d i e c i s é i s

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Caía la tarde cuando Namjoon y Charlotte llegaron a la mesa de la biblioteca donde les había citado el vampiro. Llevaban un par de días sin verle, sin saber de él, y tanto la rubia como el de gafas habían empezado a preocuparse. Ella porque pensaba que podía haber pasado algo malo a Agust; él porque creía que el vampiro iba a darle el chivatazo a la policía. Sin embargo, Agust estaba vivo, obviamente, y se sorprendió cuando vio a sus compañeros con rostros claramente preocupados. 

—¿Qué pasa? — preguntó, frunciendo el ceño — ¿Se ha muerto alguien...? — se quedó un par de segundos cruzando un par de miradas con Namjoon y Charlie hasta que finalmente pareció acordarse de algo. Alzó el índice, se giró para buscar algo en su mochila y sacó un cuaderno negro. Lo abrió de par en par. —Sí, va a morir toda esta gente.

Despacio, entre curioso y horrorizado, Namjoon tomó asiento frente Agust. La biblioteca estaba vacía, pero aún así, miró hacia los lados antes de agarrar el cuaderno de hoja cuadriculada. Era una lista de nombres y apellidos, domicilios e incluso números de teléfono. Namjoon miró a Agust después de empujar la montura de sus gafas, incrédulo. —¿Qué es esto?

—¿No es evidente, listillo? — bufó el rubio. — Es una lista de víctimas. No todas son de la misma edad, ni de nuestro entorno, ni siquiera de la ciudad. No están conectadas. — explicó Agust.

Charlotte echó un vistazo a la lista por encima de los hombros de Namjoon. —¿Cómo has conseguido esto?

—Internet. — respondió Agust, encogiéndose de hombros.

—Es terrible. — murmuró el alquimista, dejando de nuevo en la mesa en cuaderno tras hojearlo. — ¿Pretendes matar a todas estas personas? 

Agust asintió sin arrepentimiento alguno, se inclinó hacia delante con las manos entrelazadas sobre la mesa de madera y miró a Namjoon con aire, más que provocador, de reprimenda. —Quieres encontrar una cura para tu hermana, ¿sí o no? — dijo, con un tono áspero. — Porque, si de verdad lo deseas, la única salida es lanzar a alguien vivo al centro de uno de esos circulitos que dibujas... ¿verdad? Pensaba que ya lo habías captado. 

Charlotte pudo sentir como el ambiente se caldeaba. Tanto la mirada del vampiro como la de Namjoon le resultaron de lo más amenazadoras, como si fueran dos leones a punto de pelear hasta que uno muriera. Pidiendo calma, se sentó junto a Nam. —Eh, chicos, tranquilos. ¿Por qué no empezamos por ver la lista? Quizá encontremos alguna... solución. 

El vampiro carraspeó para aclararse la garganta, tomó el cuaderno de mala gana y señaló un nombre: —Opción número uno: Samantha Collins. 

Nam, cuyas heridas comenzaban a sanar, se tensó. —¿En serio? Es una de las más popu-

—Shhh, — el vampiro mandó callar al alquimista — en esta empresa no utilizamos etiquetas.

—¿Empresa? ¿Es otra metáfora? — Charlotte pestañeó un par de veces, confusa. 

—Empresa, misión, operación, plan, iniciativa. Léete algún diccionario algún día, querida. 

—Eh, ¡no hace falta que insultes así a Charlie! 

—Tiene razón, Nam, nunca he leído un diccionario, la verdad... — confesó la chica, haciendo reír al vampiro. A veces se preguntaba si de verdad tenía la edad que aparentaba o si era más joven, porque de ser cierto, muchas cosas encajarían. A veces no sabía si era cándida o si simplemente fingía serlo. 

Agust suspiró. —Bueno, volviendo al tema... Samantha Collins. Sí, vale, es una tipa conocida por todo el mundo, pero encontré su perfil de Instagram privado... 

A+ Type » Namjoon, Suga; BTSWhere stories live. Discover now