Capítulo 3: Aprendiendo Fuego Control

666 49 53
                                    

Al día siguiente Kuttar se encontraba en el patio de entrenamiento, estaba acostumbrado a despertarse temprano e ir a calentar antes de entrenar con su tío; era algo que él le había inculcado. Recordó el primer día en que su tío Bataag inició a instruirlo, lo despertó al amanecer, incluso recordaba que había podido ver los primeros rayos del sol, la rutina era la siguiente: primero hacían unos cuantos estiramientos, posteriormente corrían para calentar; también era para que tuviera condición física pues resultaba más cómodo no cansarse durante los combates y finalmente, al terminar de correr, su tío le enseñaba movimientos básicos de combate que posteriormente ponía en práctica en una pelea amistosa con su maestro.

Después de que los monjes iniciaran sus actividades cotidianas Mako y sus hijos llegaron. Kuttar se encontraba trotando, Mako estaba sorprendido supo que sería un buen alumno y que sería más disciplinado que sus dos hijos. El niño se detuvo al ver llegar a su maestro, de inmediato se acercó e hizo una reverencia en señal de saludo a su tutor y a sus dos hijos

— Buenos días. — el hombre y los chiquillos regresaron el mismo saludo.

— Veo que ya calentaste.

— Sí, mi maestro de tierra control me acostumbró a esta rutina en los días de entrenamiento... ¿Está bien? —preguntó a Mako, él siempre estaba serio y parecía estar enojado todo el tiempo.

— Por su puesto, supongo que avanzarás más rápido que mis hijos, bueno tú y yo iniciaremos. Korra, Shizu empiecen a calentar. Bien joven avatar, ¿Qué sabes sobre el fuego control?

— Los primeros maestros fuego fueron los dragones, Sozin uso el cometa para el genocidio y también quiso usarlo... —fue interrumpido.

— Sí y no, te pregunte sobre el fuego control, no sobre la historia de la nación del fuego.

— ¡Oh! Lo siento maestro, no, no sé.

— El fuego control proviene de la energía del sol. —comenzó a hablar generando una pequeña llama sobre la palma de su mano—. El fuego tiene vida, es cálido, hay que tenerle respeto no puedes tomarlo a la ligera una pequeña chispa puede salirse de control. —cerró su puño apagando así la pequeña flama—. Los maestros fuego dependen de la respiración y de la firmeza en su centro, ahí se encuentra su equilibrio, si los desequilibras adiós fuego, al perder estabilidad cualquier maestro pierde el control. —el hombre caminó hasta colocarse al lado de su alumno—. Bien, hoy aprenderás a respirar, debes estar familiarizado con la posición de jinete, aunque creo que los maestros tierra la conocen como posición Ma Bu. —decía mientras llevaba una de sus manos a su barbilla en señal de intriga, no estaba familiarizado con la cultura de los maestros tierra de Ba Sing Se—. Ahora respira profundo y exhala, bien, haz eso hasta que te indique otra cosa.

— ¿Qué? Pero pensé que...

— ¡Sht! A tu posición, concéntrate en tu respiración, no prestes atención a nada más. Si logras controlar tu respiración y a ti mismo, comenzarás a hacer fuego.

Al principio el niño se sintió decepcionado, con su tío desde el primer momento comenzó a mover rocas, mientras los minutos pasaban se hundía en sus pensamientos, discutiendo con él mismo hasta que finalmente se dijo « Bueno, en teoría el maestro Mako tiene razón, el fuego quema, es peligroso.» recordó la pelea que tuvo con Yunfi «Yo pude haber causado un accidente ese día, tengo que aprender a controlarme para poder hacer una pequeña chispa; como dijo tenemos que tenerle respeto al fuego» evocó lo que su tío solía decir "todo conocimiento es útil, jamás lo menosprecies", desde ese momento concentró todos sus sentidos en su respiración, sentía como el aire entraba por su nariz, sentía el trayecto hasta sus pulmones, al exhalar percibía como se vaciaban, sintió el calor del sol sobre su piel, una energía recorría su interior, era un perfecta armonía entre su respiración y la energía.

AVATAR LA LEYENDA DE KUTTAR. Libro 1 PortalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora