Capitulo 35

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- jajajajaja Te Atrapé Campeón- Christian cargó a Teddy- Mira Nena... ¿Nena?... ¿Anastasia?
- Si Dime.
- ¿estás Bien? Estas pálida, ¿pasa algo con el Bebé?
- No. ¿qué me decías?
- Algo te pasa, te ves preocupada.
- Nada Mira, es que estaba recordando qué me hacía falta por comprar.
- ¿Segura?
- Si Mi Cielo. - Christian la observó, colocó el niño en la parte superior del carrito del mercado y se dirigieron a la caja. Anastasia no dejaba de Acariciar su vientre, Christian se le acerca y al oído le dice:
- No te Creo lo de las Compras, en la casa hablamos bien. - Anastasia se tornó algo enojada con la última frase de ese comentario, rápidamente Sacó al niño del carrito de mercar:
- ¡Esta Bien! Te Espero en el auto.
- Espera ya falta poco.
- Te Espero en el auto, permiso.
La Cajera solo los observaba, la pequeña discusión fue notoria, a los pocos minutos, Christian llegó al auto, acomodó el mercado en la cajuela, Anastasia estaba leyendo un libro y Teddy estaba en la silla de atrás.
- ¿Por qué te Enojaste?
- No me enojé.- Respondió ella sin quitar su mirada de las páginas del libro.
- Y me lo dices así en ese tono, claro qué estas enojada.
- Es que ando sensible y todo lo que me dicen lo tomo en son de pelea.
- Jajajajaja ¿los cambios hormonales?
- No te burles y vámonos, Teddy debe llegar a comer.
- Y nosotros a hablar.
- ¿No se te ha olvidado eso?
- No, así que vamos.
Durante el camino reinó el silencio, Anastasia iba concentrada en su libro, Teddy se había quedado dormido y Christian solo se limitaba a conducir.

-¿ Qué pasó Con Anastasia?
- Pues Se asustó muchísimo cuando me vio.
- Y de su embarazo, ¿qué averiguaste?
- No Mucho, pero debe tener como unos 5 o 6 meses de embarazo.
- Elena, ¿qué pretendes hacerle a los niños?
- Mientras Anastasia esté viva ellos serán mi arma para verla llorar, Jose me ayudará con eso
- Pero...
- Tranquila, que ellos seguirán vivos.

Al llegar, Christian llevó las bolsas del mercado a la cocina mientras Anastasia acostaba a Teddy. Luego ambos se dirigieron a la habitación, Gail y Sawyer los notaban extraños:
- ¿Les pasará algo a los patrones?
- No lo sé, pero parece como si Mi niña viniera enojada.
- Si, Eso También lo noté.
- Bueno, deja de chismosear, pareces vieja.
- Pero Señora Gail, es que me interesa el estado de ánimo de la Señora.
- Y eso¿ por qué o qué?
- No pues porque... pues por... por su embarazo. Digo, ella debe estar calmada.
- Y lo está, no te preocupes, así que vete ya para tu casa, ya terminó tu horario.

- ¿Sigues enojada? - Preguntó Christian mientras se quitaba su camisa.
- No, ya te dije que no estoy enojada.
- Pero no hablaste en todo el camino.
- Venía leyendo.
- ¿Me estas ocultando algo?
- ¡Claro que No! Ya te dije que debe ser porque ando sensible.
- No te Creo, ni creo eso de las compras, estabas pálida en ese momento.
- Ay Ya Christian, me quiero acostar, estoy cansada.
- No, no te vas a dormir.- Christian se sentó en una orilla de la cama, dándole la espalda a Anastasia quien estaba sentada en la otra orilla- Me preocupo por ti, no te das cuenta, siento como si me estuvieras ocultando algo.- Anastasia se volteó, observo a Christian, se dio cuenta que estaba siendo algo dura con él, Gateo por encima de la cama hasta llegar donde él estaba.
- Sé que te preocupas por mí, pero debes estar tranquilo, nada malo nos sucederá.- Besó su espalda, él se volteó y sonrió.
- Te Amo nena, Y no quiero perderte nunca, me moriría donde te pasara algo a ti o alguno de mis hijos. - Ella se levantó de la cama, se puso de pie dándole la espalda, su enojo se convirtió en deseo, tomó su cabello y lo puso a un lado de su rostro, y así de espaldas y de pie, dice con un tono de voz susurrante
-Hazme el amor. - Christian sonrió, se levantó y la abrazó por detrás, besó su cuello, le quitó la blusa de la pijama que minutos antes ella se había puesto, él detrás de ella no dejaba de acariciarle el vientre.
- Durante tantos meses y aun siento que le puedo hacer daño al bebé.
- Sabes que no, piensa en mí, en ti, en nosotros, hazme el amor es lo único que te pido.
- ¿Eso también se debe a los cambios hormonales?
- emmmm No...
- Tranquila Mi Vida No tienes que Pedirlo - Christian continua besándola, ella solo sonríe, voltea, él comienza a besarle el pecho baja lentamente por su vientre sin dejar de besarlo, él se quita el pantalón rápidamente, poco a poco se acomodan en un sillón en el cuarto, él se sienta primero, ella se acerca y se sienta a ahorcadas sobre él, los besos eran incontables, Anastasia acaricia lentamente el pecho de Christian, ella toma la decisión, era ya el momento que ambos deseaban, Los movimientos eran controlados por ella, lo que no podían controlar ninguno de los dos era el sudor de sus cuerpos, la respiración de Anastasia estaba acelerada al igual que la de Christian:
- ¿les estoy haciendo daño?
- No, No, sigue.
Christian la carga y la lleva hasta el borde de la cama, ella cae bocarriba y él arrodillado frente a ella, continua llenándola de placer, amándola como solo él lo sabe hacer. Al finalizar, estaban acostados, abrazados, ella de espaldas a él, Christian tenía posada su mano en el vientre de Anastasia.
- ¿Estas Bien?
- Claro que sí, cómo no estarlo después de hacerme sentir como me haces sentir.
- ¿No les hice daño?
- No Mi Cielo, cada vez que hacemos el amor me preguntas eso.
- Es que me preocupo por ustedes.
- Lo Sé, pero te dije que esto no nos hace daño, sólo debemos tener cuidado de cómo hacerlo para no molestar al bebé.
- Esta Bien. - Christian Besó la mejilla de Anastasia, y así abrazados se quedaron dormidos.

Amor ProhibidoWhere stories live. Discover now