q u i n c e (i)

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Lo último que recordaba Namjoon era un fuerte golpe contra el marco de la puerta de la cocina. Sintió cómo su vieja pero cuidada Glock se le escapaba de las manos, cayendo al suelo. Después, todo se volvió borroso y su consciencia se apagó. 

Cuando despertó, todo estaba en silencio. Despacio, a pesar de tener la espalda dolorida, consiguió reincorporarse y así descubrir que estaba tumbado en el sofá rojo de la sala de estar de la casa de Charlie. Aún tenía la vista borrosa, pero con el tiempo consiguió enfocarla: cristales rotos, trozos de vidrio por el suelo, plantas lejos de sus respectivas macetas, libros tirados por todo el parqué... Rápidamente recordó que Agust había entrado en cólera y que, junto a los cuadros de las paredes, le había hecho volar. Algo alarmado al ver la escena, similar a la de un violento robo, se levantó del sofá, trastabillando. 

—¡Cuidado! — la voz suave de Charlie hizo que Namjoon se quedara a los pies del sofá. Ella llegó segundos después, con una escoba en la diestra. Con la zurda, hizo que el alquimista se volviera a sentar. — ¿Estás bien?

—Sí... supongo. — murmuró Namjoon, asintiendo levemente. Dejó que Charlotte se sentara a su lado y la observó cuidadosamente. No parecía estar herida. — ¿Agust?

Hasta él mismo se sorprendió cuando mencionó al vampiro. ¿De verdad se había preocupado por el rubio? 

Charlie hizo un gesto desganado con la mano, señalando el pasillo que llevaba a la cocina. —Está limpiando... Menudo desastre. — resopló. Cruzó una mirada con Namjoon. — ¿Tu espalda está algo mejor? ¿Recuerdas que ha pasado?

—Más o menos. Agust me lanzó contra la pared justo cuando iba a dispararle, y después-

— Te quedaste inconsciente. — dijo rápidamente Charlie. — ¿Me dejas ver tu espalda? P-por el golpe, quiero decir...

Namjoon simplemente asintió y dejó que Charlie, con cuidado, levantara la parte posterior de su camiseta. Al ver los varios hematomas inflamados en la espalda de Nam, Charlotte hizo una mueca. Los golpes que se había llevado por culpa de Agust eran demasiado fuertes para un humano normal y corriente como lo era él, así que supuso que quizá tenía algún hueso roto. Tocó con las yemas de los dedos, creyendo que no hacía casi presión, uno de los hematomas. Namjoon lanzó un alarido.

— ¡Lo siento, lo siento! ¿¡Te he hecho mucho daño!? — exclamó la rubia. — Tienes la espalda llena de golpes... ¡Te traeré algo de hielo, espera! 

— Charlie, no hace fal-

El alquimista logró agarrar su mano, pero la soltó en el mismo instante que vio a Agust, con su típica cara de póker. Había aparecido de la nada. Y tuvo la sensación de que aún estaba algo cabreado.

—Ah, sigues vivo. — bufó, con amargura. 

— Oye, Agust, — Charlie le señaló con el mango de la escoba — aún no has terminado de limpiar los cristales del pasillo, ¿verdad?

A Namjoon le resultó gracioso el tono maternal que utilizó Charlotte. Parecía una madre obligando a su hijo a volver a su habitación, pero Agust era rebelde, así que se quedó con los pies bien anclados en el suelo. 

—Por mucha prisa que me de, si Namjoon no hace na-

—Esto ha sido culpa tuya, así que a limpiar. — ordenó Charlotte, volviéndose para mirar a Namjoon. — Voy a por hielo. — y sin más, ignoró las protestas de Agust y pasó de largo, caminando hacia la cocina. 

Sin duda, el ambiente estaba cargado. La tensión podría cortarse con una simple mirada. Una mirada de las de Agust, claro. Se quedó observando durante varios segundos al alquimista, impasible, sin pestañear ni una sola vez, manteniendo la mirada hasta que Namjoon la apartó. Por una parte le alegraba saber que Agust se había calmado, pero por otra se sintió algo intimidado. 

—Si no vas a seguir limpiando todo este desastre, — Charlotte volvió a la sala de estar con lo único similar al hielo que había encontrado: carne congelada en una bolsa con cierre — vete. 

Agust soltó una de sus típicas risillas sarcásticas. — A mí no me des órdenes, rubita. Si hemos llegado a este punto es por vuestra culpa. 

—¿Perdona? — Y Namjoon, tras sentirse intimidado, se sintió ofendido. Alzó la cabeza para mirar directamente al vampiro, que asintió con convicción.

—Sí, sí, como lo oyes. Este desastre es nuestro — recalcó la palabra — desastre. Si Charlie no hubiera olvidado la chaqueta en el bosque, yo no tendría que haber ido a por ella, no me hubieran disparado y no tendría que haber huido como un puto ciervo de dos guardabosques. Y después, si tú no me hubieras amenazado diciéndome que me ibas a meter otro tiro entre ceja y ceja con tal de proteger a Charlotte, que, te recuerdo, come a personas vivas, yo no hubiera entrado en modo furor. — dijo, de golpe. 

Namjoon frunció el ceño. — Yo no he dicho que fuera a-

— ''¡Ponte detrás de mí!'' — dramatizó el vampiro, fingiendo que llevaba una pistola entre las manos y que una de las pocas estanterías que quedaba en pie era una persona a quien proteger. Agust ya parecía el vampiro enclenque e incordioso de siempre. — ''¡Como hagas algo a Charlotte termino de matarte!''

—No recuerdo decir nada de eso. — Namjoon sintió el frío de la carne congelada en su espalda, aliviando el dolor de los hematomas inflamados, y después cruzó una mirada con Charlotte, que se sentó a su lado. — ¿De verdad he...?

—Sí, bueno, Agust tiene razón.

—Como siempre. — añadió el vampiro.

—Dijiste que le dispararías si me hacía algo. — confesó Charlotte, algo avergonzada. Namjoon tragó saliva y prefirió fingir no haber oído nada.

—De todas formas, — Agust bajó tanto su tono que apenas pudo escucharle el cuello de su camiseta negra: — lo siento.

—¿Qué? ¿Has dicho algo? — preguntó Namjoon, genuinamente confuso. 

— Que lo siento... — susurró.

— Habla más alto, que no tengo un oído ultrafino. — protestó Nam.

—¡Que lo siento, joder! — terminó gritando. Agust miró al suelo. Parecía un niño tímido. — No tendría que haberme cabreado tanto. Lo siento.

—No, tenías derecho a enfadarte. — admitió Namjoon, con todo el pesar de su corazón. — Eres el que más ha sufrido durante este poco tiempo y supongo que, aunque seas un ser inmortal, también tienes tus malos momentos.

Charlotte se quedó sentada en el sofá, observando la escena, viendo cómo alquimista y vampiro intercambiaban una mirada comprensiva, un perdón silencioso que le resultó hasta conmovedor. Sonriente, Charlie se levantó de nuevo, dispuesta a seguir limpiando. 

—¡Sabía que al final ibais a ser buenos amigos! 

—Tampoco te pases, rubita. 

—Bueno, sólo hemos llegado a un acuerdo de paz. 

— Joder, qué pedante eres. — Agust puso los ojos en blanco, resopló y siguió a Charlotte, desganado. 

*****

me temo que tengo que dividir este capítulo en dos porque si no va a ser eterno!! stay hydrated y hagan sus apuestas: quién resolverá antes la tsnr... Agust con Namjoon o Namjoon con Charlie????


A+ Type » Namjoon, Suga; BTSWhere stories live. Discover now