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Aquella pregunta me había tomado por sorpresa, por no decir que toda la situación lo estaba haciendo. No lograba comprender en que momento todo lo sucedido la noche anterior chocaba conmigo, como es que terminaba involucrado sin siquiera haber estado presente. Pestañeé varias veces y releí el mensaje un par más, asegurándome así que realmente decía lo que decía.

En serio, ¿qué cojones había pasado en aquella fiesta y porque ahora parecía verme involucrado?

Yo: se supone que debo saber algo?

Envié el mensaje sin pensarlo, confundido en varios niveles. ¿Por qué asumía que sabía algo al respecto? ¿Por qué debería saberlo, en todo caso? Pero por sobre todas las cosas: ¿a raíz de que llegaban esos mensajes?

Samuel De Luque: No has hablado con Daniela aun?

Yo: Debía hacerlo?

Samuel De Luque: Deja el rodeo para otro momento

Has hablado con ella o no?

Relamí mis labios con duda, casi incómodo. Por un instante pensé en llamar a la chica y preguntarle que debía decir, pero descarté la idea en cuanto llegó a mi cabeza; no había terminado de la mejor manera su situación con Samuel y no quería crear más escándalo del que ya había entre ellos. Sin embargo, no sabía exactamente de que le servía aquella información; si le decía que sí, que había hablado con la chica, ¿qué cambiaba exactamente? ¿De qué le servía saber eso? Y en el caso de decir que no y mentir, ¿terminaría la conversación o escucharía su versión de la historia?

Para ese entonces, la curiosidad había invadido mi organismo.

Yo: Algo me ha dicho

Samuel De Luque: algo como qué?

Anda! Solo dime que te dijo

¿Qué tan sincero debía ser con él? ¿Estaba atentando contra la confianza de mi amiga con esto? De todas maneras iba a enterarme de lo sucedido, más teniendo en cuenta que su relación inevitablemente iba a cambiar, ¿pero corría con la posibilidad de decirlo? Me sentía en falta con la chica, no quería romper su confianza de ninguna manera.

Samuel De Luque: Qué sabes?

Suspiré, molesto. No sabía mucho sobre Samuel, pero podía notar que estaba ansioso incluso sin tenerlo delante. Era básico para eso.

Debía darle una respuesta antes de que comenzara a llenar mi móvil con mensajes que no quería recibir.

Yo: Solo se que se besaron, nada más

Las tildes se tiñeron de azul automáticamente, pero su respuesta tardó un par de segundos más en llegar, cosa que incrementó mi curiosidad y molestia mezclada. Se me hacía extraño tener mensajes suyos en mi teléfono y más tenerlos después de la fiesta. Samuel y yo no éramos amigos, quizás jamás llegaríamos a serlo considerando la relación que llevábamos, por lo que tener una conversación que abarcara cualquier cosa fuera de la universidad me resultaba extraño, incómodo en cierto modo. Me hacía recordar a aquella vez en la que me llevó en su coche.

Samuel De Luque: Seguro que solo fue eso?

Yo: Por qué me lo preguntas como si lo supieras?

Qué se supone que debo saber?

Nuevamente, su respuesta tardó más en llegar.

Samuel De Luque: Daniela y tu son amigos, me resulta extraño que no te haya contado más que eso

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