los ojos y se acerca para comprobar que ambos siguen con vida.

—Aún respiran.

—No por mucho—contradice el más bajo. —Esos niños han estado corriendo toda la noche ¿ladrones? —pregunta curioso. Wei Ying se apresura a revisar ambos cuerpos.

Son pequeños, no más de diez años, cabello largo lleno de lodo y ramas, señales de que han corrido por el largo bosque. Por alguna extra circunstancia han terminado en el suelo, envueltos en inmundicia cuando las orillas de su ropa son de blanco inmaculado.

—Aquí—Wei Ying señala detrás de su cuello. Una pequeña marca se hace visible con un número. Las pupilas de Meng Yao se afilan y desvía el rostro con preocupación. —Son de esa secta.

—Futuros cazadores o oráculos—Escupe como si la sola mención fuera veneno en su boca.—Futuros títeres.

—Alguien les debió rescatar, hay que llevarlos a casa —Meng Yao frunce las cejas. No está de acuerdo, lo mejor sería dejarlos ahí. Pero de antemano sabe que es imposible para la naturaleza nata de ambos y por más que lo niegue, esos niños no hacen más que evocar su propia infancia.

Cada uno toma un pequeño bulto y lo que había iniciado como un simple día de recolección, terminó con ellos, cargando a dos pequeños niños con calentura y llenos de fiebre en su hogar.

2.

—Tu nombre— Pregunta el de pupilas doradas. El niño que lo mira fascinado con ojos pardos parece no comprender las palabras que salen de su boca. Meng Yao alza la cuchara de sopa y la lleva hasta sus labios. —Puedo entender que no sabes tomar cubiertos, tampoco bañarte o todas las cosas que un niño normal debe hacer ¿pero tampoco sabes hablar?—El pequeño mastica, traga y toma algo de aire. Sus ojos se clavan de nuevo en la cuchara. —Ya entendí, quieres más—Esta vez no puede evitar sonreír sutilmente.

Es el primer gesto que el pequeño niño imita. El corazón de Meng Yao siente una tibieza inexplicable.

—Lan Huan—susurra Meng Yao— Tu nombre será Lan Huan.

Enseñarle hablar y expresarse los primeros meses es más complicado de lo que piensa, pero jamás tan difícil como lo fue para Wei Ying arrancarle al menos una sílaba a quien nombra como Lan Wangji.

3.

—Tengo una duda— La voz apacible de Lan Huan llena sus oídos, mientras deja caer varios troncos al lado de un pozo. Meng Yao, recargado en la puerta de madera que tiene como vista el bosque alza la ceja.

—Siempre tienes dudas Lan Huan—ríe. El de ojos pardos sonríe y se sienta a su lado. creando una sombra a su lado. Apenas tiene alrededor de 17 años y lo ha pasado en estatura—La señorita Wen, la que siempre viene contigo ¿por que no ha vuelto?