Capítulo 10: La Pieza Final

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Neyen, Korra y Taima se dedicaron toda la mañana a indagar sobre los supuestos rumores que Balu había mencionado. Entre preguntas y respuestas poco verídicas y demasiado fantasiosas decidieron enviar un telegrama a Kya; a pesar de que el teléfono ya era más común los telegramas y cartas aún eran anónimas y la mejor forma de mandarse información secreta era por estos medios. Se pusieron en marcha a la estación de cartas y correos. Al llegar sus planes cambiaron, Taima tenía una carta importante, era de Kya, quién informaba de los eventos inusuales en la tribu: gente enferma y espíritus opacos, era algo alarmante, así que corrieron directo al Palacio de la Paz en donde habían quedado de reunirse. Después de una breve charla Kuttar les dejó una misión más y era ir en busca de Asami e interrogarla.

— ¿No creen que deberíamos preguntarle a alguien más? —preguntó Neyen.

— Kuttar dijo específicamente "Asami" —contestó Taima.

— Sería extraño sólo llegar y preguntar « ¡Buenas tardes señora Sato! Usted fue esposa de Korra podría decirnos ¿Cómo murió?, es para una tarea de la materia salven al mundo» —replicó exaltado Neyen.

— Bueno, si no te parece entonces que Korra le pregunte. —propuso Taima.

— ¿Yo? No, no puedo, es incómodo... —contestó Korra ante esa propuesta.

— Bueno, entonces lo hago yo. —dijo Taima.

— ¡No! —vociferaron Korra y Neyen al unísono.

— ¿Por qué no?

— Tenemos que preguntarle de manera sutil; no te ofendas pero la delicadeza al hablar no es lo tuyo... —respondió Neyen.

— Eso es un buen punto, entonces dile tú Neyen.

— ¡No! Me da pena Taima, jamás he hablado con Asami Sato, es ¡Asami sato! No puedo, lo ideal es que Korra pregunte.

— Llegando allá nos arreglamos. —sugirió Korra.

El trio se puso en marcha hacía Industrias Futuro. Durante el camino intentaron convencer a Korra de interrogar a su madre, pero ella se seguía negando, era evidente que le resultaba incómodo y ¡Claro que lo era! Pero sus amigos no lo entendían. Hace semanas atrás su hermano y ella hablaron sobre la relación que tenían sus padres. Aquella noche Mako y Asami habían discutido como nunca antes lo habían hecho, la discusión fue tal que Shizu y Korra habían despertado por los gritos. Shizu era demasiado protector con su hermana y sabía que escucharlos discutir le afectaba, ambos salieron al jardín en donde hablaron sobre sus padres, después de aquella plática supo que si hacían a su madre recordar al Avatar Korra; lo que había vivido junto a ella... su padre y su madre se separarían. Era una frágil y ligera línea que estaba a punto de ser rota, no era algo que se podía evitar, no era algo que ella pudiera evitar. Llegando encontraron a Asami mejorando el inhibidor y a su lado estaba Ignati, quién al parecer, estaba trabajando con ella.

— Ahí está... Y miren, es Ignati, esto va a ser un problema. —comentó Neyen. De repente alguien habló por detrás de ellos.

— Hola chicos, es bueno verlos nuevamente. —Los amigos gritaron, no esperaban encontrarse con Guieb.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó Neyen.

— Acompañe a mi hermano, ¿ustedes qué hacen aquí?

— Vinimos a buscar a mi mamá. —contestó Korra.

— ¿Tu mamá? Espera, ¿Asami Sato es tu mamá?

— Sí, veníamos a preguntarle algo, así que...

— Esperen, esperen, ¿puedo acompañarlos? No puedo estar un minuto más con mi hermano, es desesperante.

AVATAR LA LEYENDA DE KUTTAR. Libro 1 PortalesWhere stories live. Discover now