Élite - La Nueva.

- Capítulo 9.

CAPÍTULO EDITADO.

Había llegado el final de período, hoy se entregaría el codiciado trofeo al mejor estudiante.

Bajé de el auto y pude ver a Guzmán, Polo y Christian en la entrada.

¿Guzmán y Christian hablando? Vaya, que el mundo está loco.

Guzmán estaba vestido con un traje formal, su moño en el cuello. Muy guapo. Polo vestía una camisa con tirantes y sobre esta una chaqueta elegante. Christian igualmente llevaba smocking.

- ¡Pero mira que belleza ha llegado! - Gritó Christian acercándose a mi con una sonrisa - Miren nada más que muñeca - Miró a Polo y Guzmán quienes parecían imbéciles mirando. - ¡Ole! Cuidado que se os cae la baba. - Me tomó de la mano y me dió una vuelta. - Tan guapa y soltera...

Yo me limité a soltar una risita mientras recibía los halagos de mi amigo.

- Voy a esperar a el correcto, no quiero una pila de imbéciles inseguros. Compermiso. - Dije lanzándoles un beso. -

Al entrar vi a Marina, se veía feliz, como siempre estaba brillando. La llegada de Nano a su vida ha sido un cambio total, me alegra verla feliz.

¡Si! Marina había ganado el trofeo a mejor estudiante, ya estaba subiendo al escenario a punto de dar su discurso, eso sí, desde hace unos minutos su semblante había cambiado rotundamente, se veía decaída.

- Hola, bueno, muchas gracias por el premio, pero creo que lo merece más otra persona, yo la verdad que no tengo mucho de lo que estar orgullosa este año, así que quería aprovechar para pedir perdón... Perdón por todo el daño que haya podido causar, por decepcionar a las personas que más quiero y la que me ha hecho sentir mucho en muy poco tiempo... Intenté pararlo todo. Intenté ser una buena hija, una buena hermana, intenté estar a la altura de tus sentimientos Samuel, pero al final he sido yo misma, una cabeza dura, sin miedo al peligro y siempre metida en problemas. Lo siento.

Eso fue lo último que dijo antes de bajar del escenario, aún con el trofeo entre sus manos.

La tensión y confusión en el ambiente era palpable.

Algo estaba mal. Muy mal.

- ¿A dónde va Marina? - Pregunté a Guzmán. -

- No lo sé, ella está muy mal, no deberíamos dejarla ir sola.

- Pues entonces apúrate eh, tenemos que seguirla antes de que la perdamos de vista.

Seguimos a Marina a través de los pasillos, intentando ser tan sigilosos como fuese posible.

Finalmente llegó a su destino final, la piscina. Decidimos entrar por la puerta trasera y ver que hacía, sabíamos que espiarla estaba mal, pero no nos podíamos arriesgarnos a que Marina estuviera sola viéndose tan desanimada.

Luego de unos minutos apareció alguien que definitivamente no esperamos ver ahí.

Polo.

Lo que empezó como murmullos pronto se convirtió en gritos e insultos.

- ¡Que de que coño te ríes Marina! ¿Sabes lo que eres eh? ¿Sabes lo que eres? - Dijo Polo tomando a Marina bruscamente del brazo. -

Guzmán estaba sorprendido junto a mi, su rostro lo decía todo.

En algún momento va a salir disparado a golpear a Polo por tratar así a su hermana.

La tensión en el hambre era potente, crecía cada vez más y junto a ella, mis nervios.

- ¡Eres una ladrona de mierda! ¡Eso es lo que eres! - Vuelve a gritar Polo. -

- ¿Ah, si? - Respondió Marina en tono desafiante. -

- ¡Si!, Traicionando a tu gente por el primero chungo de barrio que se pone en frente, ¡GILIPOLLAS!

- ¿Eso no es lo que hace tu chica? Pillándose con el primero chungo de barrio. ¡Te está utilizando Polo!

Marina 1.
Polo 0.

- No me jodas - Dijo Polo empujándola con la fuerza suficiente para hacerla retroceder. -

- ¡Pues te va a joder más!, ¿Sabes porque? ¡Porque no va a volver contigo, Polo! ¡No va a volver contigo! - Gritó Marina. -

Tienen que detenerse.

- ¡Dame el reloj, lo tienes en el bolsillo! - Grita Polo. -

- ¡Que te está usando, Polo!

- ¡¿Lo tienes en el bolsillo?! ¡Que me contestes!

Marina no responde.

- ¡Dame el reloj Marina!

De repente Marina le estampa una cachetada con tal fuerza que lo dejó en el suelo.

Ahí es cuando Guzmán y yo salimos y todo se sintió en cámara lenta.

Polo toma el trofeo.

Polo se levanta del suelo.

Polo levanta el trofeo en el aire.

Polo iba a atacar a Marina.

- ¡NO, POLO!, ¡MARINA, CUIDADO! - Grité con tal fuerza que mi garganta ardió. -