[EN EDICIÓN.]
Una nueva estudiante llega a Las Encinas y su llegada revolverá todo. Natasha aprenderá sobre amor, desamor y la máxima expresión de la locura a su corta edad. Pero no sólo ella llegará a la historia.
¿Que pasará en el loco ambiente...
Guzmán despertaba, hoy habían terminado sus vacaciones de un mes y volverían a la escuela.
Guzmán a pesar de haber experimentado una pérdida tan grande no había cambiado mucho en su personalidad, su arrogancia seguía ahí, sólo que algunos eran exceptos de ella.
El ojiverde volvía con una apariencia diferente, su cabello lucia bastante corto, esos eran los resultados de sus ataques de ansiedad. Guzmán tomó su mochila luego de estar listo y en unos treinta minutos ya se encontraba pisando el suelo de 'Las Encinas'
Por otro lado Natasha estaba lista para regresar, con su cabello de ondas relajadas y un maquillaje sencillo pero lindo.
(...)
Narra Natasha Llegué a la escuela, estuve unos minutos dentro de él auto viendo el panorama que tendría que enfrentar, Samanta abrazando a Guzmán y el resto de el grupo de pie en la escalera con esos aires de superioridad.
Cuando tuve valor de bajar de el auto lo hice, inmediatamente todos me miraron y eso era horrible, mis manos sudaban salvajemente y mi corazón estaba a el mil, últimamente los ataques de ansiedad y pánico eran mi "Pan de cada día". Subí las escalares nerviosa y pensando en cómo sería caerme o hacer el ridículo frente a todos.
Lu y Carla me extendieron sus brazos y claramente acepté los abrazos, así sucesivamente todos lo hicieron, solo faltaba Guzmán vi en el todas las intenciones de abrazarme pero miró a Samantha y se limitó a decir un simple "Bienvenida" al que sólo respondí asintiendo con mi cabeza.
Entramos a la escuela y todo era de película, todos nos miraban y mientras yo sabía que intimidaba a muchos en el lugar por mi apariencia y conocida forma de ser moría por dentro de miedo. Llegamos a él salón y me senté, rápidamente tomé una pastilla de mi bolso y la tomé.
— ¿que es eso? - preguntó Polo a mi lado -
— Pastillas para la ansiedad - dije guardando la caja en mi bolso -
— ¿también las tomas? - dijo Polo-
— de no tomarlas estuviese loca - reí -
— ¿Más de lo que ya estás?
— si, incluso más de lo que ya lo soy - dije mientras ambos reíamos -
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