Capitulo 5

830 101 7
                                    

CAPITULO CINCO

En pocos días los niños cumplirían años, cada rato Han Ming decía—: mami mira mi cumpleaños, mi cumpleaños—se notaba que estaba muy feliz, Han Yen solo se acercaba mirando con expectativa el estaba feliz pero no lo demostraba tanto como su hermano

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En pocos días los niños cumplirían años, cada rato Han Ming decía—: mami mira mi cumpleaños, mi cumpleaños—se notaba que estaba muy feliz, Han Yen solo se acercaba mirando con expectativa el estaba feliz pero no lo demostraba tanto como su hermano.

—Si muy pronto pero los regalos son una sorpresa, así que no les puedo decir— dijo haciendo un sonido de shhh.

Han Ming no era lejano a Wang Ping Ju si no por el contrario era el primero en acercarse a su mama. El que daba pasos que no parecían notorios para acercarse a su mama era Han Yen, sus pasos eran pequeños pero sus sentimientos por su madre solo crecían y crecían.

Los niños jugaron hasta que tuvieron que ir con sus tutores y en ese momento Wang Ping Ju aprovecharía para terminar la única preparación que aun no estaba clara de ese dia. A el le gustaría salir con los niños pero debía pedirle permiso a Han Fei para poder salir, lo cual era humillante ya que ni en su adolescencia tuvo que llamar a sus padres.

—Anfitrión tiene una misión secundaria, la cual es evitar que el protagonista odie a su padre— Wang Ping Ju no sabia que hacer realmente como impediría que ellos se odiaran, si uno era un hueso duro de roer y el otro una persona que odiaría tener impuestos solo las decisiones de su padre.

Lo pensó mientras caminaba a la sala de Han Fei, lo que no espero es que desde fuera se pudieran escuchar los gritos de padre e hijo, pensó en devolverse lo malo es que enserio necesitaba arreglar la situación, por lo que todo lo que podía hacer era rezar para que sus puntos de buena suerte lograran que no lo mataran.

Trago saliva audiblemente antes de siquiera pensar en tocar la puerta, encendió una vela en su corazón por su propia vida y se adentro a una misión que no entendía, aunque en el momento solo tocaría la puerta.

—Si no quiere que coloque su piel de alfombra retírese —su voz áspera obligaba a mover los pies para irse. Lo malo es que Wang Ping Ju tenia tanto miedo que no podía moverse ni para delante ni para atrás, asi que utilizo todas sus fuerzas para hablar.

—Señor Han, necesito hablar con usted—aunque necesitara engrosar su piel no daría marchar atrás, tampoco podía hacerlo aun si quisiera, su única recompensa era que sus temblores aún eran aguantables y sus nervios no estaban tan alterados como para desmayarse.

—Pase—sonaba más tranquilo y daba menos miedo haciendo que Wang Ping Ju entrara con mas comodidad mental al lugar.

—Los niños pronto cumplen años y me gustaria llevarlos a un paseo para la ciudad, pero Han Qiang no me deja ir. Me gustaría que usted le dijera que si puedo— espero que me ayude a salir de la mansión era algo que podía agregar pero no lo haría por autoproteccion.

—¿Por que lo haría?— lo que no noto wang Ping Ju pero si Han Ji Tai era que Han Fei lo dijo en tono burlón y ligero, no el usual que utilizaría cuando negaría algo.

Halo de suerte, sistema engañoso (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora