Prólogo

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Mis ojos se abrieron con consternación y brusquedad, además de desconcierto al estar en una habitación que no conozco en lo absoluto... ¿O debería decir desconcierto por despertar?... Maldición, juraría que ese maldito estereotipo de un Bullying me había arrojado por el autobús en movimiento.

Y la repentina aparición de una imagen mental de una rueda me confirma mis sospechas.

Pero en cambio estoy en una habitación bastante lujosa. Mis ojos vagaron por toda la habitación. Paredes de madera clara con unas leves líneas naturales en esta demostrando que era de muy buena calidad, había un guardarropas de madera a juego con la pared que a su ves estaba integrado en esta, mezclándose ambos perfectamente.

Habían dos puertas, por lo que suponía que el cuarto tenía un baño, además de que había un escritorio de madera con su respectiva silla de madera, algunos útiles en el escritorio y un libro con una portada algo desgastada y deprimente a decir verdad.

Enserio, ¿Quien leería un libro con esa portada?. Mientras mi atención se centraba en el lugar donde estaba sentado, que específicamente era una cama pequeña que estaba poco adornada, sin tener dibujos de súper héroes o algo similar, supongo que el niño que la utiliza es bastante maduro. Pero mi pregunta principal es, ¿Que hago yo aquí?.

Luego de ver el entorno a mi alrededor, me decidí a intentar recordar cómo llegué aquí, y cerrando los ojos y traté de recordar algo. Pero nada, sólo que estuve en una excursión de mi secundaria y cuando estábamos en el autobús un idiota me lanzó.

Maldición. Se supone que debería estar muerto... Se supone que no debería ser tan pequeño... ¿Que chingados le pasó a mis manos? . . . ¡¡¡¡¿Porqué no siento a mi junior?!!!!.

Ok, ok, ok... No abras los ojos. ¿No siento a mi amiguito y soy muy pequeño? No quiero ver mis pechos, porqué de seguro reencarne en una niña rica o algo así... Si, ¿No está tan mal...?... Eso ni yo me lo creo. Aunque hoy en día hay mucho cambio de género, sólo debo esperar a la mayoría de edad y ¡Bum!, Mini-Mí nuevo... Tal vez incluso pida un agrandamiento... Seré una leyenda con uno de diecisiete pulgadas. . . ¿Que pendejadas estoy pensando...?

Luego de golpearme mentalmente me decidí a abrir mis ojos de forma lenta, tratando de hacer lo posible para calmarme. Aunque la calma se fue a la mierda cuando abrí mis ojos, ya que inmediatamente abrí mis pantalones para ver con un recién descubierto nivel de alivio a mi amiguito, aunque mucho más pequeño de lo normal.

Pero luego de calmarme completamente me inspeccioné mejor, viendo que en realidad soy un niño... Reencarne en un niño rico, perfecto.

Decidiendo inspeccionar la habitación mejor, me levanté un poco mareado y desconcertado, el peso en mi cuerpo se sentía muy diferente, pero mi musculatura también, supongo que es el efecto secundario por una posible reencarnación en el cuerpo de un niño, cosa que era lo que más tenía sentido en mi mente.

Luego de adaptarme un poco a mi cuerpo, caminé a una de las puertas de madera, mi forma de caminar pareciendo la de un pingüino, lo que me hizo caminar sumamente lento.

Cuando giré la cerradura de la puerta, pude divisar un largo pasillo que de seguro era la salida al resto de la probablemente muy lujosa casa, sólo mirar la cantidad de paredes de lujosa madera siendo una prueba de ello.

Luego fui a inspeccionar la segunda puerta, que asumo que es un baño o algo por el estilo. Caminé dando largos pasos de pingüino, muy incómodo por la rara sensación que daba controlar un cuerpo nuevo. Cuándo llegué a la puerta pude abrirla, y era un baño, mucha cerámica color crema muy fina en la bañera, la ducha, y incluso en el inodoro, además de un espejo con unas escalerillas en el suelo.

¡Reencarnado En Harry Potter!, El Rey MetamorphomagusWhere stories live. Discover now