Capítulo 23

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Habían pasado tres meses desde la boda de Laura, quien había tenido un hermoso bebe. El pequeño Kevin era una hermosura que me gustaría secuestrar y tenerlo para mí. Aclaro, eso es solo un gran flechazo que tengo por el pequeño, no son síntomas de locura. Aunque Dylan dice que estoy de psicólogo. Que no son normales mis deseos de secuestrar una personita.

Mi relación con Dylan a pesar de haber ido a más seguimos siendo los mismos. Las bromas, los susurros a media noche como si no quisiéramos nunca dejar de hablarnos. Las cenas apresuradas y miradas tontas. A este punto todos lo que habitan a más de 500 metros a la redonda saben que estamos en una relación. En especial los hombres, los cuales Dylan se encargó que se enteraran. Según él es necesario que sepan que ya no estoy soltera. Yo me burle diciendo que solo faltaba que le hiciera llegar una tarjeta donde avisara e mi actual estado. Y aunque él se rio sé que tuvo la idea en consideración.

Ambos hemos logrado un equilibrio entre la amistad que teníamos y este nuevo escenario donde compartimos más que abrazos. Miento si digo que todo ha sido perfecto o que no hemos tenido nuestras discusiones, pero sí que después cuando bajamos la guardia, aprendimos a pedir perdón. Como bien decía mi madre, el orgullo no cabe entre personas que se aman.

- Abril, me estas escuchando- preguntó Laura un poco exasperada, y yo sonrío mientras abrazo un poco más a el pequeño Aarón.

- De verdad no me lo puedes regalar

- Oye deja de intentar acaparar a mi hijo- resopló - te estaba preguntando acerca de la librería.

- ¿qué pasa con la librería?

- En serio, no es justo que tenga que repetirlo todo - se quejó e intentó quitarme al pequeño sonriente que tengo en mi regazo- Abril me voy a empezar asustar si sigues mirando a mi hijo de esa forma

- nena, ¿donde está mi delantal?- grita Dylan desde la cocina, lo miro y sonrió porque tiene ese gesto en el rostro cuando se exaspera por algo. Lleva días practicando algunos platos para aumentar la carta del nuevo y solicitado restaurante. - ¿Junio?

- oh Dylan, que hiciste, lleva todo el día perdida- dramatiza Laura quitándome al bebe de encima ganando un puchero de mi parte - ¿porque no laman a la cigüeña y encargan varios bebes?

- ¿eh?- me rio al ver la cara de Dylan - eso es una forma directa de decir que quieres bebés, Junio.

- naa, ella no a dicho palabra, soy yo que te lo pido en caridad cristiana

- ah - suspira Dylan, y me rio aún más.

- por cierto me dejaras probar alguno de los nuevos platos- pide Laura, y abre mucho los ojos esperando una respuesta. Eh de decir que dylan lleva la cocina a otro nivel y ella lo sabe, y ese es porque de su cara de cachorro necesitado. Y si, es orgullo lo que oyen en mi voz. Porque estoy realmente orgullosa de los logros de dylan. Y también de ser la que primera prueba sus platos- Sabes que no he podido ir a probarlo en el nuevo restaurante por el pequeño.

- puede ser- sonríe y vuelve a mirarme en espera de algo. Levanto una ceja porque no tengo ni idea que es lo que quiere - nena, creo que tendremos que encargar uno de esos bebes, realmente Aarón te tiene en una pequeña burbuja- suspira- mi delantal.- aclara finalmente.

- oh, eso. Te tengo una buena y una mala noticia. Cual quieres primero- casi susurro porque sé que es su delantal de la suerte algo así. Pero realmente no fue intencional cuando lo puse a lavar con mis bragas color rojo. Y digamos que ahora el pulcro blanco de su ropa tiene un bonito tono rosado

- ¿qué le has hecho a mi delantal?- grita caminando hacia mi

- bueno como no me das un orden diré como quiera. la mala noticia es que ahora tu delantal no es blanco- y me encojo cuando veo su mirada de muerte, oh dios esto se va a descontrolar- y la buena es que ahora tiene un tono más alegre.- termino y miro con mala cara a Laura que suelta una gran carcajada.

Junio ( Borrador)Where stories live. Discover now