Alexander © (Gay)

Capitulo final. Una decisión

Estoy demasiado decepcionado, estoy esperando a que Diego haga alguna estupidez para recuperarme y el cretino regreso a San Francisco o eso creo ya que no lo he visto en días, también debo decir que me estoy comportando como un lunático bipolar, ya que en un principio fui yo quien le pidio que me dejara tranquilo, que me diera tiempo y espacio, pero resulta que al final no era lo que quería, así de loco estoy, lo detesto y al mismo tiempo amo a ese maldito cretino, no quiero seguir un minuto más sin estar con el, aunque creo que ahora sí ya está todo arruinado, creó que al final se dio por vencido, demasiado rápido, también me siento preocupado por Axel, algo muy grave debió haber pasado entre el y Jason, no quiero entrometerme, se que ese tema es algo privado y al final de todo Axel es mi primo, Jason es mi amigo, no puedo simplemente tomar partido por uno o por otro, el hecho de que Axel lleve mi sangre me impide ser objetivo y poder contemplar bien las cosas, por ello no quiero interferir, no hasta saber que es lo que pasó, tener ambas versiones de la historia, pero nada bueno debió haber sido, porque tanto Jason como Axel son personas muy explosivas y debieron decirse cosas muy hirientes y feas, me queda claro que las personas que más se aman, también son las que más daño se hacen, esa es la ley de la vida.

— ¿Tienes listo todo? — Escucho la voz de mi padre, quien me observa con tristeza, se que para el es difícil aceptar que me vaya a Berlín, pero es lo mejor que puedo hacer, será un tiempo breve, en lo que logro superar lo que siento por Diego, esa es mi esperanza, no creo que el venga por mi a impedir que me vaya, que es lo que estoy deseando que haga, estaría más que dispuesto a regresar con el, finalmente he comprendido que lo amo y que pesa más el amor que el pasado, pero justo ahora que lo entiendo es que el también decidió que me iba a dejar tranquilo, extraño a ese hombre, deseo poder estar entre sus brazos y que me apriete con fuerza a su cuerpo y no me deje ir nunca, demasiado tarde — Hablé con Herman, viene en camino para acá.

— Si, ya están mis maletas, solo estoy esperando a que llegue Herman y poder irme con el — Le digo, aunque estoy sufriendo, no quiero dejar mi país, mi familia, mis raíces, no se hablar alemán y lo más importante no quiero dejar al hombre que amo solo, pero una vez más algo me dice que no estábamos hechos para estar juntos, observo a mi padre se que me quiere detener, sin embargo este viaje lo tengo que hacer yo solo, es momento de crecer, ya no soy el niño vulnerable de hace meses atrás, he dejado el miedo aún lado, finalmente comprendí que no importa que mi madre no me apoye o mis hermanos mayores, si cuento con el apoyo de mi padre, de Steve, Anne y de mis amigos, todo estará bien, lo sé — Estaré bien papá, no tienes nada de que preocuparte, los Müller sin buenas personas y son de nuestra familia, Herman cuidara muy bien de mi.

— Estaría más tranquilo si Diego cuidara de ti, nadie te va a cuidar mejor que ese hombre hijo y lo sabes, el te ama y se que se equivocó, pero es de humanos errar — Escucho las palabras de mi padre, son las mismas que me dijo Axel antes de marcharse, aún con su mirada destrozada se sigue preocupando por mi, deseo de todo corazón que pueda encontrar la paz que tanto mereces, el al final no es la persona que solía ser en el pasado, cambio y ahora es un chico noble que tiene sueños y anhelos, que busca desesperadamente una segunda oportunidad — ¿Por qué no vas a San Francisco por el y le dices lo que sientes?.

Niego con la cabeza, es mejor así, por ahora, si el tiempo que me voy no cambia nada, entonces si volveré por el sin ninguna duda, no pienso irme por mucho tiempo, tan solo serán unos meses antes de que vuelva a Nueva York, por la puerta de mi habitación entran Steve y Anne quienes me observan de igual manera tristes, se que les duele que me vaya, en especial por el hecho de que tanto Anne como yo finalmente habíamos arreglado nuestras diferencias, después de tanto tiempo somos unidos como cuando éramos niños.

— Te voy a extrañar rubio — Me dice al tiempo que me abraza, mi cabello ya es totalmente rubio, no queda rastro del castaño que usaba cuando llegamos aquí, no puedo creer que el tiempo pasará muy rápido, sin imaginarlo muchas personas llegaron a mi vida para hacerla mejor, en fin volviendo al tema de mi cabello la única diferencia es que ahora está más largo que antes y tengo más confianza en mi mismo — Prométeme que vas a estar bien.