Capitulo 4

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CAPITULO CUATRO

Lo primero que pudimos hacer o tuvimos que hacer fue ofrecerles donde sentarse, gracias al tío Shi trajeron dos mesas que se unieron formando una gran mesa, el señor Han Fei fue el primero en sentarse, se veía molesto pero en la historia era ese p...

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Lo primero que pudimos hacer o tuvimos que hacer fue ofrecerles donde sentarse, gracias al tío Shi trajeron dos mesas que se unieron formando una gran mesa, el señor Han Fei fue el primero en sentarse, se veía molesto pero en la historia era ese personaje que solo sonreía al ver la desesperación de otros.

Gracias a las nuevas visitas el tío Shi tuvo que traer ingredientes o bueno pedir al servicio que trajera lo que faltase para este gran banquete. Por su visita inesperada intento hacer algo sencillo y que no demore mucho tiempo, hay una razon por la cual no quiero demorarme, puedo sentir la presión del señor Han Fei en mi espalda, entre menos tiempo se queden será mejor para mi.

Al pasar una hora pude terminar la comida, en ese momento los trabajadores de la casa se encargaron de lo demás y en poco tiempo la mesa quedo llena. El disgusto en el rostro del señor Han Fei era evidente sobre todo despues de notar la simplicidad de cada platillo y era aun mas evidente gracias a que desafortunadamente su lugar estaba de frente que el del señor Han Fei.

Los niños querían comer pero eran detenidos por Han Qiang ya que su padre aun no lo habia probado.

—Abuelo Fei mami cocina muy bien, prueba— dijo Han Ming aburrido por no poder comer.

El señor Han Fei tenia una debilidad y era sus nietos por lo que al oir la voz de su nieto su rostro se ablando, aunque con Ping Ju no mostraba piedad. El abuelo hizo caso a su nieto y probo la primera cucharada, era un bocado pequeño por que pensó que no le gustaria, no obstante el sabor era mejor de lo que habia esperado y despues de la primer cucharada, tomo una segunda y una tercera sin poder creer como esta comida tan simple tenia tan buen sabor.

—El sabor es aceptable, mucho mejor que la persona que traje— al decirlo hizo un mohín en la boca y sonrio de manera arrogante —. Mañana volverá al burdel, esa mujerzuela volverá a su lugar— su voz no cambiaba de tono era serena y contesto pero el escalofrió que emitía no era algo sereno o calmante, casi todos en la habitacion sintieron un escalofrió subiendo su espalda.

—E..to, no hable de esos temas frente a los niños— debo ser fuerte ese tema no es algo que unos niños deban escuchar.

Lo que no sabia es que todos en la mesa estaba asombrados, hasta Han Fei estaba asombrado era raro que alguien le impidiera continuar la conversación, su posición ya era una figura de respeto.

—En algún momento se enteraran, después de todo el barro queda impregnado en quien pase— pudo entender la frase no obstante el debía ser un buen pariente para los niños.

Lo que no notaba por estar centrado en sus pensamientos fue la ligera esbozo de sonrisa por parte de Han Fei.

—Mmmm. guh, El loto mas hermoso crece en en lodo mas sucio, pero aun asi no se mancha— ya quería desmayarme, no soy de pelear y mucho menos con personas que poseen el poder de aplastarme. Lo mas grave es que sin ayuda de five lo único que puedo hacer es perder toda esperanza de que esta estupidez termine bien para mi, o en este instante comer saliva una y otra vez esperando un milagro.

Halo de suerte, sistema engañoso (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora