Día 8: Tazas calientes

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 Día 8: Tazas calientes

Autor: Kbeautylies

Nota: Solo una leve mención de ChengYao y NieLan.

.....

Tuvimos toda una vida para enamorarnos

Pero en un abrir y cerrar de ojos, nos destruimos...

Un suspiro melancólico emerge de sus tenues labios, enturbiando con su presencia el aire impoluto a su derredor. El siguiente sonido que enturbiese el silencio pulcro que deriva de las absoluta concentración, es otro quejido que sale de su boca en forma de réplica agonizante.

Lleva horas sentado en ese duro sillón, encorvado sobre la pila de manuscritos que siente eternos, los cuales se burlan amontonados unos con otros mofándose de su infortunio, pues comprende que pasaran otro par de horas más, hasta que el trabajo este hecho.

El trabajo de un líder de secta, no es precisamente una estancia plagada de lujos y vicios desinhibidos como su padre lo hacía ver, la realidad distaba mucho de la expectativa, más cuando se trataba de un joven lleno de ambiciones y una coraza muy grande, queriendo demostrar orgullosamente que podía llevar la tutela por sí mismo.

Llevo una mano al cuello, el cual rígido trono en un sonido de protesta, cedió a unos cuantos estiramientos musculares y fijó la vista ámbar en los pergaminos que debía revisar, dándose ánimos mentalmente para acabar cuanto antes. Un brillo inusual afloro en sus orbes al divisar una fina tira de papel resurgir al momento de desdoblar uno de los pergaminos, con parsimonia la cogió entres sus dedos, alisó la superficie del trozo finamente cortado, acercándola a su rostro para poder leer el mensaje en letras diminutas que la misma le obsequiaba recelosamente.

Una sonrisa conocedora surco su rostro, sintiendo un sentimiento ligero aflorar en su pecho, como cada vez que sentía su presencia arrebatadora a su lado o simplemente le miraba.

Negando varias veces ante el juego ilusorio que mantenía hace algunos meses con uno de sus hermanos jurados.

— ¿Quién diría que el venerable Zewu-Jun, se prestaría a estos juegos? — Una mano cubre la mitad de su rostro dejando escapar una risita acalorada por la vergüenza que emerge de sus labios, no lo puede evitar; más cuando sabe, que por sí mismo se dejaría emboscar una y otra vez, siempre y cuando se tratara del dulce líder de la secta GusuLan.

La primera vez que encontró la primer nota escrita era un juego de palabras en una diminuta tira de papel, acababan de cerrar una importante reunión entre líderes, con congoja y cansancio se dirigió hacia sus aposentos, esa noche la luna se encontraba en su mayor apogeo, dejando halos de luz filtrarse por las ventanas, brindando un tenue espectáculo a su entorno. De espaldas a la cama, comenzó a quitar las prendas exteriores, con sigilo tomó su sombrero de gaza que lo identificaba como jefe cultivador y en el momento de quitarlo sintió como una suave brisa acariciaba uno de sus pómulos y sus orbes captaron la diminuta tira volando oscilante, tomándola entre el índice y pulgar, la examinó con cuantiosa curiosidad intentando descifrar su contenido; cuando lo escucho y se asustó.

—Te has tardado en encontrarla, A-Yao.

En un rápido movimiento se giró encontrando una sombra oculta en la penumbra donde la luna no era capaz de alumbrar. Un manto blanco se dejó observar saliendo de su escondite y haciendo que el palpitar de su corazón tronara seco en sus sienes, ya no por la incertidumbre; sino por la figura frente a él.

—¡Er-ge! —Exclamó desorientado ante el intruso en su íntima morada que osaba interrumpir su descanso —Me ha tomado por sorpresa, realmente no te esperaba ver...por aquí.

Fictober XiYaoWhere stories live. Discover now