Capítulo 17

121 23 3
                                    

17¿Sólo dos segundos?

Después de que todo se normalizara la habitación seguía estando tan quieta como horas atrás. Siendo un reflejo de Abril,  quieta y calmada . Cómo si nada estuviera pasando, como si mi mundo no hubiera estado a punto de desmoronarse hace tan solo unos minutos atrás.

Mi cuerpo se sentía cansado por la explosión de adrenalina que corrió por mis venas, pero mi mente seguía arremolinado pensamiento que me impedían descansar.

A veces es increíble como nuestras vidas se ligan a otras personas. Por el transcurso de nuestra vida vamos creándonos metas, sueños, carreras que solo son para nuestro propio disfrute pero de pronto llega alguien que nos hace ponernos en retrospectiva y nos damos cuenta que hemos sido egoístas con nosotros mismos por no compartirnos con alguien más.
A mí eso, no me pasó, porque mi vida estuvo pegada a la de ella mucho antes de haber trazado un plan en mi mente  para un futuro egoísta.
Así que todo lo que hice después que Abril apareciera, fue incluirla a mi vida.  Lo que nunca pensé que en algún momento ella que era a parte esencial del plan, iba a faltar.

No me hacía falta perderla para saber que mi vida se iba a convertir en un caos sin ella, ya estuve dos años lejos de su presencia y había días en los que pensaba que no iba a poder, pero ahora que la posibilidad de que esos dos años se volvieran infinitos mi cuerpo temblaba solo de imaginarlo.
Quizás era un cobarde, pero maldita sea si Abril era el pilar más fuerte en mi vida, yo no podía continuar sin ella, mejor dicho, no quería continuar si sabía que al final de viaje no estaría ella.

Una enfermera me informó cuando salí a buscar un café que Abril había sufrido un paro provocando que su corazón estuviera fuera de vida por dos segundos pero que todo había pasado y que iba a estar en constante observación.

Mi mente quiso creerle cuando me dijo amablemente que todo estaba bien y que ya estaba fuera de peligro.  Necesitaba urgentemente agarrarme a algo que me diera un poco de esperanza, pero al momento que la enfermera me dio la espalda mi cerebro descarto la idea y volvió a sumirse en un bucle de pensamientos que no me dejaron descansar en toda la noche.

¿Sólo fueron dos  segundos? Pensé que habían sido siglos escuchando ese irritante sonido que no lograba sacar de mi mente, que se repartía y repetía recordándome a lo poco que estuve de perderlo todo y, ¿sólo fueron dos  segundos?. Era hasta humillante lo rápido que me había desmoronado y en contraste lo fuerte que había sido Abril.

En la mañana llamé a mamá, y antes de asegurare que todo estaba bien le deje saber cuánto la amaba. Creo que era la respuesta de mi cuerpo después de pasar un momento cercano a la muerte que quería aferrarse a todo lo que tenía vida a su alrededor. Mi madre sonrió y me dijo que ella más y aun así la sensación de ansiedad no desapareció.

Laura volvió a pasar por el hospital con su prometido quienes me trajeron algunas ropas y me incitaron a quedarme en una habitación en un hotel cercano hasta que ellos se fueran.

Les hice caso porque ya estaba siendo realmente incómodo tener tan poca higiene. Después de bañarme me lancé sin mucho cuidado sobre el mullido colchón y desperté cuando mi teléfono vibro con un mensaje de Laura diciéndome que ya casi se iban.

Mire por el balcón como el sol se iba ocultando suavemente percatándome que había dormido cuatro horas seguidas, que de seguro mi columna agradecía enormemente. Regresé al hospital y agradecí a Laura por darme esas horas de descanso.
Llego la noche mientras veía a una enfermera comprobar a Abril, según ella todo marchaba normal, yo ya no sabía que creer, solo tocaba esperar.

-Voy a descansar junio, necesito que despiertes nena, este sillón es realmente incomodo, no sé cuánto poder aguantar hasta que mi columna se subleve y decida que no puedo caminar más, me entiendes verdad. Tienes que abrir esos ojitos para que pueda dormir en una cama de verdad, sé que te quedaría un cargo de conciencia si me enfermara por tu culpa- suspiré, estaba sie do patético – nena, tienes que ponerte bien-maldije apoyándome cabeza en su cama.

