Aquel martes dieciséis

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Me cuesta respirar, me estoy ahogando y no te importa. Me dejaste a mi suerte y sin preguntarme que esperaba o quería yo, como lo hiciste al principio. Y sí, claro que es mi responsabilidad mantenerme a flote y lo hago, te aseguro que pataleo con todo lo que me queda y doy brazadas alejando tu recuerdo pero son demasiados y algunos son tan intensos que no tengo le valor para mandarlos lejos. Cada tanto doy suspiros entrecortados que me recuerdan a un momento diferente, en un contexto diferente pero a tu lado. Volví a saltar de nuevo en medio de la noche, en la madrugada justo después de nuestra última llamada; uno de ellos me devolvió el insomnio y me hizo recordar tus palabras ante mi primer salto, aquellas palabras de agradecimiento las veces que estuve a tu lado aunque no fuera de la manera en la que nos hubiera gustado y, sobre todo, mi memoria me lanzó a la cara la última vez que tus labios pronunciaron un 'Te Amo', mirándome a los ojos y con la misma firmeza que la primera vez aquel martes dieciséis.
 

Un sueño a través de letrasWhere stories live. Discover now