Tengo

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Tengo la necesidad atroz y el deseo errante de tener aquí a mi lado, abrazándote, con tu cabeza en mi pecho para que escuches el frenético ritmo de mi corazón producto de tenerte cerca, mientras te acaricio el cabello tal y como te gusta, en ese momento robado al universo en el que puedo jurar y asegurar que me perteneces por completo y no a medias. Tengo sed de tus labios adictivos, esos que han dejado un recorrido de besos entre mi hombro, cuello, y cara haciéndome estremecer como prueba de valor para ver si aún mi cuerpo responde a tu estimulo; he pasado la prueba y sigo sedienta, insaciable de ti. Tengo ganas infinitas de que me penetres con aquella mirada cargada y envenenada de tantos sentimientos encontrados que no me perecían pero aun así compartiste conmigo y yo gustosa recibí porque detrás de ellos está la que lleva mi nombre, aquella que aclama una noche de penumbra llena de placer y deleite. Tengo curiosidad de saber que pasó por tu mente al decirme, casi sin palabras, que mi puesto era encima de tus piernas; que pasó con tus ganas de estrecharme y sostenerme entre tus brazos cuando tocaste la cama, que ocurrió al amanecer cuando te sentaste en la esquina de la cama y te acobije para que en un minuto exacto después saltaras a recordar que teníamos que irnos, como sentiste esa despedida tan corta y carente de calidez que me diste al irte. Tengo anhelo de tu cuerpo cálido y vibrante, ese que ronronea y busca su espacio en algún lugar de mi cuerpo aquel que he tocado por encima de la ropa y he visto en instantes de tu descuido. Tengo, tengo, tengo y no te tengo.

Un sueño a través de letrasWhere stories live. Discover now