capitulo 7

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CAPITULO SIETE

—Ju Ju que le vas a dar de regalo a tus hijos— pregunto el sistema, aunque realmente quería decirle es que si no podía ver que su rol en la historia cambiaba.

—No lo se, le preguntare a Han Qiang— respondió sin notar ninguna otra intención del sistema. Pero su voz sonaba enojada, antes poseía una idea de que regalarles a sus hijos, sin embargo Han Qiang ya tenia ese regalo para ellos y el no podía darles lo mismo o siquiera comprarlo ya que no poseía ni un centavo.

—Tío Shi ¿Dónde puedo encontrar a Han Qiang?— pregunto sin mucho animo de respuesta.

—Sígame— sentencio el tío Shi mientras caminaba hacia la puerta de la habitacion y de ahí se dirigió a la sala de Han Qiang. Wang Ping Ju lo seguía, pero también miraba en los alrededores para recordar el camino.

El tío Shi iba a golpear pero Wang Ping Ju se apresuro, no solo no toco si no que abrió la puerta para encontrar a Han Qiang leyendo como si nada lo perturbara, solo volteo levemente para ver quien fue el que tuvo el descaro de entrar y al notar a Mai Ju esbozo una sonrisa llena de burla.

—¿Me extrañaste?— lo dijo mientras intentaba limpiar una lagrima imaginaria de su rostro — no quieres un beso o un mimo por el buen trabajo— siguió aunque su rostro esta tranquilo, pocos al verlo dirán que se esta burlando.

—Dile eso a quien te lo crea — grito con un rostro rojizo que solo logro alegra a Han Qiang —. ¿Qué puedo regalarle a los niños?— pregunto mirando fijamente a Han Qiang, quien solo veía como Mai Ju tenia el rostro bastante rojo.

Wang Ping Ju intentaba no prestar atención a las bromas de Han Qiang pero ello no evitaba que le enojaran.

—Ven— dijo haciendo señales con la mano derecha. Wang Ping Ju no quería ir pero no tenia de otra por lo que se acerco, lo que no espero fue que apenas estuvo lo suficientemente cerca Han Qiang lo halo fuertemente dejándolo sentando en piernas de Han Qiang.

—Hagamos esto, dame un abrazo y posiblemente te de una idea— esa voz enojo y sonrojo a Wang Ping Ju, ya que no sonaba arrepentido.

Wang Ping lo abrazo, sin embargo al momento de alejarse Han Qiang encontró el ángulo y lo beso, solo lo soltó cuando estuvo satisfecho. En ese momento la mirada de Wang Ping Ju estaba perdida ya que el también había disfrutado del beso, pero también había una razón o se convencía con esa idea, el nunca había besado por lo que este beso le resultaba tan agradable por su poca experiencia.

—Ya fue suficiente, suéltame— dijo con voz baja.

—¿Realmente lo fue?— pregunto mirando los labios de Mai Ju —. Y para lo que me preguntaste ¿por que estas pensando en otro regalo? ya organizaste la fiesta, aparte se te olvido que el regalo va dirigido como si fuese un regalo de los dos— menciono ladeando la cabeza en signo de burla y curiosidad.

En ese momento la mente de Wang Ping Ju entendió que había sido engañado muy fácilmente y solo tenia tres palabras para Han Qiang "tu maldito imbécil" sentenció aunque creyó que jamás tendría el valor de decírselo.

Lo que si hizo fue empujarlo antes de irse bastante enojado, sin notar que Han Qiang tenia una sonrisa en su rostro, solo se detuvo al llegar a su cuarto, se acostó e intento relajarse tanto como pudo, no le prestaría atención a Han Qiang se prometió mas de una vez, solo el golpeteo de la puerta lo hizo cambiar de pensamiento.

—¿Quién?— pregunto deseando que no fuera Han Qiang.

—Yo— dijo juguetonamente Han Ji Tai —. Puedo pasar— continuo antes de que Mai Ju respondiera.

Halo de suerte, sistema engañoso (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora