AVATAR LA LEYENDA DE KUTTAR. Libro 1 Portales

Capítulo 6: Visita al Mundo de los Espíritus

En Ciudad República hubo una gran bienvenida, la presidenta Zasnay esperaba ansiosamente conocer al Avatar Kuttar, después de seis años por fin podía anunciar oficialmente al Avatar y brindar calma a la ciudad. Al desembarcar fueron recibidos con aplausos, con fotos y con una gran cantidad de preguntas, ya que varios reporteros querían entrevistar a Kuttar, sin embargo hacerle alguna pregunta fue imposible pues Rohan y Balu se encargaron de escoltarlo hasta el vehículo de la presidenta, quien amablemente se ofreció a acompañarlos hasta el Templo Aire de la Isla, además, aprovecharía para conocer al joven.

— ¿Así qué a esto te referías con la gran noticia? —preguntó Rohan.

— Sí, no debí mandar información, lo lamento Rohan— contesto Balu.

— Ya lo resolveremos, ahora tenemos que ayudar a Kuttar a entender sus nuevas responsabilidades, no dejes que lo agobien con preguntas. ¿Entendiste?

— ¡Yo me encargo de ello!

Durante el camino comentó que necesitaban dar el anuncio oficial de que el Avatar se encontraba ya en Ciudad República y que estarían trabajando juntos, también informó que organizaría una reunión con el Congreso Unido de las Naciones (CUN) en donde se daría el anunció de su participación dentro de esta organización, Kuttar no entendía nada, solo sabía que a partir de hoy tendría más responsabilidades. Rohan al notar la cara del niño llegó a su auxilio desviando la conversación de sus nuevos deberes como Avatar. Ya en la isla Zasnay se despidió recordándole a Kuttar que le haría llegar una carta para asistir al evento y al Congreso Unido de las Naciones (CUN).

Al pisar el muelle Neyen corrió a darle la bienvenida a su amigo; Shizu recibió a su hermana; la familia de Bolin recibió a Balu; mientras que los hermanos de Rohan lo recibieron felizmente. Unas horas más tarde hicieron una reunión en donde todos contaron sus experiencias en la Tribu Agua del Sur, Kya mandaba saludos a la familia esperando verlos pronto, preguntaron a Taima por su familia, Kuttar y Korra hablaron de lo diferente que era a la ciudad. Después de aquella reunión los dos amigos salieron a ponerse al tanto, dos años separados eran bastantes, ambos habían cambiado, o tal vez no del todo.

— Te ves muy guapo sin cabello Neyen, puedo verme reflejado en tu cabeza. —dijo burlonamente Kuttar.

— Lo sé, la pulo todos los días, sobre todo para que le flecha resalte. —contestó Neyen siguiendo el juego a su amigo.

— ¡Oh es verdad! Que gran flecha maestro —exclamó sobando su calva.

— ¡Ey, ey! No toques, si haces eso tendré que concederte algún deseo, y no quiero hacerlo poderoso Avatar.

— ¿Noto sarcasmo en tu voz maestro aire?

— No, lo siento joven Avatar, no quería ofenderlo. —decía mientras hacía una pequeña reverencia

— No, conmigo no juegues así. —Kuttar empujó a Neyen a la fuente que se encontraba al lado suyo.

— ¡Está helada! ¡Kuttar, no corras juro que me vengaré por esto! —decía persiguiendo a su agresor.

Mientras en lo alto del templo Taima veía jugar a los dos viejos amigos, sonreía al ver que ambos se divirtieran de esa forma y que a pesar de los años siguieran siendo buenos amigos. Korra se acercó discretamente hacía ella.

— Hola, ¿puedo sentarme? —preguntó Korra. Taima aceptó. Korra tomó asiento a su lado, ambas veían a los dos muchachos jugar, lanzándose agua y vendavales

— Se llevan bien ¿verdad?

— Sí, son buenos amigos, se conocieron hace dos años mientras Kuttar entrenaba para ser un maestro aire. —comentó Korra.