-Dylan que haces maldiciendo en un hospital-me reprendió una voz  medio adormecida.

-No sé, ya ni sé que digo- respondí. Espera, alcé la vista y unos ojos medio nublados me devolvieron la mirada – Abril nena ¿estas despierta?, ¿cómo te sientes?, ¿estas cómoda?, espera llamo a una enfermera, ¿estás bien?, ¿qué hago?, ¿Cómo te sientes? - oh por Dios sentía mis pensamientos a mil por hora y los nervios subiendo de forma impresionante. Sentía su voz de fondo llamándome pero era incapaz de serenarsme.

- Dylan - me llamó con voz más insistente y mi cuerpo se puso en pausa sacándome del estado eufórico en que estaba.

- Dime nena - pedí acercándome.

-  Necesito agua, tengo mucha sed- gimoteo y me levanté a buscarla - podrías dejar de estar en automático y escucharme - habló y no sabía si estaba de broma o molesta. De igual forma asentí esperando que hablara.

- Primero, alcánzame agua, segundo llama una enfermera - trago saliva - y tercero me podrías decir que tiempo llevo aquí para que parezcas un zombi.

- Algo así como un año y medio - bromie y juro que su cara de sorpresa valía todo lo que me iba a decir cuando descubriera mi pequeña mentira.

- ¿Cómo? - tosio incorporándose - no puede ser. Yo recuerdo que estaba en el coche, que tenía que ir a la ciudad. Después los frenos fallaron, y perdí el control. Y yo...- siguió hablando de forma nerviosa y me asusté por la magnitud de mi broma.

- Abril - llame pero no obtuve respuesta - Junio - grité un poco llamando su atención - era una broma. Solo han pasado unos días - le aseguré pero su rostro seguía desencajado. Oh Dios la que he liado - lo siento nena, era una broma - comenzó a cerrar y abrir la boca de forma graciosa similar a un pez. Cuando estuvo más de un minuto así, comencé a asustarme - ¿estás bien? - negó.

-  Me falta el aire – tosió – no puedo respirar – me acerqué rápido.

- Intenta calmarte, ire a buscar a alguien – sentí su caracajada cuando iba llegando a la puerta. La mire preocupado. El golpe en la cabeza la había dejado loca – que haces riéndote, no te sentias mal.

- Ojo por ojo – fue su respuesta y suspire aliviado

- Mierda Junio, pensé que estabas mal – me acerque nuevamente a ella –¿estás bien?- asintió con una sonrisita bailándole en los labios.

- Segura que estas bien .

- Que sí pesado. Estoy bien.

- Extrañaba verte reir Junio.

- Y yo tomarte el pelo – me quedé mirándola , porque no había otra cosa que deseara más en ese momento. Habían pasado muchas cosas entre nosotros y estos días habían sido un real caos, pero verla aquí con el pelo algo revuelto y los ojos hinchados y húmedos era lo mejor que había vsto en mi vida.

-Realmente te extrañaba, Junio.

-Eh, quien te dio permiso para llamarme así de nuevo – me regañó.

-Yo solo, lo siento – dije algo avergonzado, y derrotado. Sólo yo pensaría que las cosas entre nosotros volveria a estar bien. La  miré esperando que viera la disculpa reflejada en mi rostro pero me sorprendi viéndola intentando aguantar una carcajada en su rostro con ambas manos en su boca.

-Lo siento – se río – pero tu cara era un poema. 

-Serás…, lo único que te salva es que estas malita Junio. Pero recuerda que no siempre estará en este hospital – advertí en broma- voy a llamar a la enfermera

-Vale – asintió – ¿Dylan?.

-Dime nena

-Tenemos una charla pendiente.- declaró.

Después de eso todo fue en cámara rápida. Entraron muchos doctores al lugar. Algunos hacían exámenes ,otros simplemente entraban a revisar sus signos vitales. Cuando terminó el día una enfermera me llamó para decir que si todo seguía como estaba en poco tiempo Abril sería dada de alta, y en ese justo momento mi corazón latió un poco mas rápido.

Junio ( Borrador)Where stories live. Discover now