Capítulo Especial. El fin

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Diego

Observó a la madre de Alexander, la mujer me observa con ojos escrutadores, el rubio parece notar las miradas que la mujer me da, ya que rápidamente se posiciona en medio de ambos, debo decir que para ser una mujer hermosa, también es demasiado atemorizante.

— Diego te presento a mi...— Parece muy incómodo el tener que presentarme a la mujer que le dio la vida, se perfectamente que su madre no lo acepta y que hace mucho tiempo dejó de llamarla "Mamá" — Emma Adams...mi madre — Pese a todo Alexander demuestra su educación frente a los invitados — Madre, te presento a Diego Reyes, mi novio.

Tanto su madre como yo abrimos los ojos como platos, para ser honesto me sorprendió su confesión, pensé en un momento que no le diría lo nuestro, me queda claro que Alexander no es para nada predecible.

— Es un placer señora Adams — Le tiendo la mano a mi suegra, por un momento temo que me deje con la mano extendida, sin embargo por educación la acepta, su tacto es frío, se puede ver la incomodidad al tomar mi mano.

— Lo mismo digo — Puedo darme cuenta la hipocresía en su voz, se que no le agrado y no me sorprende, pese a que soy un hombre atractivo, exitoso y millonario, para la madre de Alexander no soy más que un hombre latino que no aspira a salir con un chico como lo es el rubio, que está fuera de mis posibilidades — Sean bienvenidos y espero disfruten la fiesta.

Saluda a mi padre y hermano, se que lo hace por aparentar, me pude percatar de la forma en la que nos mira y es por mucho llena de prejuicio y como si fuésemos inferiores por no ser caucásicos.

— Alexander hijo — El tono amoroso que usa con mi rubio me resulta demasiado falso, lo puedo ver en la forma en la que mi lindo chico luce incómodo con la cercanía de la mujer — ¿Puedes acompañarme un momento? Hay algunas personas que quieren saludarte.

— Por supuesto madre — Alexander se acerca para depositar un tierno beso en mis labios — Ya vuelvo amor — Acaricia mi mejilla, camina en dirección a su madre a quien le tiende su brazo para que ella lo tome en una muestra enorme de buena educación, aunque no sé cómo es que mi pobre rubio soporta este ambiente lleno de hipocresía.

Puedo ver la rigidez de madre he hijo, ambos se acercan a varios invitados, Alexander saluda y comienza a conversar muy animadamente con las personas, Itzel conversa y sonríe al estar cerca de Steve, mi padre y Felipe de encuentran sentados en la mesa asignada, ni siquiera me percato de la persona que se posa a mi lado — Se ve que no le diste una muy buena impresión a tu suegra — Observó a Rodrigo  quien tiene una sonrisa maliciosa en el rostro, parece que disfruta la incomodidad que acabo de pasar — ¿En verdad creíste que esa mujer te iba aceptar con los brazos abiertos?...en realidad dudo mucho que le agrade la idea de que su hijo salga con un hombre, ahora imagina con uno que es mayor y que es latino.

— ¿Eso que tiene que ver? — Es lo único que logró pronunciar, honestamente no sé qué más decir, las palabras de Rodrigo no son un golpe, pero juro que las sentí como si me hubiese dado en la boca del estómago — ¿Que tiene que ver la edad o mis raíces?.

— ¡Vamos Diego!...no me dirás qué eres tan inocente como para creer que nosotros somos iguales a ellos — Escucho atento las palabras de Rodrigo, aunque para ser sincero no sé ni porque lo hago, es más que claro que todo lo hace con cizaña — Cuando la realidad es que por más exitosos que lleguemos a ser, para ellos siempre seremos unas escorias, para ellos todo es más fácil, en cambio tu y yo y miles de latinos más tenemos que ganarnos con esfuerzo y sacrificio un lugar y todo eso a ellos no les importa, siempre nos van a tratar con la punta del pie.

— Dudo mucho que tú seas capaz de mover un dedo para decir que mereces todo lo que tienes — Lo observó directamente a los ojos, Rodrigo parece ofendido, aún así opta por mantenerse en silencio — Cuando sabes perfectamente que todo lo que tú familia ha obtenido es por el cargo político de tu padre y que en México tiene a miles de personas humildes molestas por la manera descarada en la que le roba al pueblo...aquí es diferente, aquí las leyes valen.

Alexander © (Gay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora