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— ¿Qué diablos haces? —le preguntó Hyunjin bastante exaltado al menor mientras lo seguía.

Jeongin no supo que responder, le había dicho eso a Chris porque quería darles tiempo a Felix y Minhyuk de huir pero tras escuchar el "de acuerdo, vamos a mi estudio a charlar" sintió que lo había arruinado. ¿Estar a solas con Chan? Ni siquiera podía verlo sin sentir que su estómago se revolvía del coraje.

Por su parte, Chan estaba de lo más encantado, ¿Jeongin empezaba a aceptarlo? Sentía que su estómago cosquilleaba tan solo de pensarlo, realmente deseaba sentir el amor del menor y que ya no se apartara así de él, estaba seguro de que tenía mucho por ofrecerle, solo necesitaba la confianza del pelirrojo y sus vidas cambiarían, podría enumerar sus virtudes en ese mismo momento si Jeongin se lo pedía: era fiel, era atento, romántico, no le daría ningún problema nunca, no era una persona violenta.

La verdad es que Bang Chan deseaba enormemente sentir algo de amor, en toda su vida solo había sido capaz de sentir el afecto de Oliver y Elizabeth, sin embargo su trabajo no le permitía siquiera el enamorarse, pero no fue así con Yang, desde un inicio se mostró transparente con sus emociones, sí, le había mentido con una cosita ¿Pero qué más daba? Independientemente de eso todo él era honesto, desde que vio fijo a los ojos del menor supo que había algo en él que necesitaba: pureza. Jeongin era tan inocente, tan blando, tan jodidamente adorable, ni siquiera se dio cuenta cuando sus labios pronunciaron "Bang Chan" en vez de "Chris" al presentarse, no debía decir su nombre real pero de algo estaba seguro, cuando Jeongin lo repitió con su voz fue como si aquel niño australiano por primera vez tuviera una identidad. Esa noche el rubio pensó en qué habría sido de su vida si nunca se hubiera metido en ese negocio tan turbio, deseaba algo normal, salir, tener amigos, ir de fiesta y ser feliz pero siempre la misma frase lo traía a tierra.

"Es mejor ser el victimario que la víctima".

Había visto los horrores del ser humano desde la comodidad de su sala, estaba seguro que era mucho mejor estar en matryoshka liderando que siendo mercancía.
¡Pero no Jeongin! Él no iba a ser manejado como todos ahí y eso lo dejó claro desde un inicio, Yang no iba a ser víctima sexual de alguien en ese lugar y aquel que se atreviera a profanar al chico no tendría tiempo ni siquiera de pensar en el día de mañana pues Chris se encargaría de desaparecerlo de la peor forma posible.

— Ponte cómodo.

Mencionó con entusiasmo mientras ingresaban a su estudio. Las paredes eran rojas como todas en ese lugar, había un escritorio de madera y únicamente una silla que pertenecía al rubio, sin embargo al otro lado de la habitación había un sofá a juego con el color de la habitación. No había ventanas pero Chan había incluido una con una luz que simulaba la luz natural filtrarse, era el mejor modo de mantenerse tranquilo en una habitación cerrada pues era claustrofóbico. Junto al escritorio habían dos archiveros con cuatro espacios cada uno.

Jeongin tomó asiento en el sofá, Chan notó que estaba algo tenso así que intentó hacer ameno el ambiente yendo a sentarse en su propia silla para darle espacio al menor. No podía evitar mantenerse sonriendo, estaba con el chico, podían tener un momento a solas para hablar luego de tanto tiempo desde su última salida.

— Ha pasado bastante, ¿No? —con ese pensamiento en mente, Chan preguntó sin poder evitar apoyar su codo izquierdo en el escritorio y su mentón sobre su mano. Admitía que se sentía estúpido pues seguro lucía completamente enamorado pero no podía hacer otra cosa.

— ¿De qué hablas?

— Desde que salimos, no habíamos podido estar juntos a solas —su sonrisa se torció con algo de amargura mientras empuñaba sus manos—. Realmente deseaba llevarte por helado para celebrar...

RUBATOSIS ❀ HyunIn [✓]Where stories live. Discover now